El Comidista prosigue su serie de entradas breves en forma de autoentrevista sobre restaurantes, bares y actividades gastronómicas diversas para disfrutar el fin de semana. Se publican los viernes, alternando con el consultorio Aló, Comidista y las listas 'hit parade'.
La absoluta necesidad de comerse una banderilla. / EL COMIDISTA
¿Qué es una banderilla? Pero alma de cántaro, ¿en qué año naciste? La banderilla es un clásico que consta de los siguientes elementos: un simple palillo, un humilde encurtido como base y, como límite, el infinito. Banderillas son las míticas Toreras, las deliciosas gildas cuya paternidad ha provocado más conflicto en Euskadi que el hummus en Oriente Próximo, y muchas otras apócrifas pero que, acompañadas de un vermut, un vino o una caña, nos alegran los aperitivos y la vida en general. Precioso. ¿Cuál es la noticia? Que este finde recuperar la mejor esencia de la banderilla será más sencillo que nunca gracias al proyecto Bombas, Lagartos y Cohetes de Vallekas, una colaboración entre un puesto del Mercado de la Villa de Vallecas, regentado por Kike Martínez, y la bodega tarraconense Casa Mariol. Pero antes de informarte de dónde puedes ir a comerlas, déjame contarte la bonita historia de estas peculiares banderillas de mercado. Si no hay más remedio... Las bombas, nacidas en la parada de Kike en el año 2001 son aceitunas gordal rellenas de cosas tan variadas como salmón y queso feta (con aceituna negra), anchoa y pimiento asado, ventresca de atún, cebollita y guindilla, mejillón o pulpo (ambas con pimiento), salmón ahumado, tomate confitado, robellón, bacalao, ibéricos y mil y una delicias (algunas de ellas vegetarianas o veganas).
Gordal negras con queso y salmón. / EL COMIDISTA