Gerard Mortier, en el vestíbulo del teatro Real en 2008. / Bernardo Pérez
Por Norman Lebrecht
El despido de Gerard Mortier como director del Teatro Real es uno de los episodios más feos de la historia de la ópera moderna.
Mortier, que nunca ha tenido un carácter fácil, se ha ganado enemigos a montones por donde quiera que ha ido (Bruselas, Salzburgo, Nueva York, París) y habrá muchísimos que se alegrarán de su caída (aquellos a quienes ha ofendido con su conducta prepotente y muchos más que detestan su estilo de producción posmoderno). Puede que sus enemigos incluso compartan una secreta sonrisa burlona de satisfacción por el modo en que se ha producido su destitución: se dejó que fuesen los periodistas quienes le contasen al director que lo habían echado, porque el Real no podía tomarse la molestia de informarle de forma apropiada y digna. Mortier siempre ha sido bueno utilizando los medios de comunicación para salirse con la suya. Algunos dirán que le han hecho tragarse su propia medicina.
Sin embargo, hay dos aspectos del despido que repugnarán a todos aquellos que piensan en lo que más conviene a la ópera, y a Madrid. En primer lugar, el aspecto humano. La semana pasada, Mortier anunciaba que le estaban tratando de un cáncer en Alemania. Esperaba seguir en el puesto hasta 2016 y le habían asegurado que sus perspectivas de supervivencia eran buenas. Despedir a un hombre cuando está luchando por su vida es indecoroso, poco cristiano e indigno de una organización que afirma representar el lado espiritual de una ciudad y un país. El Teatro Real se ha cubierto a sí mismo y a la ciudad de Madrid de vergüenza e ignominia.
Cuando los abogados de Mortier argumenten que se trata de un despido improcedente, no habrá un solo juez honrado en toda Europa que rechace su demanda por daños con agravantes. Esto va costarle muy caro al Real.
Pero el dinero es lo de menos. En los tres últimos años, Gerard Mortier ha proporcionado a la ópera en España más relevancia de la que ha tenido en los tres últimos siglos. Las nuevas producciones, las coproducciones, los estrenos mundiales – el próximo de Brokeback Mountain - han puesto al Teatro Real en el lugar en el que quiere estar: junto al Real Madrid, en lo más alto.El despido de Mortier condena al Real a un descenso inmediato. Su sucesor, Joan Matabosch, de Barcelona, es un administrador competente, pero la cama en la que se mete todavía conserva el calor de su anterior ocupante. A Matabosch le va a costar que se olviden las desagradables circunstancias de su nombramiento. Aunque fuese Max Reinhardt o Luis Buñuel, nunca reavivará la llama de renovación que Mortier ha traído al Real. Madrid ha marcado un escandaloso gol en propia puerta, uno que va a seguir atormentándola durante muchos años.
* El despido de Mortier y la contratación de Matabosch.
* Entrevista con Gerard Mortier: "No me querían aquí, lo sé hace tiempo"
Hay 14 Comentarios
Coincido plenamente con el Sr Lebrecht en que el despido del Sr. Mortier ha sido vergonzoso. Independientemente de su paso por el Teatro Real, con sus brillos y sus sombras, aunque en mi opinión el balance es muy positivo, no alcanzo a comprender la estupidez y grosería de hacer publico el despido en la prensa antes de comunicarselo al propio despedido, y eso dejando aparte el estado de salud del Sr Mortier.
En fín, otra imagen más al mundo de una España carca y chusca. A veces me pregunto si es que de verdad somos así.
Publicado por: William | 20/09/2013 14:42:09
Pues se despide a gente con cáncer muy amenudo en este país, abocando a muchos a la ruina económica. Estoy de acuerdo que no es de cristianos, pues habría que prohibirlo y denunciarlo sea este tio que no conozco de nada o un ciudadano de a pie.
Publicado por: Susana | 18/09/2013 12:55:33
perdone però creo que el Real Madrid no està en lo más alto, ni de lejos! pero el estilo es similar, eso sí
Publicado por: Ignasi | 16/09/2013 8:02:51
Me parece algo aventurado decir que Matabosch NUNCA REVIVIRÁ LA LLAMA DE RENOVACIÓN...En Barcelona ha sabido renovar el repertorio con la presencia de las mejores voces incluyendo a los nacionales.
Publicado por: Jose | 14/09/2013 21:11:44
Y a todo esto, algunos responsables, "Velan y Campan" a sus anchas sin enseñar la pluma.
Publicado por: Puccini | 14/09/2013 18:20:01
Es fácil decir tonterías cuando uno habla mucho, y lo mismo ocurre cuando lo que hace es escribir otro tanto. Es la única explicación que encuentro a la frase que escribe el Sr. Lebrecht: "En los tres últimos años, Gerard Mortier ha proporcionado a la ópera en España más relevancia de la que ha tenido en los tres últimos siglos" Supongo que un mal día lo tiene cualquiera, pero semejante majadería provocaría algo de hilaridad, si uno no supiese de quien viene esa frase y que busca con ella.
Intentarnos vender que el TR está en primera fila de la lírica por lo que ha hecho hasta ahora Mortier, puede ser aún más ridículo si cabe.El Sr. Mortier, nunca fue una buena elección, bajo mi punto de vista, para el Teatro Real. Su concepto de la ópera, no creo que tenga cabida en una ciudad como Madrid, ni en un país como España.
