El salto del ángel

La claridad

Por: | 17 de febrero de 2015

Time_mended

La absoluta transparencia, tan necesaria, permite a la par acceder también a lo que, una vez transparente, nos confirma que no es traslúcido, y no siempre por ocultación. La claridad y la distinción no son solo un anhelo cartesiano. Deseamos, necesitamos, ver y entender. Y saber. Efectivamente, en ocasiones sería suficiente con una mayor transparencia y luminosidad. Sin embargo, a pesar de la más decidida voluntad, no pocas veces no es fácil que todo resulte claro, lo que no impide, antes bien exige, que haya de buscarse con insistencia. Sin embargo, ni siquiera siempre podría deberse a la opacidad. A plena luz del día, una cierta bruma, una niebla, una nubosidad, una distancia, o cierta perspectiva parecen complicarlo todo. Pero ello alienta más la determinación.

Quizá no se trate de eso y la incertidumbre y la perplejidad se correspondan con la complejidad de lo que pretendemos tener claro. Tal vez, eso que nos resulta enrevesado, o lo que vemos incluso turbio, es sencillamente así. Tendemos a pensar que es porque se nos ofrece alterado, emboscado, pero cabría suceder que lo que encontramos brumoso simplemente lo sea. No es cosa de hacer de tamaño planteamiento una excusa para la permanente difuminación o esfumación de la claridad, pero tampoco conviene mantenernos en la ingenuidad de que pensar lo que ocurre es siempre y solo aclararlo.

Y en este terreno se desenvuelven las decisiones que constituyen nuestra existencia. Aguardar a que todo se presente claro y sin fisuras para actuar es un pretexto para no hacerlo. No es cosa de animar a la desaforada y desconsiderada actividad, o a la falta de reflexión o de análisis, pero asimismo el absoluto e incontestable asentamiento en la seguridad, como condición para la acción, puede ser un subterfugio para liberarse de ella. Y la cuestión es desenvolverse en la línea que no confunde esta voluntad de tener las cosas claras, como se dice, con precipitarse a liquidar su complejidad con cualquier posición simplista, que entenderíamos como clarificadora.

Merecen reconocimiento quienes tratan de dilucidar y nos ayudan a hacerlo. Precisamente por ello la vida es el permanente proceso de aprender a elegir, y a hacerlo argumentada y justificadamente en contextos no siempre ya perfilados. De ahí que la transparencia haya de ser asimismo la de los motivos de las acciones. Solo así la comunicación que alienta nuestras relaciones se sostiene en la tarea conjunta de ofrecer la máxima claridad, conscientes a su vez de que ello no elude las complicaciones de cada situación, ni ha de ser una coartada para la parálisis.

 

Refraction-3

Nuestra propia vida presenta para cada uno de nosotros resistencias a la total claridad. No precisamente por fingimiento, ni por falta de voluntad o de decisión, ni siquiera por una necesidad de sobrevivir a la aceptación de los errores que siempre, de una u otra forma, todos cometemos. Somos también lo que hacemos, o podríamos hacer o haber hecho, mejor. Ni siquiera la existencia individual se nos ofrece con radiante luminosidad. Algo, y a veces no poco, se hurta a la absoluta apropiación y comprensión propias. De ahí que, salvo arrogancias un tanto ignorantes, no acabamos de sabernos y de tenernos nunca del todo. Y no siempre por falta de sinceridad o de carácter. Ello no impide que lo persigamos, o que lo necesitemos, o que nos sintamos convocados a decirnos lo más claramente posible lo que entendemos como las verdades de nuestra existencia. Aún así, ni la máxima luminosidad, ni siquiera una iluminación, podrían disipar las sombras que forman parte de la acción de la mejor luz.

Y en ese terreno se desenvuelve la existencia de cada quien. La permanente búsqueda de la máxima claridad podría incluso toparse con esa luminosidad que, por exceso, impide ver a los liberados de la caverna de Platón, al carecer de esa impenetrabilidad y resistencia de los cuerpos y de los objetos imprescindible para ser vistos. Mientras tanto, perseguimos con buenas razones la máxima trasparencia.

