La Sra de Cuenca Vs el Sr de Poo

Por: | 01 de julio de 2013

En jerga de pasillo de cadena de televisión: la Señora de Cuenca es quien manda, es para quien se hacen las cosas. “Queremos que esto lo entienda la Señora de Cuenca”. Entonces, ella es la musa que motiva que la ficción televisiva se destile con chistes comprensibles, populares, y que todo sea digerible por su nieto menor de edad y por su sobrina adolescente. Que su marido no se aburra demasiado, y que todo esto tenga larga continuidad. Bien, pues hoy puedo decir que he conocido a su antagonista, el Señor de Poo, Asturias.

Cuenca1
Señor de Poo (FOTO: Diana Nava).

Hace no demasiado una figura relevante de la televisión nacional me dijo que en ficción, por mucho que nos empeñemos en innovar, al final todo es y debe ser un “culebrón”. Amores, desprecios e intereses en conflicto. Yo le dije: ya desde la Grecia clásica... Ella me paró el discurso. Ni Grecia ni Grecio, CU-LE-BRÓN. Esa misma persona me dijo que Telecinco buscaba una nueva serie familiar, muy tipo Los Serrano. Yo le pregunté ¿pero no acaban de lanzar Familia? Me respondió que Familia no estaba funcionando como ellos esperaban... por eso buscaban algo que escarbara aún más en la fórmula de Los Serrano... “dejarse de experimentos y que por fin le guste a la Señora de Cuenca”. O sea, que Familia no es lo suficientemente familiar, accesible, convencional...

Acabo de regresar de Poo (Llanes, Asturias), porque alguien del Centro de Artesanos de allí nos invitó a proyectar nuestra serie, Nada que celebrar. Una serie que varios directivos españoles catalogaron como experimental, difícil de programar, minoritaria (en el mal sentido) y muy potente para ellos que tienen un gusto afilado, pero incomprensible para sus espectadores (palabras textuales).

A mí me sonó a paraíso poder viajar a Asturias y tener licencia para doblegar los sentidos de sus paisanos durante tres horas, a merced de mi proyección. Sidra, paisaje y proyección, ¿qué más puedo pedir? Pero cuando vi el tipo de “espectador” que hacía cola en la puerta de la Bolera Cubierta de Poo casi me da un patatús: en su mayoría niños y ancianos (también jóvenes, pero menos).

Hace tres años, cuando hice mi primera proyección formal, alguien de la industria me dijo: entendería que quieras salir de la sala... los realizadores no suelen querer estar en la proyección. Pero a mí me gusta estar, me gusta percibir qué gusta y qué no (sufrir), pero la sensación que tuve al ver a todos esos niños y venerables ancianos entrar en la bolera fue de shock. Puedo parecer snob reconociendo mi miedo a que ese público no entienda mis chistes, pero es que Nada que celebrar se diseñó pensando en un público muy urbano (rollito HBO) y la propia crítica la ha definido como "Compleja y metalingüistica, hará las delicias de los amantes de Louis C.K. o Ricky Gervais..."


Cuenca2Proyección en la Bolera Cubierta de Poo.

Y entonces comenzó la proyección, yo sentado al final de la bolera, con las manos en la cara. Me daba pudor y miedo compartir mi historia con ellos, y cada poro de mi piel pronosticaba que alguien se acabaría quejando a la autoridad por proyectar esta “mierda”, y yo saldría de Asturias escoltado por un coche de la Guardia Civil. Y entonces la gente empezó a ver, a escuchar, y a pasarlo bien. No llegaron al éxtasis, pero disfrutaron como uno lo puede hacer frente a la tele; rieron y entendieron todo lo que se le puede pedir una ficción televisiva. Los niños reían con los chistes más picantes, los ancianos con los más sofisticados. Jordi, uno de los actores de la serie, que estaba sentado detrás de un anciano con boina, me dijo que aquella boina no paraba de moverse en los chistes, el tipo se estaba riendo de veras. Y a la salida de la proyección todos nos rodearon con su buen sabor de boca, ganas de preguntar y compartir.

Compartir es la clave. Puede que la Señora de Cuenca sea medio analfabeta (según las cadenas de televisión), pero si no compartes con ella tu “visión de la cultura” (o del entretenimiento) probablemente jamás llegues a conocer que en el fondo ella puede degustar otros matices. Si no compartes con ella lo que a ti te parece arriesgado, puede que eternamente sigas buscando hacer sonar la flauta cual burro de fábula. A la Señora de Cuenca y al Señor de Poo se les presupone de cierta edad y sin estudios, pero han sacado adelante a sus familias, al país, y cuando se sientan a ver la tele quieren que les trates como personas, que intentes hacerles pasar un buen rato, y que no les insultes recreando un amaneramiento formal (Los Serrano) sólo porque una vez se rieron con eso y no crees que ellos puedan dar para más.

PD: Gracias Poo, fue impresionante vivir esta cura de contra-urbanitismo con vosotros.

Hay 4 Comentarios

Y creo que te faltó hablar más con el Sr. de Poo porque entonces, te darías cuenta de que quizás es una de las personas más interesantes que conozcas. Por cierto, se llama Luis Romano. Esperamos que vuelvas a Asturias y sigas conociendo señoras y señores de....;-)

Enhorabuena por vuestro trabajo!!
Gracias por haber aceptado la invitación del Centro de Artesanía de Póo de Llanes (ARTE POO en facebook)
La proyección, ha estado genial.
Hasta dentro de poco esperamos ...

Muy bueno eso de sincerarse con la afición. Yo -siendo tú- también hubiera visto mi-realización-trabajo.
Un abrazo.

Yo viví la proyección, cuando comentaste que no era para menores sólo pudo darnos la risa jajajaja fue una pena que sólo pudiese ir de sábado porque me quede con las ganas del día siguiente. Me gustó, confieso que el primer capítulo me impacto y no me gustó tanto como los otros dos que le siguieron. Pasé un buen rato y cómo no tuve que reirme :)
Enhorabuena por el trabajo y touché por las últimas palabras de la Señora de la Cuenca y el Señor de Poo tan familiar para todos los que vivimos en el Concejo.

Un saludo

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El Hombre Orquesta

Sobre el blog

En esta película de bajo presupuesto el guionista también ejerce de director, productor, cámara y sonidista, cual hombre orquesta. Este blog trata de ordenar el proceso de gestación de la película, además del flujo de ideas, personas y tendencias que bailan alrededor.

Sobre el autor

David Navarro es realizador, guionista y productor hiperactivo. No se ha planteado pedir una subvención ni esperar el visto bueno de una televisión. Compagina los rodajes con la docencia y cosas peores. Desarrolló las series independientes “Oído Caníbal” y “Nada que celebrar”, ambas emitidas en CANAL+.

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