
Pan para la cabeza. / AINHOA GOMÀ
¿Te sientes deprimido? ¿Alicaído? ¿En proceso de bajona otoñal aguda? Es probable que, siendo lector de este blog, necesites ayuda psicológica profesional. Pero antes de darte a la paroxetina o ingresar en la López Ibor quizá podrías probar una fórmula más simple, barata y gratificante: ponerte a hacer pan. No es que la harina y el agua tengan propiedades mágicas y te vayan a curar de golpe y porrazo, pero trabajarlas sí puede paliar los efectos de la depresión. Al menos eso es lo que dice un informe de la organización Sustain que se acaba de publicar en el Reino Unido.