 Por otra parte, lo que denominamos los hechos y su carácter irrefutable alcanza diversos niveles según su carácter incontestable. Precisamente por ello no solo requieren visión sino reflexión y consideración, y un relato, siquiera mínimo, una comprensión. Es ahí donde el juicio adecuado y ajustado ofrece el mejor enfoque de los mismos. Y donde, incluso para lograrlo, precisamos no ya unos ojos prestados, sino una mirada compartida, a la que a su vez se accede por deliberación y a través de una decisión.

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Tal vez ello explique por qué la transparencia exige asimismo una tarea colectiva, que es la que permite participar, elegir y decidir, que es lo que propicia ver, y no tanto la presupuesta luminosidad de la existencia. No se trata solo de hacer algo visible, es cuestión de lograr ser capaz, de ser capaces, de ver.

No es cuestión, sin embargo, únicamente de asistir al espectáculo de lo que, por fin, ya se deja ver. Ni de limitarnos a explicarlo o, en su caso, a enjuiciarlo críticamente. La verdadera consideración implica una consistente intervención. Y hasta tal punto, que solo con ella la contemplación no se reduce a pasiva asistencia a lo sucedido.

La participación logra sus más fructíferos efectos cuando aborda no solo los hechos, sino que atiende a las condiciones de posibilidad de que se produzcan. Así, el ver no se limita a lo visto, sino que enfrenta lo que hace que venga a suceder. La tarea no es, por tanto, la titánica labor de un visionario, sino la realizada conjuntamente, con firme determinación, para que la claridad no sea una aparición sino el logro de una tarea minuciosa y pormenorizada, una resolución común y compartida. Lograrla, en medio de tantas dificultades, supone asimismo la puesta en marcha de un proceso decidido para abordar las causas que la impiden, desde la constatación de que no todo es por sí mismo pura luminosidad. Pues, precisamente por ello.

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(Imágenes: pinturas de Susan McAlister. Time Mended, 2014; Refraction 3, 2014; New River, 2014; y New Views, 2014)

Hay 26 Comentarios

Pues de lo que he leído hay un párrafo que me ha llamado la atención y me ha gustado y es el siguiente: "Aún asi, ni la máxima luminosidad, ni siquiera una iluminación, podrían disipar las sombras que forman parte de la acción de la mejor luz", me parece un pensamiento muy bonito y certero, las sombras también forman parte de la luz, y hay que tenerlas en cuenta porque son reales y la acompañan, ¿qué vida es perfecta?

Yo creo que la necesidad de tener claras todas las variables, escenarios y entornos, a la hora de acometer los procesos de toma de decisión en la dimensión sociopolitica, esta directamente vinculado con la falta de seguridad y autoestima de los individuos, por el excesivo protagonismo y arraigo en la sociedad de la aplicación de la teoría de la elección racional, y finalmente, por la penalización continua que hacemos sobre el error y el fracaso, circunstancias todas ellas que condicionan sobremanera el proceso estándar de toma de decisión y que desgraciadamente llevan a la laxitud y la inacción como mecanismos de supervivencia social.

He leído hoy su entrevista en El País. Por eso me decido a escribir este comentario. Lejos de gustarme los focos siempre me han tentado las causas perdidas, subirme a los barcos cuando hasta las ratas los abandonan. Hasta hace unos poquitos años, en los que he sentido que, aunque jamás dejaría de votar, el único voto válido era el voto nulo: no estoy en contra del sistema, sino de quienes lo han corrompido. Hasta hoy. "Aguardar a que todo se presente claro y sin fisuras para actuar es un pretexto para no hacerlo". Espero que cuente con muchos como yo, decididos a no dejar que el barco se hunda. Gracias por sus reflexiones. Hoy, en el mundo del click, son más encesarias que nunca.

Le conozco hoy. Yo ni siquiera sabía que era usted metafísico o que había sido ministro de Educación y que gozaba de tan excelentes propósitos para la vida de la polis, aunque en cuanto le miré me dije: 'este hombre tiene ojos de ser humano'. Yo he pasado gran parte de mi existencia arrebujada en el tiempo de la physis pero le escucho decir que hay que quererse mucho y gustarse poco y siento que la duda que últimamente me corroe sonríe. Le sigo. Pero le leeré en voz alta si a usted no le importa. Como en alguna ocasión, pintada de calva, me sucedió con Séneca y su Lucilio. Le deseo que se sienta bien.

