¿Ha superado 'Top chef' a 'Masterchef'?

Por: | 18 de diciembre de 2013

Top chef

Chicote y los tres finalistas: Miguel, Begoña y Antonio. / ANTENA 3

 

Dice el tópico que las comparaciones son odiosas. Pero a todos nos gusta hacerlas y, además, en ciertos casos son casi inevitables. Masterchef y Top Chef, dos concursos culinarios con una mecánica muy similar, se suceden uno después del otro en dos cadenas diferentes, TVE y Antena 3. ¿Quién se puede resistir a evaluarlos conjuntamente? Yo, desde luego, no.

Los dos han contado con el favor del público, registrando buenos índices de audiencia. Los dos han arrasado en las redes sociales. ¿Pero cuál ha estado mejor? La respuesta no parece tan sencilla, porque cada uno ha tenido sus puntos fuertes y sus debilidades. Analicemos paso por paso.

Cocina

Como era de esperar, ya que en Top chef los concursantes son profesionales y en Masterchef, aficionados, la cocina ha tenido más nivel en el primero... casi siempre. Una de las grandes sopresas del programa de Alberto Chicote han sido las notables cagadas de los cocineros, sólo justificables por la tensión, el despiste o -pura especulación- el esnifado de pegamento y fumado de hilos de plátano en los descansos de la grabación. Un ejemplo: su paso por el mítico restaurante madrileño Lhardy, donde tenían que elaborar un menú clásico. No se les ocurrió nada mejor que servir una churrigueresca ensalada de bogavante y espárragos "para pitufos" (como bien la definió Chicote), una suprema de pollo DE PRIMERO y un steak tartare bicolor con mezcla de carne roja y parduzca por la oxidación, en una ristra de fallos incomprensibles en señores que mandan en cocinas de establecimientos de cierto nivel.

En cuanto a la visibilidad del proceso culinario -Dios mío, parezco Ferran Adrià-, digamos que ha sido parecida a la que tuvo en Masterchef. Es decir, baja. En el mundillo gastronómico, ésta es una crítica recurrente cuando se habla de esta clase de programas, pero yo no le veo demasiado fundamento: aunque puedan tener retazos educativos, no dejan de ser concursos cuyo objetivo principal no es otro que el entretenimiento. Y para entretener a las once de la noche debes mantener una tensión que, por mucho que nos mole la cocina, el rehogado de una cebolla o el asado de un cordero no tienen. Dejemos de lloriquear, que para aprender ya están Arguiñano y los documentales de La 2, y valoremos momentos que al menos transmiten amor por la buena comida, como el que protagonizó Jesús Almagro con sus pochas el día de su expulsión. Programa ganador: empate.

Concursantes

Al principio, todo parecía perdido para Top Chef: no veíamos por ninguna parte supervillanos como José David, vividores como Cerezo, maripuris entrañables como Maribel o maravillosas amas de casa con pinta de psychokillers como Santiaga, que tanto nos hicieron disfrutar en Masterchef. Sin embargo, poco a poco han ido surgiendo tipos humanos interesantes, entre los que, sin ningún género de dudas, ha reinado Bárbara Amorós.

Charlatana, metete, pesada, culinariamente caótica, emocionalmente inestable, capaz de mandar a la López Ibor a cualquier ser que pase más de 20 minutos con ella, es el ejemplo viviente de cómo un buen personaje pasivo-agresivo puede levantar un programa. Y digo lo de pasivo-agresivo porque, bajo su apariencia cándida y risueña, no perdía ocasión de soltar zascas como elefantes: sirva como ejemplo su frase "estoy feliz porque esto está muy flojo" refiriéndose a un plato del equipo contrario.

Bárbara no sólo se comportó como una gran cocinera que en más de una ocasión dio sopas con honda a sus compañeros, sino que creó el conflicto necesario para que Top chef levantara pasiones. Fue sometida a mobbing de la manera más desvergonzada por parte de sus enemigos (escena cumbre del puteo: cuando Begoña Rodrigo le quitó el aceite de oliva para que no pudiera cocinar con él un besugo), y consiguió por ello levantar oleadas de simpatía a pesar de tener un carácter insoportable. Si hay una heroína en Top chef, es ella.

