El salto del ángel

A otra cosa

Por: | 11 de julio de 2014

 Chen-yu-05  UNO

A veces callamos para decir de otro modo, para hacer de otra forma, para lograr lo que solo el silencio dice, para habitar un cierto tiempo, una determinada manera de tiempo. Es un reposo, no simplemente un descanso. También, y muchas veces, sobre todo para los demás. Para ser algo diferentes, siquiera de nosotros. Para lograr aquello que no resulta fácil, y que consiste en no aburrirse de sí mismo. Para huir de esa forma que se caracteriza por oírse decir. Pero no siempre es posible.

En ocasiones se comprende que el silencio está poblado de palabras no acalladas, sino diciéndose. Pero esto es un privilegio que no a todos alcanza. Se dicen, eso sí, en silencio, que no es simplemente una forma de enmudecer. Se agudiza la necesidad de abrirse a nuevas escuchas, las que no se reducen a lo evidente. Y más parece ser una verdadera travesía, la que solo se produce por ir a otra cosa. Se trata de un cierto desplazamiento que no necesariamente supone pérdida o merma de actividad. Hay zonas y espacios de silencio que ofrecen otra fecundidad. No es sin embargo una aventura simple. En cuanto uno se descuida, se vuelve a las mismas.

En cierta medida, nos pasamos la vida yéndonos, y no siempre es fácil saber si se trata de un alejamiento o de otra forma de aproximación. Los mismos asuntos, las mismas cuestiones tal vez están requieriendo algún alivio de la presión de nuestra existencia. También necesitan airearse, esponjarse. No es una desatención, sino una forma de consideración.

No es cuestión de mirar para otro lado, de ignorar hasta qué punto somos instados por urgencias ineludibles, sino de abrir la mirada más allá del limitado horizonte de nuestra vida cotidiana. Siempre hemos de hacerlo, pero en ocasiones prácticamente se impone el quedar anclados en la suerte que parece habernos correspondido. Y entonces la reiteración y la persistente voluntad de quedar fijados en lo que ya estamos produce la ceguera que nos impide contemplar, que no nos permite comprender. No siempre cabe ir a otra cosa.

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La cuestión no se reduce a diferenciarnos de los demás, a ser distintos, sino que el desafío nos convoca a no limitarnos a ser idénticos a nosotros mismos. Ir a otra cosa es cultivar la posibilidad de llegar a ser otros que quienes ya somos. Eso exige en cierta medida hacer algo diferente de lo que hacemos. Esta recreación supone propiciar alguna fuga, que no se restringe a ser una huida o, como suele decirse, una escapada, sino que requiere una traslación que, si puede denominarse interior, es porque no se identifica  sin más con interna. No es tan fácil irse, y menos aún de uno mismo. Ni de incursión, ni de excursión. Incluso se complica el salir de sí hasta poniéndose fuera de sí, que es un modo, a veces bien delator, de ser quien se es.

El peligro es por tanto que, puestos a ir a otra cosa, eso se quede, en efecto, en poca cosa. Ello no significa que no traiga sus alivios, ni produzca sus treguas. Y los necesitamos. Y no menos los demás, respecto de nosotros mismos. Viene a ser en todo caso sintomático hasta qué punto hay quienes, disponiendo de menos posibilidades y oportunidades, logran una diversificación de sí, esto es, de disfrutar y de divertirse, que a veces se pierde en la vorágine de supuestos desplazamientos que en el mejor de los casos suponen un cambio de lugar.

Otra cosa no es cualquier cosa. Ni es tan fácil que lo sea. En cuanto nos descuidamos, es una cosa más, a lo sumo nueva. Pero su alteridad no es una simple alteración, es un verdadero trastorno, que a menudo produce más bienestar que perturbación. Y ello exige toda una acción, tal vez un retiro o una ascesis, para no quedar enredados en la multiplicidad de tareas que somos capaces de tener que hacer. Y si es necesario, las generamos. Ni siquiera es preciso que las inventemos. Estamos tan en otras cosas que  nos cuesta ir a otra cosa.

