Arte, chocolate y sexo anal

Por: | 03 de noviembre de 2014

CHOCOLATE FACTORY

MATT MATERA

 

Soy consciente de que no todos ustedes lo practican, y de que quizá no sea el tema sobre el que más les apetezca leer una mañana cualquiera. Pero yo me debo a mi profesión, que es el periodismo, y la actualidad me manda introducirme en un terreno tan cenagoso como el del sexo anal. Visto, eso sí, desde una perspectiva artística, que es como se ven estas cosas cuando se quiere hablar de ellas sin que le censuren por salido o chabacano.

Imagino que habrán oído sobre el affaire Paul McCarthy, que no es esa señora que estuvo en los Beatles sino un artista de Los Ángeles que la ha liado parda en París con una escultura inflable gigante titulada Árbol. La obra aparentaba ser un inocente abeto, pero no había que ser un adicto a la guarrerida para identificarla con un butt plug, popular consolador anal cuya traducción literal sería “enchufe de culo”. Los franceses, que no sé qué mosca les ha picado pero han pasado de ser la gente más libertina e interesante de Europa a mostrarse al mundo como unos seres antipatiquísimos que votan al engendro de Marie Le Pen y están en contra del matrimonio gay, se han enfadado mucho al ver semejante atrocidad instalada en la Place Vendôme. Vale, seré justo: no todos los franceses, ni mucho menos, pero sí los beatos, que meten más ruido. No han parado hasta cargarse el pobre butt plug, con lo bien que combinaba con la no menos fálica columna napoleónica de la misma plaza.

La respuesta de McCarthy, supongo que premeditada, no ha podido ser más inteligente. Nuestro héroe acaba de abrir Chocolate Factory, una exposición en la Monnaie de Paris que incluye un precioso bosque de juguetes sexuales y una minifábrica a pleno funcionamiento en la que se elaboran versiones en chocolate de tamaño humano del famoso consolador. Los visitantes pueden comprarlos por 50 euros, llevárselos a casa y mostrar así su disconformidad con esa parte de la sociedad que ve como algo sucio darse placer vía bullate.

Lo que más me gusta de la exposición es que, además de los chocodildos, allí se vende otra figurita de chocolate que me ha tocado el corazón en estas señaladas fechas, en las que empiezo a recibir abominables correos electrónicos promocionales con toda la morralla que vamos a comprar en las próximas fiestas. Se trata de un Papa Noel abrazando un butt plug, que yo leo en clave de advertencia sobre lo que va a hacer con nosotros la máquina del consumo en la próxima Navidad. Ya está en el número uno de mi carta a los Reyes.

Esta columna fue publicada originalmente en la Revista Sábado de la edición impresa de EL PAÍS.

Hay 15 Comentarios

Lo siento comidista, pero esta entrada ha quedado de lo más esnob. Parece el pensamiento único de lo que debe ser guay: si no dices que ese “árbol” es genial, eres antipático, beato, votas a Marine Le Pen, estás contra el matrimonio homosexual, y además eres un mojigato porque ves como algo sucio el sexo anal. Me recuerda la entrada del otro día sobre el engaño a los “expertos” en comida ecológica que dijeron adorar los pinchos tuneados de hamburguesa del McDonald’s creyendo que era comida bio por miedo a parecer que no entendían ni papa de lo suyo. He vivido en París muchos años, y varios amigos míos (y me incluyo, aunque no sea francesa), ninguno de los cuales tiene las características descritas en el artículo encuentran esa “obra” (y siento no añadir “de arte”, pero no puedo, sería demasiado para mi), fea de cuidado y de mal gusto, aunque la hubieran puesto en otro lugar que no fuera la famosa y pijísima Place Vendôme. Pero... ¿que tal tener –y dejar tener- un poco más de personalidad, y poder decir sin temor a ser descalificados por los guays del lugar, que eso que algunos encuentran tan sumamente fabuloso, para otros no es nada más que una caca de vaca? En mi opinión, esto no tiene demasiado "arte", ni es provocador: es ridículo y cutre. ¿Y McCarthy un “héroe”? ¡Hombre, no hace falta exagerar! En todo caso, esta es mi opinión sobre este “árbol” (que además no era tal, el propio autor habiendo admitido él mismo que eso era en realidad un consolador, o al menos jugado con la "similitud"). A riesgo de caerle “antipática” al autor del blog, y a otros.