A esto hay que sumarle su enorme ego, que hace que nada más llegar insulte a los cantantes españoles, resucite a Pilar Lorengar, desprecie al público de Madrid, incumpla los estatutos del TR... y todo bajo la atenta mirada y el silencio complice del presidente del patronato.
Mortier, donde ha ido ha dejado, entre otras cosas: déficit, mucho déficit y muchos enemigos, sobre todo entre los artístas, por su mala aceptación de las críticas.
Que se preparen sus enemigos, porque seguirá disparando.
Pero no toda la responsabilidad recae en él.
¿Quién le nombró? ¿quién lo apoyó? ¿quién ha dejado en mal lugar el nombre del TR, tratando de malas maneras a todos los anteriores responsables del TR? Y eso que se supone que era el garante de las "buenas prácticas"
Publicado por: Puccini | 14/09/2013 18:16:35
Es una lástima que el Teatro Real pierda el título, de ser el único teatro del mundo cuyo director musical, NO es músico.
Y dirán: pero el director musical, eran los maestros, que traía... Bien, vale, pero el cobraba como director musical.
Publicado por: Miguel Medina | 14/09/2013 13:50:52
Quien a hierro mata, a hierro muere.
Mortier entró en el Real a golpe de hierro, cerrando puertas y aprovechando las artimañas del "inefable". Y se va con las mismas. Le deseo una larga vida, llena de felicidad, lejos de España.
Publicado por: Miguel Medina | 14/09/2013 13:47:10
Las formas quizá no hayan sido las adecuadas, pero son las propias de Mortier: a través de la prensa. Mortier fue elegido a dedo por Gregorio Marañón y Marset, el director del INAEM del último gobierno socialista. No fue una operación transparente. Y fue elegido porque Stephane Lissner dijo que no y porque Mortier no fue finalmente a la New York City Opera. Mortier puede sugerir candidatos a sucederle. Perfecto. Todo muy normal. Pero no puede amenazar con marcharse de inmediato si el Ministerio o el Real no aceptan a SUS candidatos e imponen a otros. Eso es creerse un dictador que va a controlar su propia sucesión. Olvida que el "reino" no es suyo. Y que él llegó al trono mediante un golpe de Estado. Mortier usó a la prensa (a El País) para lanzar su desafío. Y se enteró por el mismo medio del fichaje de Matabosch. Deseo que Mortier se recupere de su enfermedad, y lamento que las cosas se hayan hecho así, cuando se podrían haberresulto de un modo más elegante y discreto y sin tensiones, pero un personaje tan prepotente, tan engreído, tan faltón, no se merece nada mejor.
Publicado por: Alberto | 14/09/2013 11:30:06
Madrid ya se cubrió mucho más de vergüenza despidiendo a nuestro gran López Cobos.
Publicado por: laritauk | 14/09/2013 10:08:34
No creo que el dinero sea lo de menos. En España los presupuestos para cultura están siendo seriamente recortados, valga como ejemplo el ERE del Liceu. Sin embargo, el ministerio se enfada con Mortier, le da la pataleta y nos cuesta la pasta a todos los españoles.Así son nuestros gestores culturales y así nos va.
Publicado por: esperanza | 14/09/2013 9:20:53
El señor Lebrecht debería leer el mismo diario para el que publica donde el sr. Mortier amenaza con irse si se nombra a un director que no está en su lista de sucesores. ¿Qué empleado le dice al jefe a quién poner? Así que no es de extrañar que le tomaran la palabra...
¿"Llama de renovación que Mortier ha traido al Real"? ¿Se refiere a las producciones que había encargado para NY y que al final sólo pudo cumplir aquí? ¿O a los experimentos fallidos que se han realizado con el dinero de los contribuyentes?
¿" En los tres últimos años, Gerard Mortier ha proporcionado a la ópera en España más relevancia de la que ha tenido en los tres últimos siglos."? Esto es insultante no sólo para el Teatro Real sino también para otros destacados teatros de ópera españoles, programadores, cantantes, producciones, etc. que han dejado una marca mucho más importante en tan sólo los últimos diez años. El señor Lebrecht denota una clara ignorancia de la historia musical Española, reciente y antigua, al hacer estas afirmaciones; pero tal vez él valora mas la controvesia que los méritos y la calidad artística.
Y ya que habla del Real Madrid, es imposible no remitirnos a la última temporada de Mourinho en ese equipo y compararlo con este culebrón del "Mourinho de la ópera": se marchará echando pestes del medio (cosa que ha hecho desde que llegó),después de haber destruido lo más posible en su paso por Madrid, y pensando que él es "The Special One". Solo le falta preguntar "¿por qué?"
Publicado por: Esteban | 13/09/2013 19:09:12
Totalmente de acuerdo. Mortier es una persona inteligente y preparada, y sobre todo...inconformista. Como se nota que los gestores del Real juegan con un dinero que no es suyo, cuando tengan que pagar la indemnización habrá que exigirles responsabilidades.
Publicado por: M.A. | 13/09/2013 16:59:36
...Veo que al periodista que escribe le gusta el futbol...que ese circo no es lo mismo.
Publicado por: Francisco | 13/09/2013 15:29:36