Situaciones provisionales

Por: | 25 de octubre de 2007

Hay demasiado ruido de fondo cuando uno asoma la nariz y toca la cuestión de los israelíes. Una vieja historia religiosa, con el latiguillo de la tierra prometida, y una historia política, la de un estado que se instala de manera artificial sobre un territorio “ajeno”. Pongo comillas porque cuesta ser preciso y todo puede estar sometido a interpretación y hay muchas lecturas y muchas posiciones y, sobre todo, muchas historias personales marcadas por la tragedia. Aquí en Oviedo está Amos Oz, que nació en Jerusalén en 1939 y que dedica buena parte de su tiempo a buscar fórmulas para la paz entre los suyos y los palestinos. Y en esa batalla ha mandado a su gobierno muchas veces al infierno.

Así lo confesó el martes pasado cuando se reunió con la prensa. Allí contó que escribe con dos bolígrafos, uno negro y otro azul. Con uno cuenta sus historias literarias. Con el otro araña palabras con las que argumentar políticamente la necesidad urgente de entenderse con el vecino. Hoy dio una lección (no pude ir) y me ha contado Isabel Lafont que dijo que cuando a un hospital llega un tipo que ha tenido un accidente nadie se dedica a preguntar qué fue lo que pasó, quién tuvo la culpa, cómo ocurrió. Que de lo que se trata entonces es de curarlo, y punto.

Ha llegado la hora, pues, de ocuparse del enfermo. Un territorio y dos pueblos y la necesidad de que existan dos estados, Israel y Palestina, y de que aprendan a convivir como vecinos. Tiene que ser complicado, en cualquier caso, ponerse a escribir y que la tinta azul no se mezcle con la negra, y que la política no invada el ámbito de las pasiones de los hombres, o lo que sea que cuente la literatura.
Estoy leyendo Fima (Siruela), una novela de Amos Oz de 1991 y que ha aparecido aquí hace poco. Copio: “Debemos aprender de una vez por todas a sobrevivir y a actuar en situaciones provisionales que pueden prolongarse durante muchos años, en lugar de jugar furiosos con la realidad. Nuestra indisposición mental para vivir en una situación incierta, nuestro deseo de llegar de inmediato a la última línea y determinar al instante cuál será el final, esas son las verdaderas causas de nuestra impotencia política”.

Cuánta lucidez. Habla de allí lejos, pero parece que hablara de aquí cerca.

Hay 5 Comentarios

Hola.Te invito al foro

http://www.elforodetodos.net/index.php

Difícil. Los fanatismos religiosos no llevan a nada y crean verdugos con patente de corso. Hemos visto y leído Amos Oz. Vuestro desayuno; y hemos descubierto una gran mujer. Por otro lado EL PAÏS del 26 de octubre, en portada: "Aislados y sin apenas anestesia en Gaza. La leucemia de Fadel..."
Amos Oz no es el estado israelí, ni representa a todos los judios, desgraciadamente es evidente. Pero tal y como estan las cosas no se nos puede pedir que asistamos a la masacre sin tomar partido.

Dijo Amos Az

Esta realidad impone a Europa una especial responsabilidad en la solución del conflicto árabe-israelí: en lugar de alzar un dedo acusador hacia una u otra de las partes, los europeos deberían mostrar afecto y comprensión y prestar ayuda a ambas partes. Ustedes no tienen por qué seguir eligiendo entre ser pro-israelíes o pro-palestinos. Deben estar a favor de la paz.

La mujer de la ventana puede ser una mujer palestina de Nablus y puede ser una mujer israelí de Tel Aviv. Si desean ayudar a que haya paz entre las dos mujeres de las dos ventanas, les conviene leer más acerca de ellas. Lean novelas, queridos amigos, aprenderán mucho.

Las cosas irían mejor si también cada una de esas dos mujeres leyese acerca de la otra, para saber, al menos, qué hace que la mujer de la otra ventana tenga miedo o esté furiosa, y qué le infunde esperanza.

Me pregunta hasta cuando el grupo del diario El país seguirá ocultándome bajo el Top Manta de Dos pájaros de un tiro.

http://vamosahablarsinmiedo.blogspot.com

http://porelamordeunamina.blogspot.com (el blog oficial de Joaquín Sabina).

Quise decir; en el comentario anterior que la mayor paz se da entre opuesto

he leido que la mayor se da entre los mayores opuestos, y se me ocurre un horizonte mitad mar mitad cielo. los muros deberían desaparecer y las fronteras también, la tierra no pertenece a nadie

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Sobre el blog

El rincón del distraído es un blog cultural que quiere contar lo que pasa un poco más allá o un poco antes de lo que es estrictamente noticiable. Quiere acercarse a lo que ocurre en la cultura con el espíritu y la pasión del viajero que descubre nuevos mundos y que, sorprendido e inquieto, intenta dar cuenta de ellos.

Sobre el autor

José Andrés Rojo

(La Paz, Bolivia, 1958) entró en El PAÍS en 1992 en Babelia. Entre 1997 y 2001 fue coordinador de sus páginas de libros y entre 2001 y 2006 ha sido jefe de la sección de Cultura del diario. Licenciado en Sociología, su último libro publicado es Vicente Rojo. Retrato de un general republicano (Tusquets, 2006), XVIII Premio Comillas. Correo: @elpais.es.

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