Como el sueldo, las revistas o la regla, Aló, Comidista vuelve puntual a su cita de cada mes. En este consultorio vale todo: dudas culinarias, enigmas gastronómicos, cuestiones personales o problemas psicológicos y metafísicos. Sólo tenéis que enviarme un mail a elcomidista[arroba]gmail.com.
Dury: ¿Es saludable beber agua de mar? No quiero parecer un loco, no me refiero a llegar a la playa y ponerse como un orco yonki a beber en la orilla, pero leyendo por la red he visto varias páginas que dicen que es muy beneficioso beber agua de mar diluida, que aporta todos los minerales necesarios para el cuerpo y que es la mejor bebida isotónica que existe.
Querido Dury, me alegra que me hagas esta pregunta tan magufa. Beber agua de mar es un engañabobos basado en las teorías de René Quinton y promovida por gente como Laureano Domínguez o Francisco García-Donas, habituales de congresos de "ciencia y espíritu", "terapias naturales" y demás mandangas. También está presente en la llamada "dieta del delfín", defendida por Ángel Gracia en el libro del mismo nombre. Tanto el nutricionista Juan Revenga como el biólogo José Miguel Mulet han escrito buenos artículos en los que desmontan las chiripitifláuticas teorías de estos señores, defensores de unas prácticas de similar efectividad que la homeopatía, la auriculoterapia o la sanación con pirámides. Es decir, ninguna. Beber agua de mar en cantidades pequeñas no te va a matar, pero tampoco te ayudará ni te fortalecerá por sus "sales minerales". Al contrario, aumentará tu sed y contribuirá a que te deshidrates por el efecto de la sal en tu cuerpo, que recibirá un inmerecido castigo. Deja el agua de mar para cocer el marisco, que para eso sí que es buena. Y sobre todo, deja de creerte las majaderías que difunden algunos por internet.
A las 17.00, unicornios.
Lili: He hecho una olla grande de salsa boloñesa con una conserva de tomates que hace mi madre. Parece ser que el tomate que utilizó mi madre es de una variante muy dulce y la salsa me ha salido... pues dulce. A mi no me importa mucho, porque le echo pimienta de cayena, pero a mi hija no le gusta nada. ¿Qué condimento le puedo echar para quitarle el dulzor?
Querida Lili, desde el principio de los tiempos el ser humano ha luchado para que la salsa de tomate le salga dulce, eligiendo la materia prima más madura y bregándose en cocciones suaves y lentas que suavicen la acidez natural de esta fruta. Ahora venís tú y la tocapelotas de tu hija con que no os gusta dulce. Vaya por Dios. ¿Seguro que no estabas fumada cuando hiciste la boloñesa y le pusiste azúcar por error? Que ya sé yo que os gusta darle al porro cuando cocináis... Puedes añadir a la salsa un poco de vino blanco seco o de vinagre de manzana y rehogarla unos minutos más. O también puedes usar una sustancia extraña que suele contrarrestar el dulzor, si es que la encuentras porque es muy rara de ver. Se llama sal.
Sandra: Mi padre y yo somos fanses (sí, en cursiva) tuyos. Tenemos acaloradas discusiones de si molas más o menos que Homer Simpson y Walter White, pero coincidimos en que estás en el top 3 de personajes del siglo en nuestra lista. En lo que no coincidimos es en el orden apropiado para aliñar una tostada con tomate. Mi padre insiste en que hay que poner primero aceite a la tostada, luego tomate y después la sal, mientras que yo opino que el pan no necesita aliño, y que lo que hay que aliñar es el tomate y sigo el orden: tomate, sal y aceite. Oh, gran Mikel, dinos... ¿Cuál es el orden apropiado?
Querida Sandra, gracias por dorarme la píldora como merezco y por escribir fanses como Dior manda. Tenéis razón en colocarme en el top 3 de personajes más importantes del siglo junto a un dibujo animado y un fabricante de metanfetaminas de ficción, pero os veo bastante confundidos en lo otro. Si lo que queréis hacer es un pà amb tomaquet, claro. Primero va el tomate, frotado contra el pan. Luego la sal, para que se disuelva en la humedad del pan con tomate. Y finalmente, el aceite.
Tierni: Cada vez que mis compañer@s de trabajo se ponen a morder sus reglamentarias manzanas diarias, noto una furia interior inexplicable que me provoca verlos y oírlos masticar manzanas, lo que hace que muchos días me tenga que levantar, buscando alguna excusa para alejarme y que se me pase el 'momentón'. También me pasa algo parecido cuando voy a tomar café con gente y alguien coge la taza con las 2 manitas intentando darse calor… Bufff.