El trío calavera formado por Begoña, con su perfil de mujer con un par de ovarios bien puestos; Miguel, representante de la generación pos-nini pos-after, y Antonio Arrabal, la genuina bruja mala y resentida de Top chef, también dio juego. Sin embargo, como en una suerte de Operación Triunfo 2, 3, o 17, nunca lograron generar la misma empatía que sus colegas amateurs de TVE. Ganador: Masterchef.

Factura

Masterchef era un programa hecho con muchos medios, que sin embargo adoleció de serios problemas de agilidad especialmente en su primera fase. Nunca destacó por su brillantez visual ni por su ejecución técnica. Top chef, por el contrario, ha funcionado como un reloj desde el minuto uno, apareciendo como un producto más moderno y mejor acabado. Los guiones no han caído demasiado en el lugar común, algunas de las pruebas han sorprendido por inesperadas, el ritmo ha sido el adecuado para cada situación, y las cámaras nos han enseñado lo que necesitábamos ver. Ganador: Top Chef.

Jurado

Si en el jurado de Masterchef dos miembros tenían química (Pepe Rodríguez y Jordi Cruz) y otro pasaba por allí (Samantha Vallejo-Nájera), en el de Top chef Ángel León y Susi Díaz se han visto eclipsados por la expansiva personalidad de Chicote. León ha resultado simpático, y Díaz, no antipática, pero la omnipresencia del señor Pesadilla ha marcado cada minuto del show. Nada extraño teniendo en cuenta que no sólo era jurado, sino también conductor.

Chicote nos ha regalado los momentos cáusticos que todos esperábamos de él. Sin embargo, quizá el programa ha subrayado en exceso su perfil más malencarado y gruñón. Mientras en Pesadilla su personaje se beneficiaba de la dualidad crítico cañero / consejero comprensivo, aquí costaba verle un gesto afectuoso o una sonrisa, y tuvo que llegar su madre a uno de los programas para que mostrara ese lado humano equilibrador. De cualquier forma, su ménage à trois con León y Díaz, más dulces pero también capaces de destruir a los concursantes cuando facturaban algún truño, ha funcionado. Ganador: Top chef.

Comicidad

Poco sorprendentemente, la lengua de Chicote ha protagonizado los minutos más cómicos de Top chef. Dos momentos cumbre: 1) Antonio Arrabal monta una pieza de sushi del tamaño de un bocata y él, mientras lo prueba, le pregunta "por qué no le ha puesto dentro un polvorón"; y 2) Bárbara presenta al jurado un mole mexicano con forma de excremento y él le suelta: "Eso me lo encuentro yo en mitad del campo y no lo piso". Sólo Begoña ha sido capaz de competir con él en frases históricas, con mención especial a "mira mi boca, a mí me cabe todo".

Pero así como Masterchef era pródigo en situaciones hilarantes, en Top chef no ha habido demasiado hueco para la risión. Una de las cosas más atractivas de su antecesor eran los desastres culinarios de los pobres concursantes; aunque aquí no han faltado las pifias, su dimensión ha sido mucho más limitada ya que eran cocineros pro. Sin tartas con pinta de vómito, ni pollos necesitados de reanimación, ni croquembouches en ruinas, ni esferificaciones con productos químicos suficientes para envenenar a un cachalote, todo ha sido menos divertido. Ganador: Masterchef.

Factores irritantes

El concurso de TVE blandió poderosas armas de irritación masiva: los guiones declamados de la presentadora, Eva González; sus ridículos esfuerzos por ocultar su acento andaluz, los publirreportajes encubiertos de instituciones tan adorables como el Ejército o los bochornosos cruces promocionales con series de la casa como Isabel. Top chef no me ha dado tantas ganas de sacar el bazooka del armario y volar el televisor, aunque creo que con tres o cuatro programas más de "un poquito de cebollita", "un pimientito", "un tomatito para un arrocito" y "un pollito con setitas", mi día de furia habría llegado por fin. Desde aquí pido al Gobierno que la Ley de Seguridad Ciudadana incluya la prohibición expresa de utilizar diminutivos para referirse a alimentos en concursos culinarios de televisión, por el bien de la salud mental de todos los españoles. Ganador: Masterchef.

