El conocimiento es la gran posibilidad y excluir a alguien de él es la mayor de las exclusiones, la mayor fuente de desigualdades. No hay modo sensato y con perspectivas de afrontar una situación, cualquier situación, sin el debido conocimiento.
Buscamos saber. Lo necesitamos radicalmente. Lo deseamos “por naturaleza". Son cosas de Aristóteles y son cosas de todos nosotros. No nos referimos simplemente a hacer acopio de información, sino que hablamos de una actitud y de una posición que definen una forma de vida. Y, en común, en comunidad, en ciudad, social y política. Pero desear el saber o reclamarlo requiere crearlo cada día, en cada ocasión, y sostenerlo, con nuestra palabra y con nuestra acción. Platón nos diría tejerlo. Se trata de crear condiciones para una vida digna y justa. Y parecemos olvidarlo, por un procedimiento muy habitual, que es darlo por supuesto. La desconsideración para con el saber y el conocimiento es inquietante y es destructora, más aún si es un proceso global y colectivo.
Nos sorprenden los intentos de abordar situaciones de enorme complejidad que afectan a la concepción de la sociedad, a las relaciones personales, a la economía, al sistema productivo, al desarrollo y al bienestar, desde la insensibilidad para con el conocimiento, como si éste fuera un ingrediente o un aditamento, porque, se dice, hay otras prioridades. Pero es que las más urgentes, el hambre y la pobreza, la miseria y la ignorancia, por ejemplo, no se abordarán con seriedad sin su concurso. Ni el paro, ya que, con razón, tanto hablamos de ello.
Sin embargo, cuando nos referimos a la innovación o a la investigación no faltan quienes tienen una inexplicable tendencia a considerar que son lujos sobreañadidos en tiempos de crisis. Pero son decisivas para cualquier respuesta sensata. Podríamos pensar, sobre todo desde una política equivocada, que ahora es el momento de ocuparnos casi exclusivamente de los asuntos económicos y que ya vendrán posteriormente, si llega el caso, otras atenciones. Pero eso es ignorar lo que significa la economía del conocimiento, olvidar que estamos en la sociedad del conocimiento.
El conocimiento es el principal valor. En primer lugar, para el desarrollo y el crecimiento personales, pero sin duda es la fuente mayor de riqueza, en todos los sentidos. No podremos afrontar la complejidad de la situación actual obviando el conocimiento. Y con una concepción y perspectivas amplias, que incorpore en el corazón de la economía la educación, la formación y la ciencia.
Y, además, el conocimiento es clave para la empleabilidad. No hemos de olvidarlo ni siquiera en estos tiempos difíciles, difíciles incluso para quienes están bien formados. Temas decisivos como la sobrecualificación o la desvinculación de la formación con los requerimientos sociales no deben confundirnos. “A mayor formación, mayor empleabilidad”. No exactamente empleo, dado que ello obedece más a la configuración del sistema productivo, que es necesario transformar, a las políticas públicas o a la potenciación del espíritu emprendedor. Pero en tal caso el conocimiento no deja de ser determinante. También para estructurar la sociedad moderna.
Suele citarse con frecuencia que Einstein afirmaba que “la ciencia es maravillosa si uno no tiene que ganarse la vida con ella.” Esta alusión relativa a las penurias que comporta la entrega es asimismo su reivindicación. Pero para nosotros es a su vez una llamada para que sea reconocida y valorada. Es decisivo impulsar su generación con dimensión social.
El desarrollo y el bienestar están profundamente vinculados a la innovación y a la investigación, a la formación y a la educación. Y aún más, la ciencia ha de ser considerada como una creación humana al servicio de la libertad, la justicia y la equidad. Ello nos llama a no olvidar que el saber es un bien común y que es imprescindible no mercantilizar el conocimiento. Su excelencia es siempre una necesidad y ha de ser considerada con una visión abierta y amplia. Las llamadas ciencias exactas, técnicas, sociales, humanas… son en definitiva posibilidades determinantes de vida. Así que perder o dilapidar conocimiento es ya la mayor expresión de crisis. No digamos, ignorarlo.