Querid@ Tierni, yo también detesto oír morder y masticar a la gente, e incluso fantaseo con que se les rompa alguna muela o les dé un toronzón en la mandíbula y se queden para siempre como Rockefeller cuando torcía el pico. Los que abrazan las tazas de café con las dos manos para obtener "calor de hogar" despiertan a mi psicópata interior: me imagino dejándolos en medio de la Antártida en bolas con ese mismo cafecito insertado en algún orificio del cuerpo, a ver si les calienta. Y no me preguntes por qué, pero me pongo todavía más furioso si lo que están bebiendo es TÉ. Así que creo que he encontrado en ti un alma gemela, y veo para nosotros un futuro color de rosa compartiendo habitación en la López Ibor y odiando juntos a la humanidad.
José Luis Moreno practicando el fist fucking con Rockefeller.
Antoni: como puedo conseguir que los xips de verduras me salgan realmente crugientes i no como algodones de quitar el maquillaje una vez usados. Por mucho que los retire sobre papel de cocina insisten en su noñez.
Querido Antoni, antes de ponerte a hacer "xips" o "xops" quizá deberías darle un repasito a la ortografía, ¿no? Más que la tercera hora de castellano, a ti parece haberte faltado la trigésimoquinta. Para que los chips de verduras no queden blandurrios, tienes que hacer rodajas finas, secar bien las verduras y freírlas en pequeñas tandas (que no se toquen unas con otras). Debes usar aceite abundante bien caliente, pero no demasiado (a unos 180 grados), para que el alimento pueda deshidratarse en la fritura antes de quemarse. Si son verduras con mucha agua, siempre puedes salarlas y dejarlas sobre un colador entre media y una hora para que pierdan parte de su líquido, y secarlas con cuidado antes de freírlas.
Arabella: Estoy en Sevilla y el azahar ya está brotando como loco en los naranjos; aparte de echar una florecita en la tetera para aromatizar el té verde a la yerbabuena o de poner unas gotas de agua de azahar en la masa del roscón de Reyes, ¿sabes de alguna otra manera de usarlo en la cocina?
Querida Arabella, yo te recomendaría hacer agua de azahar casera, que después podrás usar para aromatizar cualquier bizocho, magdalena o brioche. Imagino que un punto de este aroma también le puede ir bien a una salsa agridulce para un cerdo o un pollo, pero sin pasarte, que si no el olor te recordará al cajón donde tu bisabuela guardaba las fajas.
La bisabuela de Arabella, pimplándose un mojito.
Silvia: Desde hace poco le compro la fruta y verdura a una cooperativa de agricultura ecológica y me llegan unos productos tan frescos y estupendos que me da pena tirar en algunos casos la mitad a la basura. Me acuerdo de una receta de crema de alcachofas hecha con las hojas exteriores que normalmente se desechan que estaba muy rica (aunque era un poco trabajosa, la verdad) y me preguntaba si sabes cómo aprovechar los tallos de las zanahorias o del apio; si tienen propiedades nutricionales, peligros (vete tu a saber si son tóxicos) o si no vale la pena aprovecharlos porque no aportan nada a la cocina.
Querida Silvia, aquella crema de alcachofa me dio más de un dolor de cabeza, puesto que a algunas personas que la hicieron les quedó más amarga que una litrona de Cynar. Supongo que depende del tipo de alcachofa, o de lo frescas que estén, pero lo cierto es que recibí unas cuantas quejas por ella. Los tallos de las zanahorias son muy aromáticos, y se pueden usar en ensalada, en sofritos, en estofados o en el caldo. He oído que también se puede hacer tortilla, pero esto no lo he probado nunca. En cuanto a los tallos del apio, por supuesto que se comen, tanto crudos como en sofrito. Eso sí, hay que tener cuidadín porque son muy potentes de sabor. No olvides que hay más partes desechables de las verduras que se pueden comer: las hojas de la remolacha son deliciosas, y las de la coliflor también funcionan bien convenientemente cocidas.
Tania: Ojiplática me he quedado al encontrar esta joya en el supermercado (en el centro de Hamburgo, para ser más precisa). ¿Nos inventamos nosotros también semejantes engendros en España, sin ser conscientes de ello? ¿Se te ocurre alguno? Me vendría muy bien como revancha después de tanto tiempo intentando convencer a mis amigos alemanes de que una rebanada de pan con chorizo no es una tapa, y que los dátiles envueltos en bacon fritos no son una tapa moderna.
