En Argentina no se suelen ver anuncios de hipotecas. Mucha gente paga las viviendas a tocateja, sacándose la guita del calcetín, del sujetador o de... bueno, ya ofrecimos en su día algunas lecciones argentinas para esconder billetes. El viceministro de Economía, Axel Kicillof, hizo el 25 de enero un "llamamiento encarecido" a las "entidades privadas" para que pongan las cosas más fáciles a la gente a la hora de conceder una hipoteca. De momento, los bancos no parecen darse por aludidos.
Pero que el personal no tenga su vida hipotecada a un contrato no significa que los bancos no se las ingenien para ganarse primero el corazón y después el bolsillo de la clientela. En Argentina uno puede encontrarse en una de las cadenas de heladería más antiguas y prestigiosas de Buenos Aires un sabor de helado con el nombre de la entidad que paga por esa publicidad. Pero eso es solo el principio de ideas muy brillantes.