Mañana de pasillos. Por la presencia de nuevos ministros y por la expectación por el primer enfrentamiento entre Rubalcaba y Soraya Saénz de Santamaría. Ambiente de partido nuevo, de legislatura que se reinicia o, al menos, que cambia de color.
Los del PP más veteranos lamentan el error de haber puesto justo detrás de su portavoz a dos diputados tan hooligans como Ignacio Gil Lázaro y
Rubalcaba, hábil y curtido, ha pillado al vuelo las frases de apoyo de esos dos diputados a Sáenz de Santamaría y ha aprovechado ese error de los oponentes para que quedara claro que si la defienden es porque admiten que han perdido. Un detalle que arruina un debate.
Saénz de Santamaría paga el error de colocar tras ella a dos diputados con ese tono.
La portavoz del PP lo llevaba preparado y ha tenido la fatalidad de olvidarse de levantar el micrófono. Tanto prepararlo para que otro pequeño detalle entorpezca la intervención.
El vicepresidente se ha contenido para no caer en el error de pasarse de dureza frente a su rival.
Y en el pasillo el también ministro del Interior se lamenta del empate del Madrid contra el Murcia.
En el fondo de la sesión de control, se ha visto a un Gobierno que ha abandonado la táctica defensiva para pasar al ataque. Uno a uno, los ministros no han dejado pasar ninguna pregunta para hacer frente al PP. Rubalcaba llamando antisocial al PP; Blanco imputando la burbuja inmobiliaria al PP; Leire Pajín asegurando que el PP no subió tanto como el PSOE las pensiones?.El mismo entrenador, distinta táctica.