El lugar se llama Promenadia, una ciudad situada al lado del mar. Allí, uno tras otro van apareciendo los cadáveres con la marca de un disparatado asesino en serie que deja junto a cada nueva víctima uno de los zapatos de la anterior. Se produce también un extraño sabotaje: agujas en el interior de las botellas de leche. Tres varones disfrazados de bufones de corte, con caperuzas de color verde y cascabeles colgando, reivindican la acción. Luego, esos tipos (unos jóvenes), ya sin caretas, reclamarán como suya la voladura de un inmenso parque temático. Todo tiene tintes de apocalipsis. Reina el desorden. El miedo se cuela como una infección incurable. Esto es Derrumbe (Seix Barral), la última novela de Ricardo Menéndez Salmón.
Nació en Gijón en 1971 y ésta es su sexta novela. Menéndez Salmón ha publicado también dos libros de relatos, una obra de teatro, es columnista de distintos periódicos, y está vinculado a la editorial KRK. La ofensa, la novela que lo proyectó a un público más amplio el año pasado, contaba la historia de un joven sastre de Bielefeld que entra a formar parte del ejército alemán que invade Francia durante el delirio nazi. Allí ya mostraba su afición por describir situaciones excesivas con extrema frialdad, casi regodeándose en los detalles, minucioso, preciso. Y mostraba un dominio del lenguaje que podría volverse contra él (por esa tentación tan fuerte de ceder a la musicalidad, por dejarse arrastrar por el manierismo de las metáforas, por la construcción sin fisuras de una atmósfera cargada de referencias).
Todos esos peligros siguen ahí en Derrumbe. Lo paradójico es que al mismo tiempo que Salmón parece caer en ellos es como si los estuviera sorteando. Su prosa sigue teniendo una extrema elaboración y cada párrafo parece construido con la minuciosidad con que un artesano pule sus piezas hasta sacarles brillo.Luego está la compleja construcción de las líneas argumentales que se cruzan: la historia del asesino en serie, la del policía que lo investiga y su mujer embarazada, la de los jóvenes terroristas que se imponen la misión de desatar el puro horror, la de Vera (la novia de uno de ellos) y su padre… Hay incluso un punto alegórico: la del mundo como un gran parque temático, y su corolario inevitable: el de los pantanosos límites entre simulacro y realidad. Hay escenas atroces, y ese vértigo que sacude al inocente cuando advierte que la existencia incomprensible del mal es real.
En su última novela, Ricardo Menéndez Salmón parece tener todas las cartas para que la jugada se le venga abajo. Es demasiado ambiciosa. Se arriesga en demasiados motivos, quiere tocar zonas demasiado oscuras. Arriesga a establecer hilos narrativos entre situaciones tan remotas que podrían resultar ineverosímiles. Su gran logro es haber conseguido que el aparato (ese aparato hecho de palabras tan elaboradas que podría parecer irreal) se sostenga. La novela es difícil de abandonar, cuenta de nuestro tiempo, inquieta. Y sus personajes, tan excesivos, terminan por resultar cercanos. ¿Cómo lo ha hecho? Cada cosa tiene su explicación, cuenta en el libro. ¿Por qué julio y agosto tienen 31 días? “Agosto tiene los mismos días que julio porque Octavio Augusto envidiaba a Julio César. Tan sencillo”. Así lo dice, y así debe ser.
Hay 4 Comentarios
El galante sueño de la dama.
El fútil bosquejo
de la carroza
parece un sombrero
silente como el
sol de aquel mayo,
como el fresco
torrente que describe
el refugio, como
el canto infinito y
de nuevo resuelto......
Francesco Sinibaldi to Spain
Publicado por: Francesco Sinibaldi | 26/05/2008 17:36:15
Yo también me apunto a leer "Derrumbe". Menéndez Salmón me sorprendió con su terrible y magnifíca historia de "La ofensa" y no quiero perderle de vista. Gracias por la crónica tan estupenda y descubrirnos su nueva obra.
Publicado por: Sastre | 19/05/2008 11:16:35
Tremendooooo. Me apunto el libro (o voy a empezar a robarlos, como sigas con esta serie de recomendaciones...) Interesantísimo análisis de un texto excesivo, macabro, rocambolesco, terrorista, imposible... joder, qué ganas de leerlo. ;) Frase favorita: "El miedo se cuela como una infección incurable".
Y quítome el sombrero.
Publicado por: B. | 18/05/2008 13:56:26
Avec une corbeille à pain...
Avec une corbeille
à pain tu chantes
dans l'aube du
premier matin, comme
un triste moineau
écoutant l'harmonie
qui rappelle la lumière;
tu décris la naissance
à une idylle perpétuelle,
tu inventes la poésie
et une belle émotion.
Francesco Sinibaldi
Publicado por: Francesco Sinibaldi | 12/05/2008 18:52:22