El 'vino de motosierra' de Codorníu

Por: | 22 de octubre de 2013

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La matanza de Sonoma. / FRIENDS OF GUALALA RIVER

 

Puede que de forma ingenua el vino se asocie al amor por la tierra y al entendimiento con la naturaleza. Cuando piensas en esta bebida, te vienen a la cabeza bucólicas colinas cubiertas por viñas, agricultores con cestos llenos de uvas y pajaritos revoloteando (eso si piensas en un vino decente, no en uno de tetrabrik). Lo que no aparece en tu mente, desde luego, son imágenes de motosierras talando árboles y excavadoras arrancando sus raíces para plantar viñedos. Escenas que pronto se pueden producir en California, donde algunos grupos ecologistas locales están en pie de guerra contra un proyecto del grupo Codorníu.

Artesa Vineyards and Winery, bodega propiedad de la empresa catalán, intenta desde 2001 extender sus viñas a un terreno de 62 hectáreas del condado de Sonoma, habitado en estos momentos por las secuoias y las douglasias. No se trata de árboles centenarios -la zona fue deforestada hace más de medio siglo-, pero sí de ejemplares de entre 15 y 25 metros de altura. Los conservacionistas mantienen que la tala traerá consigo la desaparición de la fauna local y la erosión del suelo, un grave problema en la región, además de transtornos en los acuíferos y contaminación por los pesticidas aplicados a las viñas. La bodega lo niega. En declaraciones a la radio pública estadounidense NPR, un representante de Artesa ha asegurado que en ese área "no hay bosque" y que las dos únicas secuoias grandes en la propiedad serán conservadas.

Las autoridades forestales californianas dan la razón a la empresa de Codorníu, cuyo proyecto aprobaron en mayo del año pasado. Los daños sobre el medio ambiente eran insignificantes, dijeron. Pero tres asociaciones, Friends of Gualala River (que incluso mandaron esta carta en español a Codorniu informando de los efectos que la tala tendría en la zona), Sierra Club Redwood Chapter y el Center for Biolological Diversity, fueron inmediatamente después a los tribunales aduciendo que el permiso violaba las leyes de protección del medio ambiente del estado. Además, acuñaron una expresión de fuerte gancho mediático al denominar chainsaw wine ("vino de motosierra") al caldo producido a costa de los bosques.

El caso no es nuevo: hace un par de años ya hubo cierto revuelo, con las consabidas peticiones en Change.org y un comunicado oficial de respuesta de Codorníu en el que aseguraban que sólo cultivarían la mitad del terreno y que el impacto medioambiental sería mínimo. La novedad es que la demanda fue vista por un juzgado la semana pasada. Si termina fallando en contra de Artesa, no sería la primera vez que la justicia frena una iniciativa vinatera aprobada por el Departamento de Bosques y Protección contra el Fuego. Los ecologistas ya han parado varias talas de las empresas bodegueras: 800 hectáreas de bosque que iban a convertirse en viñedos dentro de un proyecto denominado Preservation Ranch se han salvado este año gracias a su presión.

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Activistas tirando "vino de motosierra" y vista de los terrenos. / FRIENDS OF GUALALA RIVER

 

Las tierras de Sonoma que pretende explotar Artesa son tan perfectas para las secuoias como para la uva Pinot Noir, a la que le gustan los días luminosos y las noches frescas. "El norte de California tiene un clima bastante adecuado para la uva y Artesa Winery parece creer que el clima en el oeste de Sonoma County puede ofrecer ventajas particulares. Nosotros estamos en contra de que se planten viñedos en el área" matiza Dave Jordan, de Friends of Gualala River, "solo creemos que los bosques de secuoyas que quedan deben ser protegidos. Estos bosques ya han sido bastante dañados en el pasado por exceso de tala, pero ahora están empezando a recuperarse, y lo acabarán haciendo siempre que no los destruyamos sistemáticamente". La pregunta del millón, ¿no hay otra zona cerca en la que se podría plantar un viñedo sin cargarse un bosque? "Sí, las hay. Hay otras áreas cerca que no están forestadas, bastante similares en términos de geografía, inclinación, tipo de suelo, luz solar y lluvia, y que serían igual de adecuadas para plantar viñedos sin tener que deforestar". 