Audiencia

Masterchef empezó flojo, con porcentajes del 10 y el 11%, pero fue subiendo hasta arrollar en la final con un 33% de share y cinco millones y medio de espectadores. Top Chef arrancó mejor -cerca de 18 y 16% en los dos primeros programas-, bajó algo en su etapa intermedia y ha crecido hasta el 22% en la semifinal (Masterchef hizo lo mismo en dicha entrega, pero con medio millón más de espectadores). Ganador: lo sabremos mañana cuando se publiquen las audiencias de la final.

Hay 68 Comentarios

A mi Top Chef me ha parecido una verguenza, lo de Barbara era de denuncia, el mobing que le hacian era muy fuerte y el trio calavera, asqueroso, la ganadora era de lo peor. Menuda lección de comportamiento han dado los niños de Masterchef, a ver si aprenden los adultos, antes que buen cocinero o buen lo que sea, que sean buenas personas. A mi Arrabal y Begoña me parecian unos h.p.

Me asombra que este blog parezca reunir los comentarios con las más bajas tasas de faltas de ortografía que he visto en mucho tiempo. ¿Es algo en el agua del blog o qué pasa aquí? En cualquier caso, me quito el sombrero...

Masterchef no lo considero ni un programa de cocina. Para ver dramones interpretados ya está gran hermano, y cualquier otro concursantillo de mierda de talentos.
Pero es lo que a la gente le gusta, el dramón.
Top chef sí es un programa de cocina, quizá no de la cocina que le gusta a todo el mundo, pero en contenido y medios me ha parecido de lo más profesional. Ahora bien, la publicidad... insufrible.
Menos tatachán y más cocina.
Mikel, hay personas que sí nos gusta ver cocinar, y miramos embobados cómo se pocha una cebolla. Y, oh, ¡sorpresa! nos aburren los culebrones.
Pero debemos ser un 1% del share. No problem.

Yo no he visto nada de Masterchef España y más bien poco de Top Chef. Me encontré de casualidad con el formato americano de Masterchef en una de estas cadenas secundarias, en las que te reponen los programas de tres en tres y un sábado por la tarde, que ayuda bastante a evitar las ojeras y el exceso de anuncios. Yo he disfrutado mucho más con el formato Masterchef americano con Gordon Ramsay a la cabeza, no me gusta que los formatos españoles se centren tanto en las reyertas "gran hermanísticas" de los concursantes. En el formato americano hay desavenencias e incompatibilidades, pero quedan en un segundo plano y se disfruta mucho más de la capacidad de resolución de los participantes. No se critican con esa mala baba española tan característica nuestra. Y algo que dudo que se haya podido reflejar en las versiones españolas: la emotividad y las ganas de superación de los concursantes, protagonizando momentos de alto contenido emocional, sin caer en la lágrima fácil y en la cursilería. Te das cuenta de que "Jod**, estoy llorando con un programa culinario"... Para mí mucho más culinario que Topchef y mucho más emocionante, que permitía opinar al televidente gracias a los detallados planos de las recetas, de su proceso de preparación y de los comentarios velados de los tres críticos, siempre presentes y dispuestos a somenter a presión a los concursantes . Y los tres críticos de Masterchef, sublimes.

Chicote es insoportable se mire por donde se mire.

Verónica, tenías razón ;-)

Donde estén unas buenas croqueta...
¡¡Y huevos, por supuesto!!

http://cuidadoconloshuevos.blogspot.com/

@floncis ¿Cómo van a ser mejores los concursantes de Masterchef USA que los de Top Chef si en la segunda temporada la mitad no fue capaz ni de freír un poco de pescado, llegando una de las concursantes a afirmar que no se le daba bien freír cosas? Por favor, ser capaz de freír un poco de pescado me parece lo mínimo exigible.

Me gusto mas masterchef porque los concursantes eran mas humildes,mas de andar por casa.Top chef ha sido mas instructivo,porque los que estaban son grandes cocineros.
Mi favorito era Antonio pero he de reconocer que las presentaciones que ha hecho Begoña han sido espectaculares y creo que ha sido una justa ganadora,asi mi mas sincera enhorabuena a los concursantes y al jurado.Animo a todos pero en especial a Antonio por ser como eres chapooo y sigue asi.Enhora buena Begoña por tu triunfo y que lo disfrutes,espero poder visitaros a ti y a Antonio muy pronto,un saludo y gracias por haberme enseñado tanto estos meses.