Claridad en el pais de las tinieblas?
En ese que sigue sin admitir quien es?
La "clef de voûte" no es una panacea.

Es un trabajo de largo recorrido que nadie quiere iniciar en esta España post-franquista, en la que la mayoria se invento un pasado legitimo para estar en condiciones de seguir mandando o, de listos avezados, que iniciaron una singladura hacia ninguna parte con la ingenuidad de los españoles como mano de obra para remar...


No nos salvara la metafisica.
Nos salvara el realismo y la aceptacion de lo que somos para poder cambiar... de mentalidades, de modelo economico y sacar el valor de los politicos del Pantéon donde desaparecio cuando la reforma perdio frente a la revolucion en aquel lejano 1936.

La mayor revolucion es la de los moderados. La de los que consensan pasos y visiones!


A pesar y en contra de todos, digo que el capharnaum del exilio (PSOE y PC, sobre todo) y la carencia de sinergias entre el exterior y el interior, crearon este mundo oscuro del que nos tarda salir.


Claridad es decir que la C78 era solo una salida pragmatica del ostracismo politico y la condena internacional.


Claridad es admitir las realidades nacionales de España.


Claridad es separar a la Iglesia de la politica de una vez por todas.
Tienen los partidos democristianos para defender sus convicciones en el agora de todos!


Claridad es condenar sin eufemismos, los corruptos y la codicia.

Claridad es cambiar la metodologia de partidos e instituciones...


Hay tantas cosas que necesitan luz y taquigrafos en nuestro pais...


Luz!!!!!! Para que haya claridad e inteligencia para cambiar las reglas del juego en buena inteligencia en un pacto "win-win" que limpie todas las telarañas y crucifijos teresianos que nos terrorizan desde el siglo XVI.


Abrid las ventanas! Que entre la luz y el aire fresco!


Dejaos de metafisica y dad paso a la Ilustracion, a los empiricos, a Spinoza, a logica Hegeliana, a Camus!


A Camus, que ponia al hombre en el centro de la ecuacion, por encima de ideologias e intereses.


Abridle la puerta, al fin, a Ortega y Gasset. Aquel que lleva denunciando nuestra carencia de voluntad (los poderosos, sobre todo) de dar a luz a esa reforma que no solo cambie a España y su organizacion territorial sino que cambie las mentalidades (con fuerza de ley) para que, después de 4 siglos, empecemos el camino que las democracias iniciaron en aquel siglo XVII tan productivo para la sociedad europea, de la que España se autoexcluyo predicando la ignorancia de la religion, frente al conocimiento y la humanidad que trajeron aquellos pensadores que fundamentaron la democracia occidental.


Tenemos donde escoger para no equivocarnos! Lo intentaron todos de diversas maneras ante de llegar a lo que son ahora.

La claridad debe servir para que caminemos juntos a favor de algo, como lo hicimos (los españoles de a pié) en la segunda mitad de los 70, pero esta vez, los politicos e intelectuales tambien tienen que tomar parte en el viaje.


Todos a favor! y no todos contra todos como ahora!

La luz y la claridad son totalmente necesarias allí donde todo es caótico, donde la sinrazón y la enajenación empiezan a manifestarse y en donde las luchas titánicas por el poder son capaces de causar las mayores de las irrealidades, aquellas que no podemos ni debemos imaginar.

Una necesidad existencial empujada por la malformación racional (en proceso) lo que nos ansía a querer vislumbrar la claridad.
Pero es posible que solo podamos pretender la claridad como una actitud. No es que no haya que indagar en la complejidad sino que además hay que reconocer que, nuestro pensamiento, nuestro método racional de reflexión se limita con sus propias reglas y su propio juego.
Si ese mismo juego pudiera ser planteado como una simple actividad de la imaginación tendríamos más herramientas con las que contemplar la claridad, o clarificar. Eso siempre y cuando se pueda tener la voluntad de reconocer que la imaginación no corresponde únicamente a la imagen mental de un objeto, sino a la capacidad de crear y amplificar los mapas y las fórmulas mentales clarificadoras.
Es la acción de clarificar una actitud de búsqueda constante de nuevos métodos y herramientas que sostengan lo etéreo.
Humildemente pienso que es la enfermedad del juego racional lo que nos ha introducido en un bucle teórico que difumina la atemporalidad de nuestro entorno.