Chocolate y sexo, tienen mucho sentido, ¿hay algún alimento más sexi que el chocolate? Y si no mirad este pastel, brownie cheesecake de oreo ¡más sexi que George Clooney y Brad Pitt juntos!

http://lesreceptesquemagraden.blogspot.com.es/2014/10/brownie-cheesecake-de-oreo-halloween.html

Si te comes una mona de pascua, le estás comiendo el chichi a una mona? JA-JA

Me parece todo genial, no voy a meterme nada por el hojaldre, pero respeto muchísimo el derecho a hacerlo y más si es de chocolate, jajajaja. Respecto a la polemica, siempre hay gente que no soportando ser los únicos que dan por el culo.

y Holandeses

-vomitivo y de mal gusto-casi chabacano como los franceses e ingleses

respecto al comentario de almayer, me ha recordado que hubo mucha polemica cuando pusieron la piramide en la plaza del louvre, por el contraste con el palacio.Hoy en dia forma parte de los monumentos mas representativos de la ciudad.

No muy lejos de donde trabajo, en el pijísimo séptimo "arrondissement" de París, hay una chocolatería que vende, entre otros dulces menos llamativos, unos falos de chocolate a escala 1:1 de lo más realista. Los hay de chocolate negro, blanco y con leche, para aquellos y aquellas a los que le vaya la variedad: eso si, el glande es siempre rosa. O sea, que en esto tampoco es que McCarthy haya inventado nada...

En cuanto a lo carcundia que anda la población francesa, no exageremos: la inmensa mayoría de la población sigue pensando que lo que haga cada uno entre las sabanas (o en otros lugares menos convencionales) no le incumbe mas que a él y a su pareja (o parejas o grupo). Lo único que pasa es que el sector carca (que siempre ha existido, que se lo pregunten al pobre Dreyfus) acaba de descubrir el vicio nacional de manifestarse, y lo está practicando con la misma afición y abandono que una compañera mía de instituto cuando descubrió el whisky y los italianos...

Chocolate y juguetes sexuales... uhhh que pringe!! jajaja
Eso es cosa para superheroes o supergolosos (la de lametones que se podrían dar, jejeje)

http://hemosvisto.blogspot.com/2014/11/los-4-fantasticos.html

Madre como está la cosa... no se yo si me metería por el ojal algo que se pudiera deshacer!

Pues yo creo que el culo está como vía de salida y no como vía de entrada. Me parece una guarrada. ¿No prefieren una buena "cubana"? ¿Saben lo que es?: http://goo.gl/g9yqqz

Hola Mikel,
En Rotterdam hay una escultura del Papá Noel abrazando el butt plug de Mc Carthy. Con su polémica y su todo, pero ahí está... http://www.sculptureinternationalrotterdam.nl/collectie/permanent/SantaClaus.php?lang=en
Saludos,

Alguien me comentó que el problema con el "arbolito" de McCarthy era la situación. Me vino a decir que si lo hubieran puesto en un arrabal parisino, no habría pasado nada, pero que la plaçe vendome hay que respetarla. Casi me parece peor, la verdad, es un razonamiento muy snob: aceptamos los adefesios siempre que los guays no tengamos que verlos. A mí me hacía gracia el contraste entre las joyerías de la plaza (y su concurrencia) y el árbol-torpedo-sessuá (que estéticamente no me parecía tan feo), pero qué le vamos a hacer si los franceses se han pasado al lado aburrido de la vida...

Pues precisamente el chocolate no parece lo más indicado para fabricar juguetitos sexuales por aquello de que se derrite (sobre todo allí donde no llega el sol, supongo)...

El chocolate se ha convertido en una material noble en el mundo de la escultura y el diseño. Siguendo esta tendencia nosotras hemos hecho un vaciado del huevo de dos yemas, nuestra mascota. http://www.dosyemas.com/index.php/doble-huevo-de-chocolate1

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Sobre el blog

El Comidista trata todos los aspectos de la realidad relacionados con la comida. No sólo da recetas fáciles de hacer, habla de restaurantes accesibles o descubre los últimos avances en trastos de cocina, sino que comenta cualquier conexión de lo comestible con la actualidad o la cultura pop. Todo con humor y sin ínfulas de alta gastronomía.

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es periodista y bloguero, y lo más decente que ha hecho en su vida es crear El Comidista en 2009. Escribe en EL PAÍS y habla en el programa 'Hoy por hoy' de la Cadena Ser, después de haber pasado por Canal +, El País de las Tentaciones, Ya.com o ADN. Aprendió a guisar con su madre y, después, en la Escuela Hofmann, pero sigue siendo cocinillas antes que cocinero.

Mónica Escudero

es DJ, madre, escribe, cocina y pone la mesa para El País Semanal, ejerce de Comidista adjunta, y no necesariamente en ese orden. Dirigió las revistas Barcelonés y Madriz, y colaboró en medios como Marie Claire, SModa, Vanidad, Yo Dona o La Luna. Ha escrito A vueltas con la tartera, y lo que más le gusta es cocinar, la michelada y los gatos (pero no para comérselos).

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