Javi, los videos de MasterChef se publicaron cuando se hizo la crónica/crítica de final de programa de MasterChef. Saludos.

Resulta cuánto menos curioso que no se haya incluido ni un solo vídeo de Masterchef; todo es de Top Chef.

No me gusta ser malpensado, pero desde luego tiene toda la pinta de publireportaje camuflado de crítica argumentada, a favor de Top Chef.

Y que conste que no he visto ninguno de los dos programas, así que poquísima cosa puedo decir a favor y en contra de ambos. De hecho sé tan poco, que puede que hasta tenga razón en su análisis pero a mí lo que me queda es eso; una sensación de publicidad camuflada de Top Chef. Y eso que en principio a los puntos parece que ganaría Masterchef...

Solo me queda pensar que tal vez hay algún tipo de problema con el copyright.

Un concurso era calcado del otro, demasiado parecidos, y absolutamente insufrible el horario, los cortes de publicidad y lo alargados que estaban en general todos los programas, especialmente Topchef, donde por cierto los cocineros han hecho a nivel profesional el más espantoso de los ridículos. Qué significa "yo no he cocinado nunca un ave?" O "es que esto no es mi cocina?" Por favor, n buen cocinero debe ser capaz de saber cocinar cualquiera de los platos que se hacían en las pruebas. Y el desconocimiento del significado de "cocina tradicional" también es escandaloso, el día que tenían que cocinar la perdiz (glorioso momento con Bárbara haciendo el mejor plato) casi nadie hizo un plato tradicional de verdad...

Voto por Masterchef, por el carisma de los concursantes, por Pepe y Jordi y por el mobbing descontrolado que ha tenido lugar en Top Chef. MC me parece más auténtico.

Sin lugar a dudas, MC. Pepe es una joya televisiva, mientras Chicote acaba siendo insufrible. Eso sí, que eliminen a la petarda de Eva González. El jurado en MC estaba más equilibrado, en TC sólo existe Chicote, porque hay que ver como cambian de opinión cuando pontifica AC.
Y luego está lo del mobbing, que es totalmente inaceptable, ni para dar espectáculo ni para leches.

Habiendo seguido el Masterchef Italia, el de aca empezo mal con la falsa que hicieron en la seleccion, innecesaria e irrespetosa. Los concursantes de Masterchef tenian un nivel bastante mas bajo de la version italiana, aprendieron mucho sobre la marcha y a mi me aburria. La cosa mejor fué Pepe Rodriguez, que para mi fué superior también a los jurados de Topchef. La cosa peor de Masterchef fué oir a una persona que no sabe nada de cocina como Eva Gonzalez conduciendo el programa, ya que no se preocupo por estudiar un poco y hasta le cambio el nombre de la famosisima academia "Cordon Bleu" por "Cordon Blé" (cambiandole el significado, claro esta) eso lo puede hacer uno de a pié, no una bien pagada con dinero publico ademas.

Topchef fué muchisimo mas divertida para las personas que tenemos ya un cierto conocimiento de cocina.

Lo del giro reality hecho a favor de Barbara, me hizo casi dejar de ver el programa. Era cargante verla entre lloriqueos lanzar frases de mala leche con su sonrisita "tan natural", de hecho se veia en su relacion con su madre, en el programa de las madres, que hasta ésta misma estaba incomoda con ella. El resalto dado a los lloriqueos dio espacio a juicios superficiales. Por la famosa escena del aceite, nadie recuerda que si bien Begona se lo quito, compitio con las mismas armas, también con mantequilla. Pero claro, no conviene recordarlo, no?

Me gustan mucho los finalistas de esta noche, aunque hubiese preferido ver a Begona contra Jesus Almagro y Canales, pero de todas maneras, ha sido simpatico ver la amistad nacida entre estos cocineros.