(Imagen: Javier Gómez, "Fotos del desierto. Soledad extrema")
Hay 15 Comentarios
AL DESPERTARTE NO ES LO MISMO ESCUCHAR LAS NOTICIAS CARGADAS DE MIEDO Y SIN SENTIDO, QUE DISFRUTAR CON LA (Pasion según San Mateo - Bach) ,LO PRIMERO TE CREARA UNA REALIDAD CAOTICA Y LO SEGUNDO CONECTARAS CON LA ESENCIA QUE ERES, PARA FLUIR Y ENCONTRARLE SENTIDO A TU VIDA.
Uno tiene una erronea percepcion de uno mismo y de los otros,y el otro tiene una percepcion equivocada de si mismo y de ti,siendo esto la causa del miedo y el sufrimiento en el mundo.SOLUCION =DARTE VALOR , INFINITO VALOR, ESO ES LO QUE ERES.
Publicado por: jesus lozano fuentes | 29/02/2012 13:23:26
Propongo a Iñaki Gabilondo volver a tv a diriguir un debate semanal,(no le faltarian ofertas )donde le de cabida y atencion a la juventud desde el valor que tienen en todas sus organizaciones para dar paso a los nuevos paradigmas que ya estan aqui,digo esto por que los debates en tv y la radio estan siempre copados por las mismas personas que siempre nos dicen lo mismo,no dejando espacios a personas jovenes con otras formas de construir y sentir una sociedad.NO NOS PODEMOS PERMITIR QUE GABILONDO NO APORTE E INFLUYA TODO LO QUE PUEDE DAR A LA SOCIEDAD.
TAMBIEN PODRIA PARTICIPAR ANGEL GABILONDO PUES APORTARIA UNA PERPECTIVA HOLISTICA DE COMO QUEREMOS VIVIR.
Jesus lozano fuentes.
Publicado por: Jesus lozano fuentes | 17/02/2012 10:04:54
Es cierto, muchos quieren saber, conocer, cada vez más y más cosas y de todo, con mayor o menor profundidad, pero hoy sigue siendo válido aquello de "conócete a tí mismo" y "gobiérnate a tí mismo".
Deberíamos empezar por ahí o, al menos, aprender en simultáneo de todo y de nosotros mismos. Qué somos, cómo somos y qué deseamos ser, más alla de personas, lo cual ya es ser mucho.
Entonces, aparecen el miedo y la duda, que nos asaltan a cada paso por los caminos que iniciamos, que recorremos. Sin duda el conocimiento nos hace más libres, pero también más valientes, no sé si más válidos para desarrollar la ingente tarea que se nos exige a cada uno: Ser nosotros mismos.
Publicado por: @GarciaCabrerizo | 14/02/2012 21:07:14
Es cierto, muchos quieren saber, conocer, cada vez más y más cosas y de todo, con mayor o menor profundidad, pero hoy sigue siendo válido aquello de "conócete a tí mismo" y "gobiérnate a tí mismo".
Deberíamos empezar por ahí o, al menos, aprender en simultáneo de todo y de nosotros mismos. Qué somos, cómo somos y qué deseamos ser, más alla de personas, lo cual ya es ser mucho.
Entonces, aparecen el miedo y la duda, que nos asaltan a cada paso por los caminos que iniciamos, que recorremos. Sin duda el conocimiento nos hace más libres, pero también más valientes, no sé si más válidos para desarrollar la ingente tarea que se nos exige a cada uno: Ser nosotros mismos.
Publicado por: @GarciaCabrerizo | 14/02/2012 21:07:14
La innata curiosidad de los seres humanos nos ha llevado y nos lleva a adquirir conocimientos, con los que muchos de ellos nos han liberado de esclavitudes.
El Conocimiento como actitud, como un estar en la vida, ha de llevarnos a continuar la evolución en un sentido de liberación más elevado, a una mercantilización gratificante y más liberadora aún.
Gracias profesor.
Publicado por: Sirius | 14/02/2012 16:54:48
No acabo de encontrar el hilo conductor de esta bitácora. Desde el "salto del Ángel" (que en realidad sería el "salto Ángel", si se hace caso a la mención que el mismo autor hace de la cascada venezolana), siguiendo por la exhortación a "pensar" (¿qué o en qué, hacia qué o para qué?), la defensa del "pensamiento afirmativo" (creo que el autor se refería más bien a actitudes positivas; el pensamiento no es ni afirmativo ni negativo), el hablar de "la necesidad" pero defendiendo en realidad la "austeridad" (como si más de media España pudiese distinguirlas en la práctica), una velada crítica al "conocimiento práctico", contrastada con esta entrada de defensa de ese mismo conocimiento práctico (I+D, innovación; pero el autor llama "ciencias" a las "sociales y humanas": que son escasa o nulamente científicas, si se examinan con un mínimo de rigor científico). Me pierdo entre tanta palabra que se me antoja vana e, incluso, contradictoria.