Algunas voces apuntan también a que en el trasfondo de esta historia está el progresivo calentamiento del planeta, que comienza a llevar a los productores de vino hacia tierras más frías. "El cambio climático puede impulsar el establecimiento de viñedos en tierras elevadas, lo que incrementará el impacto en los ecosistemas del oeste de Norteamérica", dice un estudio publicado por la revista científica estadounidense PNAS. Al subir la temperatura, la uva madura antes, el azúcar se concentra y los caldos resultantes son menos frescos y ácidos. Características que no encajan precisamente con los gustos del consumidor medio contemporáneo. 

No sé si en los terrenos que planea explotar Codorníu habrá cuatro matorrales o un bosque de verdad. Lo que sí sé es que los redwoods, las secuoias del norte de California que alcanzan hasta 115 metros de altura, son los árboles más impresionantes que he visto en mi vida, tan impresionantes como las salvajadas que se han hecho con ellos a lo largo de la historia (sólo queda un 3% de los que había). Por eso me preocupa que una empresa como la catalana, que dice "mantener un vínculo con la tierra y el entorno básico en toda su actividad", pueda promover la destrucción de ejemplares de tan venerable especie, aunque sean pocos y relativamente pequeños. Esperemos que no lo haga, sea porque su proyecto respete de verdad el medio ambiente o porque la justicia californiana lo tire para atrás.

Actualizado a las 13:30 con declaraciones de Dave Jordan, representante de Friends of the Gualala River

Hay 44 Comentarios

Me gusta el vino y aprecio los que son de calidad, pero en este caso es un pecado dañar una zona virgen para montar viñedos. Cada cosa en su sitio.
http://comidadehoy.com

Jajaja! Me encanta Onofre! Se olvidó de otro motivo de persecución por parte de Mikel: ser paciente de la López Ibor!

Aunque el daño medioambiental sea insignificante (o no, que no lo se), yo me plantearía muy bien seguir adelante... al fin y al cabo si tu producto ya tiene mala fama (un chainsaw wine no mola mucho no?) tampoco tiene sentido invertir en ello.


La construccion de esta bodega de Torres, Ibericus, su primer proyecto en La Rioja, se ha regido por el respeto al medio ambiente, la sostenibilidad, segun la web de Torres "La parte construida en esta primera fase comprende superficie de 7.800 m2, que incluye desde la zona de prensado hasta la zona de envejecimiento en botella. Se han realizado trabajos de integración paisajística de la bodega en el entorno, a cargo del arquitecto catalán Gabriel Barba (hijo del arquitecto Javier Barba, autor de la bodega Waltraud para vinos de finca, que Torres tienen en el Penedès).

Siguiendo la filosofía de Torres, liderada por su presidente, Miguel A. Torres, la nueva bodega ha sido diseñada para funcionar en completa armonía con el medio ambiente: se ha instalado una planta depuradora de aguas y una balsa recolectora de aguas de lluvia que se reutilizan en tareas de limpieza. A principios de 2011 está prevista la colocación de una manta de placas solares en el techo de la bodega con capacidad de impermeabilización y absorción de energía solar a razón de 200 Kw./pic."

Ell resultado, un fistro de carton piedra, que ha roto por completo el aroma medieval de las colinas que se encuentran entre labastida y San Vicente de la Sonsierra. Bueno, tienen 2 placas fotovoltaicas, y por lo visto reciclan su agua?? En el Rodano, Douro, Toscana, no hubiera ocurrido...

Que manera de destrozar el medio ambiente por meros intereses económicos. Lo mejor es seguir bebiendo lo que nos brinda la tierra, como el pisco, cuyo proceso de elaboración justifica su sabor http://www.zaiguaweb.com/2013/09/27/video-historia-y-elaboraci%C3%B3n-del-pisco/

Atila,rey, ¿la cocinera irlandesa del urogallo está muerta...?


"Interfecto, ta.
(Del lat. interfectus, part. pas. de interficio, matar).
1. adj. Der. Dicho de una persona: Muerta violentamente, en especial si ha sido víctima de una acción delictiva. U. m. c. s."


Te echo de menos, vuelve más a menudo.


