"Todo es exacerbación del conflicto y nihilismo", dice el actor italiano Toni Servillo a propósito de Nápoles. Es uno de los intérpretes de Gomorra, la película coral que ha dirigido Matteo Garrone y que adapta el libro que publicó Roberto Saviano con el mismo título. Una finísima disección de la Camorra napolitana, esa mafia que ha envenenado con su cultura de la muerte a una buena parte de Italia y que se sostiene gracias a la violencia y la corrupción. Ésas son dos de las patas sobre las que se levanta un negocio que mueve millones de dólares y que tiene su tercer punto de apoyo en una sociedad y en su clase política que llevan mucho tiempo sumergidas en la confusión y que son incapaces de atisbar un horizonte de esperanza que las comprometa en la larga batalla para erradicar una lacra de raíces tan complejas y profundas. Lo impactante de la película, y del libro, es que ha puesto la mirada en el lugar más contaminado de confusión: la vida cotidiana.
La vida cotidiana que quiere decir el trabajo que se hace para sobrevivir y la relación entre compañeros y vecinos, y entre padres e hijos. La vida cotidiana que quiere decir también la infancia, la adolescencia, la juventud, la madurez y la vejez. Y resulta que ahí en Nápoles, en los barrios de Nápoles y en la zona de Caserta que retrata Gomorra, todo está podrido. Hay como un ruido permanente, una urgencia que presiona a cada cual para salir del atolladero, un clima de guerra generalizada (traiciones, chivatazos, violencia).
Cinco historias se cruzan. Un chaval que se integra en una de las bandas que venden droga; dos muchachos que sueñan con que la violencia va a redimirlos de la miseria; un sastre que trabaja para unos chinos fuera de las redes de la Camorra; el hombre ya maduro que reparte las mordidas para los miembros de su clan, y el empresario que inicia a un joven en el negocio de los residuos tóxicos. Esas son las historias que se recortan sobre unos cuantos datos: 10.000 muertos en los últimos treinta años, en un negocio en el que un clan puede facturar al día 500.000 euros. Drogas, armas, residuos tóxicos, basura, turismo, textiles, transporte, supermercados, distribución de alimentos, etcétera.
El barrio en torno al que giran muchas de las historias es Scampia, en el norte de Nápoles. Ha estallado la guerra entre dos familias del crimen organizado y la tensión es ahí permanente. No hay margen de maniobra. La violencia lo llena todo y en esa atmósfera contaminada cada uno busca un hueco para sobrevivir. Pero todo es tan turbio que ni siquiera el arrojo de los más jóvenes escapa del remolino que todo lo devora para convertir la dignidad en humillación, y hacer de ésta el carburante imprescindible para que el negocio del horror no se detenga.
Hay 8 Comentarios
a parte de que la película nos guste más o menos y de que el libro nos impacte más o menos, lo verdaderamente valorable aquí es que los ciudadanos empecemos a señalar a los corruptos e impunes, que empecemos, cada uno en su profesión, a utilizar nuestras armas para denunciarla. Hay unos cuantos que tienen valor y cientos que vamos a seguir. QUIÉN DEFIENDE A NUESTROS DEFENSORES. Pues si no son sus gobiernos tendremos que ser los ciudadanos seamos de donde seamos. Nosotros ya estamos luchando contra la corrupción y la impunidad desde la Fundación Lydia Cacho. No os quedeis quietos.
Publicado por: santos | 19/12/2008 14:54:08
Simplemente decir y subrayar que una de las características fondantes de la mafia es la violencia física.
No hagamos una gara sobre quién tenga el crímen más sofisticado o sobre quién es el periodista más heróico. El cuadro pintado por el lectór Contreras, por cuanto desagradable y criminal, es una situación de "corrución y clientelismo", pero no mafia. Como también es preciso distinguir los "grados de corrución". De no hacer esas distinciones se corre el riesgo de minusvaluar el problema.