Querida Tania, me encanta este yogur de sangría. Espero que tenga alcohol, para así toñarte en el desayuno o intoxicar a tus hijos a la hora del postre. Yo propondría a estos fabricantes que investiguen el yogur de gin tonic, que seguro que funciona. O ya puestos, el de cazalla.
Carlos: El otro día en la oficina, una persona que en lugar de traer un taper para calentar, como todo el puto mundo, va y mete en el micro un cacho de pesca cruda con alguna verdura dentro de una especie de urna funeraria de silicona. ¿Es de ostia?
Querido Carlos, por tu natural delicadeza deduzco que eres de mi tierra. También deduzco que has escrito al Aló bajo el efecto de alguna droga, posiblemente la más típica de nuestra querida patria vasca. Aunque lo de "pesca" también podría indicar un origen extremeño. Quizá seas un extremeño residente en Hernani, quién sabe. En fin, lo que viste en tu oficina no es un invento del demonio, sino un estuche para cocinar al vapor de Lékué. Yo también era archiescéptico respecto a su funcionamiento, pero he de decir que cumplen y resultan idóneos para hacer pequeñas cocinillas en lugares de trabajo como el mío, donde sólo tengo un cascajo de microondas del siglo XV.
Carlos: Hallábame hace unos días en una comida familiar y, no sin hastío, comprobé cómo las sopas servidas a los comensales tenían una "balsa de aceite" de color anaranjado por encima. Este hecho me hizo recordar platos anteriores, preparados por madres y abuelas, que rebosaban más aceite y grasa que el Prestige: judías blancas que, al ser removidas con la cuchara, dibujaban espirales anaranjadas sobre el característico jugo del guiso. Pescado rebozado con un charquito de aceite sobrante debajo de la pieza. Judías verdes rehogadas que nadan en agua y grasa... Y así. He comprobado que en la mayoría de hogares españoles se piensa que, cuanto más grasa, más sápido será el alimento. ¿Qué le ocurre a las madres y abuelas con el aceite en las comidas? ¿A qué viene tanto exceso de grasas?
Querido Carlos, a las abuelas siempre les han gustado las cosas "que alimentan", y no hay nada más alimenticio (y engordante) que la grasaza. También cuenta con gran arraigo la idea de que en dicha grasa está "la sustancia" de la comida, pensamiento absurdo propio de la posguerra. Dicho esto, es verdad de no hay mejor receptor/conductor del sabor que la grasa, y por eso nuestro paladar manda más señales de gustarraco a nuestro cerebro con las comidas ricas en lípidos.
Luis: ¿Qué compro para cocinar en mi jardín, una barbacoa de carbón o una plancha de gas profesional, bien potente? Un vecino me ha dicho que la plancha da mejores resultados, especialmente con pescados y verduras. Además, asegura que es más sana, ya que el carbón suelta "polvillo cancerígeno" en la comida. Solemos reunirnos unas 15-20 personas y lo que más nos gusta comer son sardinas, crustáceos varios (gambones, langostinos, carabineros...) y sardinas; carnes menos.
Querido Luis, me queda claro por tu mensaje que lo que os gustan son las sardinas, gracias. Vamos por partes: ¿tu vecino es científico? ¿Doctor en medicina? ¿Ha oído lo del polvillo cancerígeno en la sección de Patricia Pérez en el programa de Federico Jiménez-Losantos? ¿O lo ha leído en el Pronto? Porque no veo yo a la gente muriéndose por las esquinas por hacer parrilladas... Pero bueno, ciñéndonos a lo gastronómico, la barbacoa pondrá un punto ahumado a la comida que jamás tendrás en la plancha, por lo que el sabor de tus queridas sardinas será mil veces mejor. Lo mismo ocurrirá con carnes y verduras. Para los crustáceos quizá funcione mejor la plancha, al proporcionar un calor más intenso y permitir una cocción muy rápida. Pero para lo demás, yo apostaría por la primera opción.
Silvana: Mikel, encontre este link y me acordé que siempre buscas carátulas de libros de cocinas graciosas. Hay uno que es The Jewish-Japanese Sex & Cook Book and How to Raise Wolves, que parece que de libro de cocina no tiene nada. Después viene el de la carátula diciendo You've had worse things in your mouth. ¿Qué te parecen?