"Mirada compartida", "conjuntamente", "resolución común y compartida". La verdadera asignatura pendiente de los españoles es el trabajo en grupo. Un reto para la Educación.

El acuerdo es clave para la transformación de la sociedad” http://elpais.com/elpais/2014/09/10/videos/1410371698_513938.html Esta sentencia de Angel Gabilondo es conceptualmente la clave de bóveda, esa dovela central que soportando las tensiones opuestas de cada arco político- ideológico da estabilidad a la construcción de la bóveda social bajo la que encuentran cobijo protector todos los ciudadanos. Siendo Ministro de Educación, Gabilondo invocó al consenso y al acuerdo en su intento para lograr el tan necesario por imprescindible pacto educativo en nuestro país. Cedieron las cimbras que aseguraban el frágil e inacabado pacto de la bóveda educativa al retirarse el PP en el último momento de la dovela del acuerdo provocando el hundimiento de áquella. La “real politik” del PP volvió por sus fueros , salió el PSOE por sus propios méritos del gobierno y Gabilondo volvió a su Metafísica y como Ángel Metafísico nos deleita desde entonces con su cívica pedagogía, sus libros y sus “saltos “ de Ángel inquieto. Pero me temo que por poco tiempo. Los nuevos arquitectos hundieron todas las bóvedas del templo del Contrato Social que ya los anteriores dejaron cimbreando, y son ahora éstos mediocres políticos los que invocan al Metafísico para que les devuelva a sus orígenes y causas primeras. Volvemos al principio: ¿será otra vez la filosofía (ciencia primera) la que nos ilumine y nos indique el camino correcto? Suerte Ángel, admiro tu intento honesto de construir un “mejor cielo imperfecto” pero no vayas a sucumbir por ello en el “peor infierno ” de angeles caídos –los llaman demonios- , antes, agita tus alas y vuela lejos… muy lejos

La claridad?
La echa Vd. de menos porque vive en un pais que construyeron con mentiras, dinero escondido y señalando a los demas, por no perder costumbres atavicas.


Claridad es alzar la voz y hacer saber que uno esta indignado.
Claridad es no obedecer a la jerarquia cuando la decencia ya es solo un recuerdo.


Claridad es oponerse a las masas, prontas a maldecir y criticar y lentas a rectificar.


Claridad es darle vida oficial a los 200.000 muertos de las cunetas.


Claridad es meter en la carcel a los que incumplen la ley fueren ellos presidentes o soldados rasos.


Probablemente claridad y verdad son conceptos caducos en un pais que se contruyo una democracia amnésica, tramposo, aquella que lo justifica todo y solo condena a los demas.

Nunca a ella misma...


Por favor, ya se sabe que Concordato no sabe nadie lo que es (ni los politicos). La Iglesia es el mayor propietario de la peninsula, gracias a una ley franquista que aun sigue vigente, y estos politicos de izquierda españoles son ateos y no entienden de religion.


Ya se sabe que poner la ley del suelo de Aznar al lado de la ley da Cajas de ZP, solo podia ser bueno... Para el bolsillo de politicos, empresarios, banqueros y los amigos de tdos los intermediarios que recalificaron terrenos y adieron permisos para construir ciudades fantasmas.
Cuantos millones son?


Ah claro! solo fueron unos poquitos...


El 25% de paro tambien es culpa de unos pocos...


Claridad, dignidad, memoria si quereis un pais del que sentiros orgullosos.
Sin tener que obviar nada.


Pero ya se sabe todo es culpa de los catalanes!


Vista España desde el extranjero parece una jaula de grillos, un trapicheo (piramidal) a gran escala....


Pero no os preocupeis, seguireis teniendo una calidad de vida que es la envidia del mundo (dixit el Presidente de la camara de comercio española en USA).


Mientras no tomeis distancia, eso de la claridad solo lo podeis ver con la nariz porque los ojos estan demasiado cerca para ver otra cosa que loque uno se imagina...