Chicote era excesivo, su estilo es mas de Pesadilla en la Cocina, me encantaria Pepe en Topchef. Esto para mi seria lo ideal, un Topchef sin hacerle juego a personajes de telenovelas como Barbara y con un animador como Pepe Rodriguez Television de gran calidad, para un publico de alto nivel cultural, economico y adquisitivo (por lo la publicidad).

Pues yo vi MasterChef pero los últimos programas, cuando quedaban la mitad de concursantes, y me enganchó. Tanto que cuando llegó TopChef me dio algo de rabia que otra cadena hiciera lo mismo y decidí que no lo vería. Y eso he hecho.
Ahora a esperar la segunda de MasterChef.

Yo no comería en el restaurante de ninguno de los concursantes de Top Chef

A mí Top Chef me parece entretenido pero prefiero mil veces Masterchef. En primer lugar porque Top Chef se apoya demasiado en la figura de Chicote, que sí, que tiene gracia, pero termina cargando, y en segundo lugar porque, como concurso, Masterchef me parece mucho más honesto. Todo ese numerito que montaron para rescatar a Almagro y ofrecerle una salida más digna me pareció impresentable. Será un profesional como la copa de un pino, pero fue incapaz de reconocer el ingrediente principal de un plato. ¿Y lo rescatan haciéndole preparar el mismo plato después de que su autor le enseñara a hacerlo paso a paso? Lo siento, pero huele que apesta. Bárbara, con todo lo pesada que era, tenía muchos más méritos para ser rescatada.

No puedo decir cuál es mejor porque no seguí Master Chef pero creo que en Top Chef todas las catas deberían ser a ciegas, sin saber quién ha cocinado cada plato. Tal como lo han hecho, ha habido muchas veces que se notaba que estaban beneficiando a unos frente a otros, en concreto a Jesús Almagro, al que los jueces han tratado con un respeto que no tenían con los demás (y que creo que no se ha ganado en el programa porque ha fallado demasiadas veces y, en mi opinión, no ha sido de los mejores concursantes). De todas formas, lo que me parece curioso es que todos tengamos nuestro favorito y digamos sin pudor que fulano o mengano cocinan mejor cuando no podemos ni oler ni probar los platos, que es lo que importa, ¿no?

Y sí, yo también formo parte de la legión que cree que Bárbara es la mejor cocinera que ha pasado por ahí. Lo confieso.

Es mejor Masterchef.

Como ya han dicho mucho de los lectores aquí presentes, las ultimas pruebas de eliminación de Top Chef son mas injusta, ¿mejorar el plato con el que fueron eliminados? Si la prueba en la que eliminaron a Jesús su dificultad residía en identificar los sabores, una vez que los sabe ya no tiene gracia.
En el ultimo programa Begoña ayudo a Miguel y Antonio, esta pandilla ha estado apoyándose mientras que otros que no eran merecedores de su simpatía han sido torpedeados, como cuando Begoña le quito a Bárbara el aceite y a Miguel le arrebato un producto irrelevante.
Ya en el ultimo programa la prueba de eliminación también fue injusta, realizar el plato con el cual se enamoraron de la cocina, si uno de ellos se llega a enamorar de un huevo hervido ¿Qué hubiera pasado?.

Además, la producción de Masterchef era infinitamente mejor, desde el recinto hasta las pruebas exteriores, con mucha mas clase, Top Chef solo tiene el carisma de su presentador Chicote, amo y señor del programa, en Masterchef los concursantes tenían mas peso.

Lo que es realmente preocupante es que los concursantes de la edición americana de MasterChef (amateurs) se comerían con patatas a los de la edición española de topchef(profesionales?) #topchof.

A MC le cogí cariño, TC simplemente me gustó.

En ambos deberían hacerse las catas y eliminaciones a ciegas, parecido a las votaciones populares de los comensales de MC, el jurado no debería saber de quien es cada plato para valorar el resultado, no el camino -que si ha sido tortuoso puede tener su gracia que gane- ni el afecto o animadversión o interés del programa en que uno o una sigan o se vayan, se evitarían decisiones como las últimas de MC que fueron más por compañerismo, trayectoria e ilusión (alguien creía que José David iba a ganar después de que a tres o cuatro programas de la final lo encasillaran ya como el "malo") que por el plato en sí, o los equilibrios hombre-mujer para quedar bien.