Publicado por: t | 14/02/2012 8:53:33
Eso de que vivimos en la sociedad del conocimiento lo entiendo como que el conocimiento ha pasado a ser el principal objeto de la producción (y a la vez su instrumento o medio); antes fueron otros productos más concretos, tangibles, simples, inmediatos etc., hoy es ese y la sociedad que no lo entienda así quedará relegada.
Publicado por: pepe111 | 13/02/2012 20:40:17
Si hablamos del conocimiento como del conjunto de saberes que aportan al hombre una conciencia más profunda y precisa de su estar en el mundo, nadie podría dudar de que cuanto más conocimiento se acumula, tanto más se beneficia la Humanidad. Visto desde esa atalaya idealista o filantrópica, cualquier esfuerzo individual o colectivo dirigido a tal fin debería ser encomiable. Sin embargo, hay un serio inconveniente para considerar plausible, así, en general, cualquier iniciativa que conduzca a ampliar el conocimiento: el imperativo categórico de la necesidad. Vivimos en sociedades complejas en continuo cambio; las personas requieren las estrategias y los elementos básicos para la vida cotidiana en mayor medida que cualquier avance teórico desvinculado de la realidad inmediata. Un conocimiento en ciencia básica puede tener repercusiones a medio y largo plazo pero, para justificar una inversión considerable de recursos, debe ofrecer la perspectiva de unos retornos que no disocien las perentorias necesidades actuales del encomiable aprecio del saber por el saber. Es decir, el conocimiento debe rendir réditos a un plazo razonable para justificar el desvío de unos recursos que podrían servir para paliar carencias acaso apremiantes.
La inversión en conocimiento, por tanto, debería atenerse a criterios de eficacia tanto como de "fiilo-sofía", de amor por la sapiencia. Y esa eficacia depende en gran medida de la forma en que se organiza el proceso de creación y transmisión de los frutos de la mente. Excesos burocráticos, criterios espurios de reparto, selección inadecuada de aquellos que han de recibir dinero y apoyo... acaban produciendo, en quienes han de sufragar medios y pagar individuos capacitados (los contribuyentes y consumidores,) la impresión de que sus esfuerzos no están suficientemente justificados.
En las sociedades abiertas y dinámicas, no encorsetadas por una excesiva dependencia del Estado y por una ubicua mentalidad funcionarial, la sociedad, por sí misma, pone en valor el conocimiento y retribuye adecuadamente la innovación. Y esto es así tanto porque existe una tradición mercantil emprendedora que no es mirada con recelo por los poderes públicos como porque la excelencia no está limitada por el arbitrio del control político.
España es un ejemplo de cómo el conocimiento queda maniatado por una concepción paternalista de la economía y la sociedad, de larga data, mantenida y aun acrecentada durante el franquismo y todavía presente en gran medida en este periodo democrático, durante tanto tiempo influido o gestionado por el socialismo. Baste un dato para apoyar esta idea: España es el quinto país de la UE en publicaciones científicas; sin embargo, apenas consigue un raquítico 1,5 % en cuanto a las patentes registradas, muy por detrás de los principales productores de ciencia aplicada de nuestro entorno.
http://www.abc.es/20111220/ciencia/abci-espaa-patentes-ciencia-201112201641.html
Publicado por: Witness | 13/02/2012 17:46:59
Impagable, qué altura de miras.
