La cita es este viernes, 21 de septiembre, en Roma. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, va a ver al primer ministro italiano, Mario Monti, en un momento en el que sus países se juegan el aire que respiran, en términos financieros. Monti es un igual, un país grande, una economía grande pero señalada por las dudas de los mercados, con necesidades políticas y financieras dentro de la UE muy parecidas a las de España. La cita tiene un interés indudable. Pero la foto del día puede ser otra muy distinta. Una que recuerda al sonado episodio en el que José Luis Rodríguez Zapatero le pegó una patada en los dientes a la imagen de España al dejarse meter en una mesa redonda en Davos junto a la intervenida Grecia y la agonizante Letonia.