Querida Silvana, gracias por tu envío, me encanta. Ojalá pudiéramos conocer el contenido de El libro de cocina y sexo judío-japonés y cómo criar lobos. En cuanto a Has tenido cosas peores en la boca, estoy pensando seriamente en copiar a Billi Gordon y utilizar esta gran frase como subtítulo para mi próximo libro, que saldrá a finales de 2014. Por cierto, debo confesar que en tengo en casa una de las obras del enlace que me envías: Tejiendo con pelo de perro. Por qué está allí es una larga historia que contaré en mis memorias.
Sara: Este año me he independizado y estoy aprendiendo a cocinar, y justo cuando empezaba a defenderme en el temilla me diagnostican intolerancias alimenticias temporales. No puedo comer ni trigo (tampoco espelta), ni pollo, ni ternera, ni ningún tipo de lácteos (vaca, cabra, oveja, búfala, unicornio... ninguno). De momento me he apañado, pero llevo mucho tiempo con ganas de pizza y lo de la masa tiene solución, pero ¿qué puedo usar como sustituto para el queso? Me han dicho que tofu pero no sé yo...
Querida Sara, lo del tofu en la pizza yo tampoco lo veo claro, la verdad. Yo te recomendaría o pasar del queso y apostar por otros ingredientes (cebolla caramelizada, por ejemplo), o tirar por los quesos veganos (la pseudomozzarella o los pseudotranchetes). Ni el sabor ni la textura son lo mismo, pero si te tomas cuatro o cinco cervezas antes no notarás la diferencia.
JuanP: Estoy empezando con esto de beber vino y tengo una duda que me asalta el corazón y me hiela el alma. Sólo me queda recurrir a ti, emblema del sibaritismo moderno y del hablar amodorrado por la radio. Todos sabemos de dónde viene la expresión “dártela con queso”, entonces ¿por qué muchos recomiendan como maridaje para el vino precisamente queso?
Querida JuanP, antes que nada darte las gracias por los buenos ratos que nos hiciste pasar en Alaska y Mario, especialmente cuando el camarero te preguntó: "¿La señora va a tomar pescado?". Te agradezco también lo del "hablar amodorrado por la radio": después de leerte mis inseguridades en ese medio han remitido y tengo la autoestima mucho más alta. La expresión "dártela con queso", cuyo origen no todo el mundo conoce como tú dices, viene de los quesos fuertes que los mercaderes ofrecían a sus posibles compradores para dejarles el olfato hecho unos zorros y que no detectaran los posibles defectos de los vinos. Llegado el momento de la cata, no podían distinguir un Don Simón de un Viña Tondonia. En cuanto al maridaje, personalmente creo que al queso le va mucho mejor una cerveza o, como mucho, un blanco, que un tinto. Los quesos azules van muy bien con los vinos dulces, por ejemplo. Pero también creo que cada cual combina comidas y bebidas como le sale de la uva, y que si te gusta el roquefort con tintorro, no debes dejar de tomarlo por mucho que digan los expertos.
Ysabel: Me caso, ¡me caso! Mis amigas amenzan con regalarme la Thermomix, y yo dudo de si la quiero, de si la queremos, de si cocinar con ella es cocinar o es procesar... Y no he encontrado ningún comentario tuyo que me diera luz ante tan complicada decisión.
Querida Ysabel, me suena que en algún Aló anterior ya he dado mi opinión sobre la Thermomix. Me parece bastante útil para a) monguers integrales de la cocina, b) personas que buscan agilizar determinados procesos como picar, rehogar, etcétera, c) cualquier cocinero que busque texturas muy finas en salsas o cremas, d) quien quiera guisar de una forma segura y sin complicaciones. Ahora bien, no me gusta ir a casa de alguien o a un restaurante y notar que TODO se ha hecho con esta máquina: hay pasos que es mejor hacerlos en los fogones, porque si no los platos saben un poco planos o se sienten en la boca como papillas. Date una vuelta por el mejor blog de recetas para Thermomix en español, Velocidad Cuchara, echa un ojo a las posibilidades del chisme y quizá eso te decida.
Jon: ¡Mi compañero de piso está en apuros! Mira qué ha cocinado. Lo mejor es que ha dicho "utilizo los huesos de pollo como barrera para el huevo".
Querido Jon, no tengo palabras para esta pizza demigrante que somete al mismo tratamiento a tres ingredientes -masa, pollo y huevo- que a todas luces necesitan diferentes tiempos de cocción, como sabría hasta el cocinillas más garrulo. Viola todas las leyes de la cocina, y quizá me gusta por eso.
Documentación: Mònica Escudero.