Un abrazo

Yo de mi niñez, en latinoamérica recuerdo una marca, un vino argentino que nunca faltaba en la mesa de casa durante la comida. el Toro. No se si aún existirá, espero que sí, porque cuando miro un vino siempre me viene a la memoria esa marca, esa botella y la placidez de quien lo bebe sin devoción.
http://ow.ly/q3071

Pues a mí me mola más Rondel Oro o Rondel Verde, que es lo más hortera/viejuno que hay en materia de cavas.
Para la manía persecutoria hay muy buenos especialistas cerca de de Sant Sadurní d'Anoia, nen. Eso sí, estoy totalmente de acuerdo en que Mikel fue un paquete en Los Ángeles 84.

Onofre no será fan de Luceriro, además, no?

Y de paso, estimado Madelman Onofre, no sé que te habremos hecho los vascos. Hasta donde yo sé, Codorniu es la marca de cava más vendida por estos lares, no la cagues con la defensa numantina de tu empresa y consigas lo contrario, que nos pasemos a otras marcas, Freixenet e.g., en las que no representemos un "cupo"...

Totalmente de acuerdo con el comentario de Mj. Este es un tema muy polémico, con muchas posibles interpretaciones y muchas variables que valorar. Plantearlo tan a ligera, con ese titular tan impactante pero admitiendo tu poco conocimiento, me parece algo irresponsable. Está bien sacar esta clase de noticias, y lo ideal sería que nos interesásemos por ella, buscásemos más información al respecto y nos formásemos una opinión fundamentada. Pero me temo que lo que va a pasar es que mucha gente se va a quedar sólo con esta reseña, y va a ir por ahí comentando lo mala que es Codorniú.

Complicado, eso de discutir/dialogar con alguien tan convencido de algo como los ecologistas. Y los ecologistas (venga, sacad las pistolas) son como todos los conversos de cualquier religión desde que san Pablo se cayó del caballo. Lamentablemente, como alguien dice por ahí, o volvemos a las cavernas o lo de modifcar el entorno es inevitable. Me temo. (Por supuesto, la dicotomía empresa/sociedad justa es imposible, o casi, de igualar. Pero esa es otra cuestión más difícil de resolver y menos gratificante que la militancia eco-sostenible. ¿Se dice así?)
http://gastrocinemia.blogspot.com.es/

Atila, cierto es que es peligroso lo de virgencita virgencita que me quede como estoy... pero bueno, que tampoco veo que estén talando el amazonas para construir un centro comercial... en fin, que como tampoco sabemos toda la verdad, es darle vueltas por no estar callado.


Onofre, creo que te has equivocado de Iturriaga (el palomero-palomino es el hermano, Juanma), este no ha jugado mucho a basket que yo sepa...
Y macho, que trabajes en Codorniu no creo que esta entrada signifique un ataque directo a tu persona, si no, como mucho, a tu empresa. Ojalá tuviese algún día un empleado tan alineado con la empresa como tú... me he quedado sorprendido. Recibe, eso sí, un cordial saludo, me parece cuanto menos, loable tu defensa.


http://www.demipueblo.es

Señor Iturriaga:
Soy un vecino de Sant Sadurní d'Anoia, que tiene la suerte y el honor de trabajar en la empresa Codorniu para ganarse honradamente la vida. Además, mis aficiones, fuera del trabajo, son hacer fotos de mis "cupcakes" para colgarlas en Instagram y, sobre todo, la práctica del culturismo... sí, soy uno de esos "vigoréxicos" o "ciclaos" de los que tanto se ríe usted y sus seguidores.
Mi pregunta, por tanto, es: ¿qué le he hecho yo para que usted sae meta conmigo o con mi forma de vida una y otra vez en su blog? ¿Qué será lo próximo? ¿Meterse con los Onofres del mundo, con los Capricornios, como un servidor, con los que tienen un Opel vectra de color gris perla? de verdad que no sé que le habré hecho yo para estar una y otra vez en su punto de mira. Por lo demás, que sepa que no me hace tanta gracia su blog, ni tampoco ese otro del palomino que tiene usted. Y que sepa que como jugador de basket era usted un paquete y que Díaz Miguel le llevaba a la selección sólo para que hubiese algún vasco y cubrir el cupo. Debería usted haber devuelto la medalla de Los Ángeles: no se la mereció.
Que lo sepa.

Para CESITAR: Claro, disculpa, realmente deberíamos abandonar todos nuestras casas porque SEGURO que también talaron algún árbol o matorral. Insisto, el que quiera vivir en una cueva (abandonada, no sea que ya viva una culebra ahí) adelante, pero que no se ande con demagogia porque todo aquello que consume ha supuesto una alteración del orden natural.