Creo que se fue muy injusto con Almagro el otro día. Me parece que sería el sustituto perfecto de Samantha para MC 2.

El nivel de maldad de cualquier programa de estos lo potencia la propia cadena, igual que la imagen que nos ofrecen de cada concursante. Y en eso A3 se ha pasado. La tensión que generó José David de MC creo que es el límite, hubo un momento de rencor de Mari Alcachofas que no me gustó ver.

En estos programas creo que no se debe pretender aprender a cocinar, porque entonces te decepcionan, es sólo entretenimiento, buen rollito entre el jurado (que no hay que olvidar que son los únicos que permanecen, el resto están sólo una temporada), las anécdotas entre concursantes, rivalidad, competición, pero todo con buen talante, eso lo hizo muy bien MC.

Y por último, MC junior me parece poco interesante, cocinan muy bien, pero que le vas a decir a un niño al eliminarlo? Le puedes criticar seriamente un plato malo? Habría lloros y sería difícil de gestionar, con lo cual se convierte en un engendro de programa donde por muy bien que cocinen primaría la condición de niños frente a la de cocineros.


De los 3 que quedan, mi favorita es Begoña, la única que ha demostrado que sabe algo de cocina. Estaría bueno que ganara Arrabal, del que todavía estamos pendientes de conocer cuál es "su cocina" (al parecer ni los pescados, ni los vegetales, ni la cocina internacional, ni los postres...)
De Begoña, por cierto, no entiendo a quien la critica por quitarle el aceite a Bárbara. A ver, se supone que es un juego, un concurso, una competición... si, legítimamente, obtuvo una ventaja en la primera prueba, es lógico que la use contra sus competidores/contrincantes. Vamos, es como si se criticara a un futbolista por tirar "a tralla" y por la escuadra un penalti.

Uno de los finalistas, Antonio, preparó una vez un plato con un pedazo de plástico de basura.

Ésto es como aquello de los pueblos: ¿y tú de quién eres?...Pues yo soy de Masterchef. Cocina en Top Chef se ha visto poca y mala para ser profesionales, el nivel bajito bajito. Han potenciado por encima de la esencia del programa, la cocina, la supuesta profesionalidad de los concursantes, etc, el rollito Gran Hermano de otro tipo (supuestamente) de programas de los que esta cadena teoricamente huye....En muchas ocasiones dejaba mal sabor de boca, con las puyas del maestro de ceremonias, Chicote y el "bulling" a Bárbara, explotado hasta la saciedad...los otros dos jurados, grandes cocineros, inexistentes en la mayoría de programa, estaban de comparsas...Total: me he aburrido o indignado la mayor parte del tiempo.
Masterchef resultó a mi entender, simpático, emocionante e ilusionante porque veías crecer a los concursantes, aficionados con más o menos recursos culinarios, y veías "cocina".
En fin, para gustos, los colores, supongo.

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Sobre el blog

El Comidista trata todos los aspectos de la realidad relacionados con la comida. No sólo da recetas fáciles de hacer, habla de restaurantes accesibles o descubre los últimos avances en trastos de cocina, sino que comenta cualquier conexión de lo comestible con la actualidad o la cultura pop. Todo con humor y sin ínfulas de alta gastronomía.

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Mikel López Iturriaga

es periodista y bloguero, y lo más decente que ha hecho en su vida es crear El Comidista en 2009. Escribe en EL PAÍS y habla en el programa 'Hoy por hoy' de la Cadena Ser, después de haber pasado por Canal +, El País de las Tentaciones, Ya.com o ADN. Aprendió a guisar con su madre y, después, en la Escuela Hofmann, pero sigue siendo cocinillas antes que cocinero.

Mónica Escudero

es DJ, madre, escribe, cocina y pone la mesa para El País Semanal, ejerce de Comidista adjunta, y no necesariamente en ese orden. Dirigió las revistas Barcelonés y Madriz, y colaboró en medios como Marie Claire, SModa, Vanidad, Yo Dona o La Luna. Ha escrito A vueltas con la tartera, y lo que más le gusta es cocinar, la michelada y los gatos (pero no para comérselos).

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