Los viernes son del Gobierno. Hasta la oposición acepta que ese día le corresponde por entero al Gobierno para colocar sus mensajes políticos y los medios de comunicación están dispuestos a recoger lo que cuenta el portavoz del Ejecutivo. Es el día que el Gobierno fija posición sobre cualquier asunto de actualidad. No sólo explica lo que aprueba, sino que también expone su mensaje político. En "El Ala Oeste de la Casa Blanca" se cuenta cómo se dejan para ese día las buenas noticias y también las malas. En los últimos años, el Gobierno había cedido ese terreno. Teresa Fernández de la Vega tiene entre sus cualidades la coordinación y el análisis de la última coma del último artículo del último reglamento que se aprueba, pero la comunicación de los viernes no funcionaba. Y el resto de la semana tampoco ejercía como portavoz del Gobierno. Rubalcaba llega para cambiar eso. Su primera rueda de prensa, ensayada ya hace años cuando cada comparecencia de los vienes era una especie de combate con los periodistas, es una prueba de ello. Cada pregunta de entonces era una acusación sobre guerra sucia, corrupción o escándalos. Aquella etapa tan dura le curtió y ahora su misión es la de hacer pedagogía e intentar remontar el desgaste del Gobierno, aprovechando los viernes y colocando su mensaje político.