Por Norman Lebrecht
En el teatro Green Hill de Bayreuth La Sociedad de Amigos del Festival ha mantenido una reunión bastante tensa. Han descubierto que el teatro principal se está cayendo a pedazos. “Si no encontramos una solución rápida a este problema, el edificio se vendrá abajo”, comentó Wolfang Wagner en 2010 antes de morir. Podríamos suponer que él ya se había dado cuenta del deterioro cuando estaba al frente del Festival.
Lo cierto es que ahora necesitan 25 millones de euros para la reforma. Quisiera pensar que el gobierno del estado de Baviera pagará una gran parte de esta cantidad, pero estemos atentos a las cartas oficiales con el busto de Richard Wagner en la parte superior y una línea del tipo "sería usted tan amable…".
La Sociedad de Amigos ha encargado -y lo está esperando- un plan maestro. Sin duda alguna llegará del Die Meisterplanners.
Traducción de Virginia Solans.
El blog El Concertino publicará periódicamente una selección de entradas del blog de Norman Lebrecht (Slipped Disc)
Hay 1 Comentarios
Una intervención a fondo en Bayreuth debería ir más allá de la mera consolidación de la estructura del edificio. Que el Festspielhauss esté edificado sobre una "colina sagrada" no implica convertir el sitio en una suerte de reliquia intocable para la satisfacción irracional de los mitómanos. Sin embargo, conociendo a los bávaros, me temo que cualquier proyecto que se acometa estará dirigido a mantener ese aura de comunión espiritual con el maestro y su muy conservadora herencia. Porque lo cierto es que el teatro es feo; los asientos, incómodos; los precios, caros; el ambiente, tétrico; y, en fin, los espectáculos, en general, mediocres cuando no carentes de interés. Es curioso que quien se decía autor de la ópera del porvenir pusiera en pie una institución con tal afinidad por el arte como dogma quasi religioso. En fin, menos mal que la orquesta es buena y la música de Wagner sigue sonando a lo que ha sido siempre: sublime.
Publicado por: Witness | 21/01/2012 21:38:47