Claridad, dignidad, transparencia, honestidad, honradez, términos que parecen haber desaparecido de lexico y la moral de los españoles.


Claridad es votar para castigar a quienes tenian luces para evitar este desastre que nos han servido.


Pero, ya se sabe, que sabremos el pueblo llano de politica y filosofia...

Pero si sabemos que quiere decir verguenza...

Son muchas las razones que pueden llevar a una persona a tener que elegir, pero todas ellas las podemos agrupar en tres grupos: Elegir por necesidad, elegir por elección, elegir por imposición.


Que las cosas estén claras es siempre deseable, y más a la hora de tener que elegir, en cualquiera de los casos, pues sin un mínimo de claridad difícilmente podremos acertar en nuestra elección.


Toda persona a la hora de elegir se ve condicionada por la existencia o falta de claridad, por el hecho de que esta sea baja o alta, existiendo dos claros tipos de claridad: La claridad de pensamiento y la claridad sobre lo que pensamos.


La claridad de pensamiento de una persona está determinada por sus valores, principios, convicciones, ideas. Y a su vez condicionada por cosas como: su personalidad, su cultura, sus experiencias, sus necesidades, sus deseos, sus temores, sus sentimientos, etc. Siendo la claridad de pensamiento la más difícil de lograr. Tener un pensamiento claro sobre determinados temas no siempre es fácil, pues el pensamiento de toda persona se aclara u oscurece a través de un proceso no intencionado, ni deseado, casi inconsciente, que depende entre otras cosas de las circunstancias tanto personales como contextuales.


La claridad sobre lo que pensamos es una tarea más fácil, pues requiere únicamente de poder disponer de la necesaria información, siendo en este caso la falta de claridad mucho más fácil de identificar.


Cuando creamos que un no quiere decir si, reflexionemos, pues ello se puede deber únicamente a una personal falta de suficiente claridad de pensamiento.

¿Comorl?.

Se echa de menos esa claridad en esos lios de gestoras que sustituyen la simplicidad y transparencia de los votos en unas primarias.

Carla

....o sea ...resumiendo .."la voluntad de poder" nietcheiana, o las primarias o el dedo...he ahí el problema...menos mal que el dedo señala a un filósofo metafísico Gabilondo y otro filósofo práctico reconoce las primarias si pero también la propuesta del dedo....buen paseo peripatético para el liceo socialista...esotéricos y exotéricos unidos...pedagogía y divulgación aristotélica , es la solución.

Querido Ángel, recuerdo tu bonhomía y tu ejemplar, auténticamene ejemplar escucha y sensatez en las conversaciones por aquel famoso plan de estudios de Filolgía Inglesa. A saber qué paridas defendíamos con nuestras cabezas jóvenes. En Educación al parecer no hubo valor para aplicar leyees buenas que prmovías, no estoy al tanto. Ojalá seas candidato a la CAM aunque sea en minoría con apoyos de Ciudadanos y UPD y no tengas que sufrir a tanta víbora, incompetente y sinvergüenza como los madrileños hemos visto en el PSOE, *además de* en el PP (que no se me queje nadie). Ánimo. Un abrazo agradecido de haberte estrechado la mano en la facultad de FyL hace muchos años.

Yo no soy filósofo, pero me imagino a tu brother diciéndote: "quo usque abutere gabilino patientia nostra? Tu otro brother te diría: " ¡Qué mejores lodos puedes encontrar en los mismos charcos!? Y tu otro hermano, pensando: Se dedique a la política, a la filosofía o a la literatura, no tiene ningún derecho a intentarnos convencer de algo, ni mucho menos a aburrirnos ni darnos la noche. Ni el fin justifica los medios ni los medios de comunicación pueden justificar el fin.

Quiero un compromiso...Eso bien claro. De estar junto a Pedro en las duras también, asimismo de no cejar en la busqueda de la razon de estar en el Mundo.

Pienso seguir recordando al sr. filósofo si se sintió "simple y mediocre", por utilizar expresiones de un/a comentarista, cuando avaló con su firma el indulto al banquero delincuente D. Alfredo Sáenz. Micifuz y Zapirón...¡era un caso de conciencia!