No me cae bien Codorniu...
almu
http://www.mavieenroseblog.com/

@Julian, en muchos casos no se trata de que algo sea "mejor que"... ese planteamiento es peligrosillo, y tiene muchos filos. Salvando las distancias, en Arabia te cortan las manos si te pillan robando. Sin ninguna duda diriamos "coño, es mejor eso a que te hagan albondigas"... pero también existen otras alternativas a que te dejen pa los restos sin poder jugar al dominó... no?


Bueno, y ya me callo, que llevaba una temporadita sin entrar a dar la murga y hoy me he desatao...

Los productos catalanes ya van haciendo amigos en el extranjero para después de la independencia. Aquí desde luego ya le quedan pocos.

juanq, ya imagino que no es lo mismo una raíz que la otra, también entiendo que la densidad del viñedo no será la misma que la del bosque de secuoyas. De acuerdo en que no será lo mismo una cosa que la otra en cuanto a temperatura y medio ambiente.


Que (creyendo que hay un bosque más o menos cierto en la zona) dentro de lo malo, mejor es quitar n árboles para plantar un viñedo que quitar un bosque para hacer una urbanización o un campo de golf... y a veces parace que criticamos en exceso una cosa y pasamos por alto la otra...

Querido Comidista, si en tu artículo aparece esta frase: “No sé si en los terrenos que planea explotar Codorníu habrá cuatro matorrales o un bosque de verdad”, deberías ser más cuidadoso en tus ataques. Alterar al personal sin pruebas hace mucho daño y últimamente te veo un poco dado a ello.

¿Es que no se produce ya suficiente vino?

Un apunte para los que miden esto en términos de ¿cuántas secuoyas? o ¿cuanto importan?, que en mi opinión es una visión un poco rara... digamos que productivista. Creo que las cosas deben medirse con algo más de amplitud. Yo os invito a que las preguntas se encaminen más a ¿cuántas hectáreas de viñedos hemos plantado los humanos en la Tierra? ¿cuántas hectáreas de bosques hemos descojonado?... medir la importancia de esos bosques muestra un poco de soberbia -no lo digo en tono peyorativo, es una actitud muy frecuente en los humanos-, porque por esa misma regla nos planteariamos arrancar a dentelladas los millones de hectáreas de viñedos que producen unos vinos infames... es decir, viñedos "sin importancia".

Pues nada, que le den morcilla a Codorniú si su crecimiento es a costa de cargarse el medio ambiente, ya sabemos cómo funciona (al menos en España) el tema de las recalificaciones...

Un buen vino siempre debe ir acompañado de: http://xurl.es/27krh

Bueno dejemos de bucólicos paisajes e historias para no dormir que las bodegas nos quieren transmitir. Ellos se dedican a la viña para ganar muuuuucha pasta, Asi que se llevaran por delante, todo lo que les impidan crecer y crecer para ganar mas dinero todavia. Solo hay que fijarse en España y en concreto las zonas vinicolas para ver que arrasaron con todo para plantar viñas. Luego el cuento de Blancanieves lo dejamos para Disney....

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Sobre el blog

El Comidista trata todos los aspectos de la realidad relacionados con la comida. No sólo da recetas fáciles de hacer, habla de restaurantes accesibles o descubre los últimos avances en trastos de cocina, sino que comenta cualquier conexión de lo comestible con la actualidad o la cultura pop. Todo con humor y sin ínfulas de alta gastronomía.

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Mikel López Iturriaga

es periodista y bloguero, y lo más decente que ha hecho en su vida es crear El Comidista en 2009. Escribe en EL PAÍS y habla en el programa 'Hoy por hoy' de la Cadena Ser, después de haber pasado por Canal +, El País de las Tentaciones, Ya.com o ADN. Aprendió a guisar con su madre y, después, en la Escuela Hofmann, pero sigue siendo cocinillas antes que cocinero.

Mónica Escudero

es DJ, madre, escribe, cocina y pone la mesa para El País Semanal, ejerce de Comidista adjunta, y no necesariamente en ese orden. Dirigió las revistas Barcelonés y Madriz, y colaboró en medios como Marie Claire, SModa, Vanidad, Yo Dona o La Luna. Ha escrito A vueltas con la tartera, y lo que más le gusta es cocinar, la michelada y los gatos (pero no para comérselos).

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