Quiero tu casa para rodar, lo siento

Por: | 09 de julio de 2013

Fantasmaelpais1Primer día de rodaje de Fantasma, en una casa prestada.

Rodar una película low cost es siempre decir “lo siento”. La frase se la escuché a Daniel Castro, autor de Ilusión, quien por fortuna se está abriendo un buen hueco a este lado de la no-industria. Daniel ha rodado una película sobre un tipo naif obsesionado con triunfar haciendo un largometraje musical sobre la transición española. Argumento que sirve de lente de aumento (y distorsión) de la propia vivencia del auténtico director de la película, destinando casi tres años de su vida (real) a este proyecto, e invirtiendo todos sus ahorros en ello. Y le ha funcionado. Ilusión es una comedia realmente sorprendente y degustable, que se ha llevado tres premios del Festival de Cine de Málaga. Pero aún tiene más valor para quienes ahora estamos en esta misma situación, rodando una película sin cuenta corriente. Esta semana se pueden ver los últimos pases de Ilusión en Madrid en la Cineteca.

En el coloquio tras la proyección a la que yo asistí, Daniel habló sobre lo deprimente que es pedir para rodar, y pedirlo todo. Porque no pides para curar una enfermedad, o detener un embargo. Se pide para contar una historia, enlatarla en un archivo de vídeo y tratar de que alguien la vea... Se trata de pedir como si te salvaran la vida, con el objetivo más superfluo del mundo. Por eso tal vez las negativas duelen tanto. Daniel dice que tardó casi dos años en encontrar el videoclub que sale al final de su película, porque cuando obtenía una negativa se deprimía lo suficiente como para no querer volver a intentarlo, y así dejaba pasar las semanas.
 
Videoclub
Daniel Castro en la secuencia del videoclub.


Las películas low cost son lo menos industrial del planeta, porque cada detalle que finalmente sale en pantalla tienes que pedirlo desnudando tu ilusión, reconociendo que algo tan superfluo como hacer una peli es lo que te empuja a pedir favores a auténticos desconocidos a los que el cine puede serles completamente indiferente. En esa situación estoy ahora. Me encantaría escribir narrativa y que todo lo que defino en el guión no tuviera que ser buscado por mis propias manos, pidiendo permiso a desconocidos para hacer realidad mi ilusión. Y, como le ocurre al personaje de Ilusión, hay algo en el creador low cost que le induce a pensar que por algún subterfugio legal del destino, se tiene derecho a pedir favores de rodaje en nombre de la cultura y del propio sueño de crear, una ley oculta de uso personal, o algo así...

Hemos empezado a rodar Fantasma. Aunque este blog nació con el objetivo de hablar sólo del desarrollo de este largometraje, es la primera vez que escribo su título aquí. Fantasma (y esta la segunda). Durante los tres meses que he escrito en este blog me he limitado a pensar en alto sobre qué significa hacer una peli, y seguiré haciéndolo, pero ahora empieza el diario de rodaje, un calvario auto-impuesto con muchos capítulos.

Aunque ya hemos empezado a rodar, lo más complejo por el momento es conseguir las localizaciones. Pedir casas, oficinas, u objetos para grabar, a personas que no tienen nada que ver con la producción audiovisual, abre la humillación del director a otra dimensión. Porque convencer a los actores es relativamente fácil (hablamos el mismo idioma y estamos aquí para lo mismo), a los técnicos es algo más complicado pero si el guión sintoniza con ellos no hay problema. Pero para los dueños de las casas o locales donde quieres grabar, tu película no significa absolutamente nada, no es más que un archivo .AVI que jamás abrirán. De hecho, lo que tú haces no es a lo que ellos llaman “película”. No tienes famosos, no cuentas una historia convencional y tampoco la vas a grabar convencionalmente.

Oscar
Daniel Castro recibiendo un Oscar en el baño.

Los dueños de las localizaciones en las que tú quieres grabar generalmente ni siquiera van al cine, pero cuando lo hacen es como mero impulso de respuesta a la publicidad (vallas, cuñas y banners), no por el cine en sí. Y sin embargo tienen muy claro lo que es cine y lo que no, por eso su cerebro omite entender la palabra “película” o “largometraje” cuando explicas para qué quieres su casa, y en su lugar escuchan “corto”. Hagas lo que hagas, ellos siempre dirán que les has pedido su casa para grabar un corto. Algo pequeño... un hobbie que se te pasará cuando tengas hijos. Pero ya los tengo.

Lo importante es que al final consigues las 23 localizaciones que necesita tu película. Y el revolver, tres coches, y un hotel. Y entonces eres feliz, y te auto-entrevistas explicando cómo lo conseguiste a un periodista imaginario de Le Figaro en el ficticio Festival de Cannes. Lamentablemente ese día aún no me ha llegado.

Hay 8 Comentarios

¡Ánimo, David!. Creo que por los "alrededores-que-me-tocan" todo ha salido bien ¿no?.

Desde mi ignorancia, y lo pido también por favor, ¿por qué no se estrena Ilusión en plataformas como Filmin? Así estaría más cerca del espectador y contaría con el apoyo de una marca referente.

antoni vas, macho, el premio al comentario más estúpido del siglo. Enhorabuena.

Aquí se trata de contar historias y acceder como buenamente se pueda a los mejores medios posibles para contarla. El low cost no es una postura de alguien que se rebela contra el sistema, es una forma de contar algo porque no se puede hacer de otra forma. Para luchar contra los gremlins que los capitalistas nos ponen en los relojes ya hay iluminados como tú. Ten cuidado no te vaya a comer el "sistema" en tu cruzada por la libertad cerebral, eso sí, cuidado con lo que comes, vistes o consumes, no sea que se te contagie algo de neoliberalismo y tu postureo quede en entredicho en las tertulias de los domingos.

Eso de que "las películas low cost son lo menos industrial del planeta" hay que verlo, porque además de parecerlo, hay que serlo. No vale la estrategia "indie" para llegar a Sundance y a la primera oportunidad saltar a los brazos de las Majors, tampoco vale hacer una película con €0 y después verderla al mejor postor, llámese Canal+, TVE, y alfombra roja incluida.
No juzgo este trabajo antes de acabarse, pero siempre pongo mucho ojo cuando el sistema incorpora estos modelos alternativos para volver a reproducirse y aparecer renovado. Las formas del capitalismo son infinitas.

Me siento TAN identificado.

En serio, un aplauso para todos esos señores, señoras y familias, los Peláez, Pérez y demás, que me han prestado sus caravanas, sus coches, sus jardines y sus camas para producir moda, ¡sois los mejores!

Nuestro Centro Social situado en el Cementerio de la Almudena esta abierto a cualquier iniciativa.

Cambia "pedir" por "convencer" y será igualmente responsable, pero no será tan penoso

Ánimo a los autores de cine, "Si las cosas fueran Fáciles, cualquiera las haría", lo decía Anthony Quinn en un anuncio, pero es cierto.

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El Hombre Orquesta

Sobre el blog

En esta película de bajo presupuesto el guionista también ejerce de director, productor, cámara y sonidista, cual hombre orquesta. Este blog trata de ordenar el proceso de gestación de la película, además del flujo de ideas, personas y tendencias que bailan alrededor.

Sobre el autor

David Navarro es realizador, guionista y productor hiperactivo. No se ha planteado pedir una subvención ni esperar el visto bueno de una televisión. Compagina los rodajes con la docencia y cosas peores. Desarrolló las series independientes “Oído Caníbal” y “Nada que celebrar”, ambas emitidas en CANAL+.

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