Señor Gabilondo: saludos
Publicado por: juan de dios | 13/02/2012 17:30:30
El conocimiento no viene a desearse “por naturaleza".Una cosa es ser curioso, querer, la mayoría de las veces, chafardear y marujear para pasar el rato, distraerse, tal vez navegar por Internet o leer este blog.Y otra cosa es requerir, molestarse, esforzarse por conocer aquello de lo cual no se tiene noticia alguna.Galileo no se hubiera preocupado nunca de crear un telescopio para mirar a Júpiter y sus satélites "por naturaleza" si no hubiera tenido antes la "necesidad" de ello, una necesidad no precisamente natural, dada( como puede ser el aire que respiramos,la vista o unos brazos útiles para la labranza o para alargar la mano que, como comprenderán ,esto último ya no empieza a ser tan "natural"), sino que, siguiendo a otros que le antecedieron y crearon "esas necesidades", entre los más cercanos a él, Copérnico, fue creada para así afianzar ciertos recursos "ya" entrevistos.Si el conocimiento fuera verdaderamente "útil", estos labriegos y filisteos que ahora quieren cerrar investigaciones, toda innovación y aun desmejorar toda educación hasta cobrar por sacar un libro de las bibliotecas públicas( que, cosa curiosa, es de todo ciudadano aceptar esa decisión y no precisamente del mero "juicio" de los representantes políticos de turno), si esos, como digo, por "naturaleza" y supuestamente como hace todo humano, apetecieran alguna vez conocer( en el sentido de la cita de Einstein aquí traída), esas instituciones serían las últimas en cerrarse o esquilmarlas.Pero como no ven ninguna cosa de esto, como quieren ver sólo lo "sonante"( muy lejos de aquella "soledad sonora" del poeta), creen poder encontrar razones alguna vez para que el éter sea convertido en piedra o tosca.Palpable y, tal vez así llegar a "privatizarlo"( no el verbo actual favorito, sino el hecho actual al alza), como si fuera oro.Es el sueño de cualquier alquimista moderno...Tiene que el conocimiento es algo así como querer ponerle puertas al campo.Y va ser que no.Yo espero siempre que la gente no sea tan "natural".
Publicado por: Rantamplán Malaspina | 13/02/2012 14:56:52
@Germán
Y si dices que está mal comercializar el conocimiento, ¿por qué dejas el link a tu página de clases particulares? Digo yo...
Publicado por: José Luis Castillo | 13/02/2012 14:07:29
Jugar con la educación, es jugar con nuestro futuro como seres humanos.
Lo estamos haciendo mal, hemos mercantilizado todo, y en concreto el conocimiento, una herramienta que debería ser universal.
http://www.aprendemosyestudiamos.com/
http://aprendemosyestudiamos.blogspot.com/
Ánimo!
Publicado por: Germán | 13/02/2012 12:40:50
No sé... Creo que en biología el saber no funciona exactamente como cree la filosofía que funciona. Tengo la sensación de que lo que buscamos es hacer acopio de la información suficiente para tomar las mejores decisiones posibles. Y preferimos tomarlas de modo colectivo, influidos por otra gente y comunicándonos, que de modo individual.
http://www.investigacionyciencia.es/03063636000566/Toma_de_decisiones_en_enjambres.htm
Por tanto, la necesidad de saber se agota cuando se toma la decisión. Y, de hecho, se rechaza cuando el saber nuevo contradice la decisión tomada, especialmente si es una decisión arraigada, capaz de integrarse en la identidad.
No veo el saber como una meta en sí, sino como una herramienta para la toma de decisiones. Al menos en biología (y es que el saber cuesta mucho ATP).
Tampoco veo el saber como una facultad eterna de los cerebros. De hecho, el aprender con facilidad es una facultad infantil. Ni siquiera juvenil... Solo con mucho entrenamiento mental hay gente que mantiene esa capacidad abierta a lo largo de su vida. Creo...
Tengo la sensación de que se crea una mitología notable alrededor del concepto de saber.
Y, en consecuencia, alrededor del concepto de I+D. Invertir en I+D no es ni bueno ni malo. Depende de qué problemas se quieran resolver y depende de qué consecuencias tenga resolver esos problemas de un modo concreto.
La I+D requiere un saber previo al saber. Un saber sobre nuestros problemas, sobre las preguntas. Un saber político acerca de nosotros. Que debe ser anterior al saber científico acerca de las cosas.
Creo...
Publicado por: José Luis Castillo | 13/02/2012 12:06:01
Por desgracia seguimos con una clase dirigente que sólo piensa que hay que trabajar MÁS para salir de la crisis y volver a dónde estábamos. No aciertan ni una, hay que pensar más, trabajar menos, mejor y diferente para colocarnos en un camino nuevo y sostenible.
Publicado por: don blas | 13/02/2012 10:11:06
Como siempre lúcido, magistral, espléndido. Gran docente que combina la enseñanza con su gran sentido del humor. Un saludo
Publicado por: José Luis | 13/02/2012 9:18:41