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Nuestra propia vida parece ya emplazada por desafíos bien establecidos. Hasta las carencias están tipificadas. Queda entronizado incluso el catálogo de lo molesto, y no pocas necesidades  están no solo propuestas sino impuestas, y dictan obligatoriamente su implacable ley. Eso no significa que no las haya, y bien específicas, aunque sorprende su elástica capacidad de expandirse hasta desbordar siempre lo ya conseguido o dispuesto. Ensanchar los límites de lo llamado necesario no siempre es una conquista social.

En todo caso, hay mucho que lograr, y el ajetreado ritmo de las tareas podría inducirnos a pensar que estamos en lo que importa y corresponde. Tal vez conviene ponerlo en entredicho, procurar la suspensión en la que cuestionarlo. Vamos y venimos con tal frenesí que no siempre comprobamos hasta qué punto nos limitamos a volver al lugar del que partimos. No es la peor de las posibilidades, pero sorprende este desaforado trajín de lo igual.

Sospechamos que podría tratarse de otra cosa. Que encaminados en la suerte de nuestra existencia quizá sea preciso procurar un verdadero desplazamiento. Cuando Cicerón y sus amigos se retiran a Túsculo para ejercitarse en el paseo, en la lectura, en la conversación, en la escritura y en la meditación, en última instancia propician una forma de amistad, de philía. Esta, no pocas veces se extravía, y no solo en los avatares de las ocupaciones, sino en el olvido de formas de vida atractivas y siempre en cierto modo por venir. No es este el exclusivo camino, como tampoco se trata propiamente de un único o sagrado lugar, pero apunta en la dirección adecuada al subrayar que para que quepa otra cosa es precisa alguna suerte de ir. Y ello supone, de ahí el privilegio, poder provocar algún modo de interrupción, y otro mirar.

(Hasta finales de agosto El salto del ángel permanecerá en silencio)

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(Imágenes: Pinturas de Chen-Yu)

Hay 60 Comentarios

Chesed, aun seré tu señora, está bien así? Esto és de púas, sweatheart?

Chesesd, O que és esta cosa "de púas", baby? Quiere decir que yo soy arrogante? Mala? Soez? Por favor, baby, explicame

Bueno, Venecia, esto explica lo de las púas.

Chesed, donde está la cancion, cariño? A mi me gusta mucho las canciones y escucharé com humildad y resignacion. Yehudah se fue con Harum al Rashid.

Venecia, la cuestión es ¿señora de quién? Te dejo una canción. Escúchala con humildad porque de todo se aprende. Un abrazo a Yehudah. Y otro para ti si bajas las púas.

O silencio tambem pode ser uma forma sutil de covardia. Um coração puro e generoso leva anos para reconhecer um covarde.

Chesed, tienes toda la razón. Mentiras son horribles. Besos de Yehudah! Mejor no fantasear nada, o hacerlo con una persona en la cual saibas lo mínimo de su vida. Dejar de ser una nena para ser una señora...

Hace un mes y medio que no veo a mi hijo. Y con el cinismo habitual "ten paciencia" . No voy a avanzar si no es en equilibrio. Así que o nos apoyamos todos o a otra cosa.

Mahoma, Mohamed, Mahatma, slm, islam, salam, shalom... me gusta esa música

"Tu museo cabía en la memoria de un pájaro feliz"
De "Tú, la más imposible", Olga Orozco

Pero Venecia ¿cómo vamos a confundir mentira con fantasía? ¿qué efecto produce la primera en el cerebro se quién la dice? Analicémoslo con calma no sea que el razonamiento haga aguas

Con la mente en blanco
aparecen las respuestas
como la tinta invisible

En el Retiro los murciélagos
sobrevuelan las cabezas de los cisnes
que comen ensalada de acacia

Si el pensamiento te parece una cárcel ¿quizás estás pensando demasiado?

