Pensando en otra cosa

Por: | 22 de febrero de 2008

Ahora que voy a empezar la nueva novela de César Aira, Las aventuras de Barbaverde (Mondadori), quiero recuperar algunos fragmentos de dos libros suyos anteriores. Dos libros que tienen que ver con la vida del propio escritor. Y que dan un inmenso salto: el que va de su niñez, a la que se asoma en su relato El tilo, al momento en que llega a los cincuenta, del que se ocupa en Cumpleaños. “Yo nací en 1949, en el clímax del régimen peronista”, escribe en el primero. Las primeras líneas del segundo se inician con la confesión de que, habiendo llegado a una fecha tan rotunda, no se trata tanto de hacer balance como de lanzarse al futuro, construir una vida enteramente nueva.

La producción literaria de César Aira es enorme. Es muy difícil seguirlo. Más aún cuando su obra llegó a España tarde: ya había publicado quince novelas, además de cuentos, ensayos y piezas de teatro. Fue en 1997, y entonces se rescató aquí una pieza de 1981, Ema la cautiva. Resulta revelador ver hasta qué punto hubo durante una larga temporada un inmenso vacío entre Latinoamérica y este país. La violenta luz de los escritores del boom oscureció lo que vino después. A Aira, entre otros. Quizá habitar en esa sombra le haya permitido construir una literatura tan libre, tan personal, tan rica, tan llena de sorpresas y de calado tan hondo. 

El tilo cuenta lo que era Coronel Pringles durante los años  peronistas, y la figura central que tira del relato es la del padre del narrador, un electricista a quien favoreció su querencia por ese figurón que condujo a su país durante aquel decenio que terminó en 1955. Escribe Aira allí: “¿No dijo acaso Ortega y Gasset, con toda su autoridad de filósofo y de español, que ‘la humanidad se divide en idiotas y monstruos’, dando por sentado que no había un tercer término? Lo más que podemos aspirar es llegar a monstruos, aunque para ello debamos sacrificar la felicidad”.

No hay manera de saber cómo valora Aira, a los cincuenta, su proceso: si ve fue acercando a monstruo o se quedó en idiota. Y  no lo sabemos porque no hace balance. Sí advierte, en esa desastrosa edad, alguna cosa de bulto: “Uno se da cuenta de que no tiene veinte años, de pronto, advierte que ya no es joven… y mientras tanto el mundo cambió; mientras uno estaba pensando en otra cosa”.

Pensando en otra cosa: ¡hay que joderse con tanta distracción!

Hay 9 Comentarios

Pues yo creo que te deberían contestar el propio Rojo, que de esto sabe, o César Romero que ha leído la tira de Aira. Pero como veo que nadie te reponde todavía, mi consejo es "Como me hice monja" por su originalidad y asombroso final. Y, desde luego, si estás a punto de cumplir los 50 o rondas por ahí, lee "Cumpleaños". Una gozada. Saludos y de nada.

¿qué libro de este autor me recomendarías leer si tuvierais que elegir uno, tened en cuenta que soy un lectorcillo de tres al cuarto, o sea que leo algo pero no soy un lector compulsivo?
Por cierto que bueno es el programa de TV Pagina2.
Saludos

Después de haber leído unos treinta libros de Aira creo que es un escritor algo irregular: tiene alguna página sobresaliente, pero parece mucho más de lo que es. Pierde mucho con la relectura, que es una prueba de fuego que sólo superan los grandes.
Enhorabuena por su blog: es bastante distinto a lo habitual.

Después de haber leído unos treinta libros de Aira creo que es un escritor algo irregular: tiene alguna página sobresaliente, pero parece mucho más de lo que es. Pierde mucho con la relectura, que es una prueba de fuego que sólo superan los grandes.
Enhorabuena por su blog: es bastante distinto a lo habitual.

Después de haber leído unos treinta libros de Aira creo que es un escritor algo irregular: tiene alguna página sobresaliente, pero parece mucho más de lo que es. Pierde mucho con la relectura, que es una prueba de fuego que sólo superan los grandes.
Enhorabuena por su blog: es bastante distinto a lo habitual.

Y, por cierto, no quiero ni pensar en que otras cosas pienso mientras llego a mi cumpleaños.

Yo descubrí a Aira con su maravilloso "Cumpleaños" y, como dice Miguel, me pareció además irónico y divertido, dos cualidades que aprecio mucho en la lectura. Es tan prolífico que siempre encuentro nuevas novelas suyas con las que disfrutar y sorprenderme. Ahora, a las que cita Rojo, añadiría una que me cautivó: "Cómo me hice monja". Y desde luego, habrá que apuntarse a "Las aventuras de Barbaverde". Saludos.

Aira es un escritor como la copa de un pino. Quiero decir como la copa de un tilo, vaya. De un tilo cincuentenario, por supuesto. Lo mejor de Aira es que es divertido.

Pues si joderse a los cincuenta! Felicidades por estos comentarios que despiertan las ganas de conocer a autores fuera “de la violenta luz del boom…” (por que violenta me pregunto yo) y a aprender un poquito mas de literatura

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Sobre el blog

El rincón del distraído es un blog cultural que quiere contar lo que pasa un poco más allá o un poco antes de lo que es estrictamente noticiable. Quiere acercarse a lo que ocurre en la cultura con el espíritu y la pasión del viajero que descubre nuevos mundos y que, sorprendido e inquieto, intenta dar cuenta de ellos.

Sobre el autor

José Andrés Rojo

(La Paz, Bolivia, 1958) entró en El PAÍS en 1992 en Babelia. Entre 1997 y 2001 fue coordinador de sus páginas de libros y entre 2001 y 2006 ha sido jefe de la sección de Cultura del diario. Licenciado en Sociología, su último libro publicado es Vicente Rojo. Retrato de un general republicano (Tusquets, 2006), XVIII Premio Comillas. Correo: @elpais.es.

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