Fútbol, institución y evolución

Por: | 25 de octubre de 2013


Giuseppecacace afp 2
Gerardo Martino da instrucciones durante el Milan-Barcelona / AFP

El clásico descubre a dos rivales con dificultades. El Barça es un equipo que necesita evolucionar para permanecer en la excelencia. El Madrid es una institución sin rumbo futbolístico.

El entrenador del Madrid, Carlo Ancelotti, pone a Modric como volante por la izquierda porque es lo más parecido a su volante ideal en el 4-4-2. Desnaturaliza a un jugador privilegiando la figura táctica. Hay esquema, forma, pero no fondo. Despoja a Modric y a Isco de lo mejor de su juego para beneficio de una idea de equipo. Me cuesta comprenderlo porque si de verdad quiere jugar con esa idea necesita otra plantilla. El dilema revela una deriva difusa: la institución quiere grandeza a partir de los jugadores pero sin instalar un concepto de juego. El Madrid tiene fenómenos y es evidente que con eso le bastará para ganar muchos partidos. Pero no puede garantizar jugar bien al fútbol.

El Madrid es un equipo híbrido que no me transmite nada. No ensambla. Es la desorientación futbolística la que lo lleva a ser un equipo sin las cosas resueltas y no tanto una merma de carácter. A veces suele confundirse una cosa con la otra cuando los equipos tienen dudas y los engranajes no están definidos. Esto repercute en la parte emocional porque los jugadores empiezan a depender mucho más de los aciertos individuales, la inspiración puntual, el detalle o la maniobra de alguno, en lugar de apoyarse en un funcionamiento colectivo armónico. En el Madrid no todos interpretan el fútbol de la misma manera y un equipo es eso, la relación entre los jugadores, la empatía. El Madrid tiene resuelta la figura táctica pero no una forma de encarar los partidos. No hay una idea central de juego porque no está definida desde la institución. Porque el rumbo futbolístico primero lo define la institución, después el entrenador y después los jugadores. Eso dice la historia de los grandes equipos. Que se construyen de arriba hacia abajo para no entrar en la desorientación.

Juanjomartin efe 2
Ancelotti y Zidane, en el banquillo durante el Real Madrid-Juventus / JUANJO MARTÍN (EFE)

El Barça tiene detalles futbolísticos por corregir. Estos ajustes, por superficiales que parezcan, pueden tener una gran incidencia en el funcionamiento de un equipo que se caracteriza por la sofisticación, y que solo alcanza la armonía colectiva a través de la complejidad. Este Barça carga con la idealización nostálgica del Barça de Guardiola, que parecía que a cada rival, a cada imponderable, le encontraba una respuesta. Aquél era un conjunto inteligente para reaccionar a situaciones coyunturales. Quemaba los papeles encontrando variantes y cambios según el oponente. Guardiola hacía retoques (retrasar a Iniesta, trasladar a Eto'o al extremo derecha, jugar con seis centrocampistas...) que formaban parte del patrimonio del equipo. Reconocía lo que estaba sucediendo y actuaba sin alterar la línea de juego. A este equipo le cuesta identificar qué es lo que tiene que hacer en cada partido. Ahora el Barça carece de aquella riqueza de soluciones, aunque el patrón de juego sea el mismo.

El Barça es objeto de un examen microscópico: se exagera lo que le pasa mientras a los rivales solo se los analiza desde el sometimiento y la victimización. La paliza que recibió contra el Bayern recuerda que los equipos necesitan evolucionar. Esto es lo que Guardiola implementó entre 2008 y 2012. Una evolución constante a través de la búsqueda de modificaciones. Eso es lo que Martino debería intentar nuevamente para elevar el nivel.

Hay 10 Comentarios

Qué buen análisis!
Concuerdo 100%

Qué buen análisis!
Concuerdo 100%

Yo no entiendo mucho de fútbol, pero me gusta ver a los dos equipos cada uno con su estilo. Lo que me gusta menos es ver como hay un equipo que siempre ha ganado gracias a ayudas extradeportivas: http://xurl.es/vebod

Diego, ya era hora que viese una crónica diciendo verdades como cajones. Chapeau, pues. Tienes mas razón que un santo al comentar que el Madrid, es un equipo desordenado, un equipo sin estilo de juego y en fin, un equipo, que gana partidos, pero sin convencer. Soy uno de los antiguos (madridista hasta la médula) que reflexiona con nostalgia el futbol que hacía el equipo merengue durante su época de oro...Allá por los 50 y 60, Di Stefano y compañia jugaban con brio, con enorme tesón, y jugaban hilando fino, muy fino. En fin hoy dia, con tantas figuras, con tantos galácticos, no parece que hayan encontrado el juego apoyándose los unos a los otros, con el fin de crear un estilo de juego...
En cualquier caso, Diego, has dado en el clavo, has escrito lo que muhos periodistas han eludido no ahora, sino durante años que protegieron al Madrid, mimándole como si fuera un baby.
Y ya termino, reiterando mis felicitaciones por tu crónica.
Floren

Muchas ganas de que lleguen ya las seis. ¿Cómo lo vais a ves vosotros? Hay muchas maneras de verlo. Yo aún dudo entre dos. http://goo.gl/m3E7Gi

Subjetividad e impresionismo a chorros! Otro mierda. Por lo que veo, todos los Diegos de este periódico son iguales.

"El Barça es objeto de un examen microscópico: se exagera lo que le pasa mientras a los rivales solo se los analiza desde el sometimiento y la victimización"

Simplemente, perfecto

"El Barça es objeto de un examen microscópico: se exagera lo que le pasa mientras a los rivales solo se los analiza desde el sometimiento y la victimización"

Simplemente, perfecto

Que guapo ves el futbol diego

Los comentarios de esta entrada están cerrados.

El Potrero

Sobre el blog

Aventuras de fútbol

Sobre el autor

Diego Latorre

Diego Latorre. Nací en La Paternal, en la ciudad de Buenos Aires, en 1969. Jugué en Tenerife, Fiorentina, Boca Juniors y Cruz Azul. Gané la Copa América en Chile con la selección Argentina en 1991.

Archivo

mayo 2014

Lun. Mar. Mie. Jue. Vie. Sáb. Dom.
      1 2 3 4
5 6 7 8 9 10 11
12 13 14 15 16 17 18
19 20 21 22 23 24 25
26 27 28 29 30 31  

El País

EDICIONES EL PAIS, S.L. - Miguel Yuste 40 – 28037 – Madrid [España] | Aviso Legal