Ángel, haz caso al otro Ángel:

"Quédate quieto"

Deja para mañana
lo que podrías haber hecho hoy
(y comenzaste ayer sin saber cómo).

Y que mañana sea mañana siempre;

que la pereza deje inacabado
lo destinado a ser perecedero;
que no intervenga el tiempo,
que no tenga materia en que ensañarse.

Evita que mañana te deshaga
todo lo que tú mismo
pudiste no haber hecho ayer.
Ángel González

Descartes me dio al principio mucho miedo con aquello de la claridad como principio de verdad. Luego, con el tiempo, me dio pena su obsesión por ella.
Espero que tuviera tiempo para descubrir la luz de de las sombras.

Me interesa eso que Tanizaki llamo el elogio de la sombra, los recovecos oscuros del tokonoma, las penumbras, lo bello en el seno de las sobras.
Esa es una conveniente claridad.

Mi profesor de filosofía me enseñó que la diferencia definitiva no es la óntica/ontológica sino la que se da en el seno mismo del ser. Y por eso el ser es camino e itinerario. Y narración. Y por eso la historia. Y nadie dijo que en los caminos no hay sombras. Si acaso algún claro de vez en cuando. Pero no imagino ni me apetece un caminar por paramos de absoluta claridad.
Saludos.

Hemos abierto los ojos en un mundo hecho, que forma parte de un sistema planetario y éste con el sol de una galaxia dentro de un cúmulo.
Que giran de continuo sumidos en un espacio que para nosotros es infinito, dada nuestra escala humana.
Nuestra importancia es la equivalente a un virus o una bacteria, o menos si nos comparamos con la inmensidad del universo en el que habitamos.
Y somos como inquilinos, o parásitos oportunistas que nos reproducimos gracias al medio que nos es favorable.
El planeta Tierra.
Sin alcanzarnos del todo el origen, ni los mecanismos que han permitido este mundo múltiple y variable.
Lo que tenemos ya nos da para dar un vistazo a nuestro alrededor y sacar algunas conclusiones.
Una de ellas es que estamos en continuo movimiento aunque estemos haciendo la siesta.
Como en un tío vivo, que dicen que tiene su aquello, por el tema de la relatividad: del espacio y el tiempo junto a la gravedad, y nuestro pensamiento limitado a ciclos de vida que son cortos.
Visto lo que se divida alrededor, que va lento o rápido según se mire desde nosotros.
Que casi no somos nada.
Lo único que nos queda para no ser simples hojas secas es lo de ejercer al nivel en el que estamos como lo que somos aquí, en nuestro plano.
Actuando.
Manejando las herramientas puestas a nuestro alcance, y sin saber si nos está mirando alguien, que ahí está seguro parte de la gracia.
Conscientes de que no podremos dañar a nadie más que a nosotros, tan poca cosa.
O beneficiarnos en lo mejor de lo que somos, criaturas que piensan y pueden actuar en función de sus capacidades.
Y su razonamiento.
Visto el decorado, y la escena. Mirándonos nosotros simples criaturas, es que no nos queda otro camino que actuar con guión o sin guión.
Si no queremos ser solo un aborto en el tiempo, una pompa de jabón, o una voluta de humo.
Después de todo el derroche de imaginación que se nos ha puesto en las manos.
Para ejercer.
Desde el intelecto y la capacidad de actuar a nuestro nivel, nacidos personas.
Por algo más que para ser solo espectadores inanes.

Hay quien pide llaneza pero lo que pide en realidad es simpleza. Y mediocridad. Que las busque en otro sitio.

Menudo bodrio para decir que se va a lanzar a la boca del lobo socialista....
Llaneza querido Sancho..., como dijo el Quijote

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Sobre el blog

El salto del ángel es un espacio de reflexión, de pensamiento sobre la dimensión social y política de los asuntos públicos, sobre la educación, la Universidad, la formación y la empleabilidad. Busca analizar los procesos de democratización, de internacionalización y de modernización como tarea permanente, con una actitud de convicción y de compromiso.

Sobre el autor

Angel Gabilondo

Ángel Gabilondo Pujol es Catedrático de Metafísica de la Universidad Autónoma de Madrid, de la que fue Rector. Tras ser Presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas, ha sido Ministro de Educación.

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