Buenas noches Ángel, en primer lugar quería felicitarle por el blog, sin duda el resultado es excelente y su lectura muy enriquecedora y placentera. En segundo lugar, le quería dar la enhorabuena por todos los logros que como filósofo ha conseguido en su trayectoria profesional y personal, porque uno es filósofo las 24 horas durante los 365 días del año. Le escribo para pedirle un consejo, como aquél que le pidió Sócrates al Oráculo de Delfos cuando dudaba ser el más sabio de Atenas, cuya conclusión fue "sólo se que no se nada". Verás estoy licenciada en Filosofía por la USAL desde el año 2010 y en mayo de este año me licencié en Derecho también en la Universidad de Salamanca, en segundo de derecho cursé el Master de Profesor de Educación Secundaría Obligatoria y Bachillerato en la especialidad de filosofía en la misma universidad obteniendo la mejor nota de mi promoción, hablo nivel medio de inglés y un poco de francés. Le resumo mi trayectoria académica porque soy consciente que la formación de una persona debe ser constante durante toda su vida profesional, pero creo que ya me he formado lo suficiente para conseguir un puesto de trabajo acorde a mis estudios y que me permita adquirir experiencia. El consejo que le pido es que me oriente un poco profesionalmente qué camino he de tomar ahora para poder ejercer ambas carreras tan importantes y que me permita poner en práctica los conocimientos adquiridos. Estoy muy desorientada, he pedido consejo a profesores, familiares, personas mayores… y nadie me ha ayudado. Sé que es una decisión que debo tomar yo, que nadie mejor que yo sabe cuales son mis inquietudes pero ambas carreras me encantan y lo que ahora quiero es saber qué profesiones o profesión me va a permitir poder poner en práctica las dos y seguir creciendo tanto intelectualmente como profesionalmente, esa profesión que me haga sentir "plena" y "satisfecha" de poder ejercer las dos. Me apasiona la docencia, explicar filosofía es mi vocación, pero ahora que estoy haciendo las prácticas en un despacho de abogados me he dado cuenta de lo maravilloso que es el mundo jurídico, pero también me he dado cuenta que si no fuese por el blog que estoy escribiendo (La cortesía del filósofo) desde hace un año y los libros que leo de filosofía, la filosofía no la estoy ejerciendo como me gustaría, ni valoran que tenga esta carrera como debería ser. ¿Qué camino cree que debo tomar? ¿qué haría usted en mi lugar? Le escribo de parte de una compañera perdida. Perdone mi discrecionalidad de contarle todo esto a través de un comentario en su blog, pero al verlo he pensado que no le molestaría ayudarme o simplemente darme su punto de vista, le estaría muy agradecida y para mi sería un honor recibir un consejo de un pensador como usted.
Espero que tenga unas maravillosas vacaciones si todavía nos la ha tenido, un cordial saludo.

El silencio ante los demás puede implicar una abrumadora elocuencia ante uno mismo. El silencio es una ausencia de expresión sonora, no una falta de discurso interior. Pobre del que no tiene nada que decirse cuando calla. Pobre del que no acierta a nombrar lo que su conciencia dice con estruendosa voz interior. Esa ausencia de expresión propia convierte en extraño el ámbito del sentimiento porque excava un abismo de incomprensión que traga cuanto acontecer cotidiano intenta acceder al yo silente. Hay un puente de palabras no dichas con el que es posible salvar esa sima vertiginosa, un discurso encadenado que cabe mantener sobre el vacío de la perplejidad haciendo de la razón un eco resonante. La cuestión es que, al dar forma al tránsito entre la comprensión del mundo y la comprensión del ser, descubrimos que cualquier pretensión de anudamiento a la realidad que nos envuelve apenas se asienta sobre los extremos inseguros de una percepción limitada y una introspección insuficiente. Ni vamos, ni volvemos; ni huimos, ni permanecemos. Estamos, simplemente; procedemos a consolidar un vínculo extenso entre la sensación de vacío y la derrota del entendimiento. Por eso la emoción no complementa sino que sustituye en muchas personas a la razón; en el silencio por impericia del sentido, la tentación inmediata surge de una plenitud aparte de cualquier cavilación, de cualquier constatación sobre la evidencia de una memoria escasa o de una imaginación tópica. De esta manera,las cosas aparecen silenciosas en tanto carecen de un vínculo con la memoria pero, en cuanto ésta las reconoce, empiezan a dialogar con la psique para presentar el tema de una afirmación personal, a menudo muda: la pasión desbocada que amilana a la razón.
Y es que nosotros, cada uno en sí mismo, somos la “cosa” de la que resulta imposible escapar, ni aun a través de los puentes de plata de la enfermedad o del delirio. Estamos sometidos al dictado del cuerpo en sus distintos avatares y vicisitudes; resulta harto difícil argumentar contra las proposiciones inmediatas que nos plantea el imperioso atavismo cuando no podemos analizarlas en el silencio interior. A veces, sin embargo, algunos llega a mantener con la materia orgánica que nos ha sido impuesta un fructífero diálogo porque alcanzan a discernir los componentesdel mutuo reconocimiento en la misma materia compatida:“Corps, mon vieux compagnon, nous perirons ensamble./Comment ne pas t’aimer, forme à qui je ressemble/Puisque c’est dans tes bras que j’éntreins l’univers.”(De un bello soneto de Marguerite Yourcenar)
Por este motivo, cabe desear la búsqueda de ese silencio en que el monólogo de la razón se transforma en dialéctica de la existencia; la experiencia del reconocimiento, en expansión del yo para hacerse más comprensivo, abarcador. Cuando el ser callado se descubre, también está descubriendo los límites del silencio y cómo la locuacidad sonora, el habla apenas meditada puede, al cabo, resultar completamente vacía de sentido. En tales ocasiones, comprobamos cómo el silencio puede no ser una ausencia, un simple opuesto de la palabra articulada o el sonido organizado sino, en sí mismo, una realidad con entidad propia capaz de comunicar no sólo sentido sino también expresión.

"Há duas raças de gente com as quais me simpatizo: menriroso e doido, porque eles são primos legítimos dos escritores" - Ariano Suassuna (1927-2014)

Mentiroso compulsivo... Inteligente e culto. Quase sem sotaque. Repetidas vezes... Repetidas mulheres... Casadas, as melhores. As vezes provoca dor nelas...E sente culpa e silencia fazendo ela acreditar-se culpada. Om Mani Padme Hum!

Generar expectativas és tortura para mi o para ti, mi amor Andaluz? Eres parte de mi inmaginacion, de mi cabeza fantasiosa. Aun tengo esperanzas de veerte de nuevo, mismo con las mentiras. No eres Andaluz? No pasa nada! Quieres que me vaya como muchos de estos blogs?

"Everything under the sun is in tune. But the sun is eclipsed by the moon". Do not blame yoursef too much about lies...

Cuando se restituya la confianza, cuando vuelva a tener valor la palabra, hablaremos

Todos somos inocentes hasta que se demuestra lo contrario (optimismo aplicado a la ley). Pero si se demuestra lo contrario se denuncia (realismo aplicado a la ley). Las mentiras sistemáticas tienen el efecto de pulverizar la confianza. Entonces generar expectativas es tortura. La tortura es ilegal. Sólo valen los hechos

El dinero es el símbolo del poder (efecto) pero la información es poder (causa) ¿Qué pasaría con el dinero si empezásemos a redistribuir la información?

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Sobre el blog

El salto del ángel es un espacio de reflexión, de pensamiento sobre la dimensión social y política de los asuntos públicos, sobre la educación, la Universidad, la formación y la empleabilidad. Busca analizar los procesos de democratización, de internacionalización y de modernización como tarea permanente, con una actitud de convicción y de compromiso.

Sobre el autor

Angel Gabilondo

Ángel Gabilondo Pujol es Catedrático de Metafísica de la Universidad Autónoma de Madrid, de la que fue Rector. Tras ser Presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas, ha sido Ministro de Educación.

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