Personalmente he vivido y ententado trabajar en mi isla en Italia en una situación de "clientelismo advanzado" y trabajo ahora en contacto con clientelismo diría “fisiológico”. No hay colores: aquí se puede todavía trabajar.
Pero, sobre todo, ni aquí ni en mi isla, nadie me amenaza ni me quema la nave o la tienda si no me conformo. Saludos.
Publicado por: Mikele | 16/12/2008 23:29:59
Hola, yo me he leido el libro y he visto la película (ésta última me defraudó un poco en comparación con el libro de Saviano). Me parece muy real todo lo que dices. Me gustaría que le echárais un ojo a mi Blog de la Mafia (lo tengo anidado en ParaSaber.com). Suelo tratar estos temas, noticias de última hora, artículos, críticas y reflexiones varias. Aquí os lo dejo: http://blogs.parasaber.com/lamafia/posts
Publicado por: Raul | 16/12/2008 11:44:09
No he leído el libro pero sí he visto la película. No nos gustó a ninguno en casa. Entendimos el mensaje pero como si fuera un documental de Callejeros o similar. Tendré que leer el libro pero, desde luego en la película no aportan nada nuevo a lo que uno ya sabe sobre lo que ocurre en Nápoles y zonas alrededor.
Publicado por: Ana | 16/12/2008 11:00:35
Allí dónde haya pobreza anidará con fuerza la mafia o las camorras.
Hay lugares de la península dónde es lo más normal del mundo.
Aquí nos iniciamos con el contrabando en zonas costeras.
El noroeste,la verja...
Publicado por: Julia | 16/12/2008 0:34:37
Más allá de la primera capa de violencia y corrupción, se esconde una de las ciudades más vibrantes y singulares de Europa occidental. Totalmente recomendable al viajero cansado de tanta ciudad clonada.
Publicado por: Marx | 15/12/2008 23:18:44
Hola!
Estoy haciendo un recorrido "virtual" por los blogs que tienen los diferentes diarios del mundo. Hoy me quedé largo tiempo leyendo el tuyo y me gusto mucho, ademas quiero invitarte a conocer el libro CARTAS DESDE LA ZONA DE DISTENSION y a descargarlo gratuitamente (obviamente si lo deseas) ademas lo puedes compartir con todas las personas que quieras.
saludos
Andres Candela
www.lacoctelera.com/andres-candela
Publicado por: ANDRES CANDELA | 14/12/2008 11:33:39
Las mafias españolas son mucho más sofisticadas, creo que ostentamos un lugar bastante alto en una lista de países que sufren elevadas tasas de corrupción.
Las mafias caciquiles se ceban en los municipios pequeños, dónde salvo breves paréntesis democráticos, siguen arraigadas desde décadas.
Para que la mafia caciquil funcione a las mil maravillas debe sostenerse en " la clase política y la sociedad ".
Ahí está la clave,existen municipios dónde algunos alcaldes tienen amordazado al pueblo entero.
No se trata de ningún conjuro mágico ni encantamiento, se trata de corrupción pura y dura.
Levantas dos plantas en tu casa sin permiso porque es ilegal y él calla, tienes una industria ilegal que no cumple ninguna normativa de seguridad y él calla, calla porque su primo el abogado se ha montado un PAI en unos terrenos rústicos para reconvertirlos en suelo industrial, aunque te cargues un paraje natural y las ruinas de un convento del siglo XIV.
La madeja se va liando sin dejar ningún cabo suelto, todo está bien atado.
Pocos son los que se atreven a escapar del remolino que convierte "la dignidad en humillación ", gracias a la connivencia entre algunos miembros de poderes públicos que deberían garantizar los derechos fundamentales de los ciudadanos.
Como un tablero de ajedrez, el cacique mueve sus fichas a placer sabiendo que a su contrincante le faltan la mitad de las fichas para iniciar la partida.
El humillado se acostumbra a la humillación desde la más tierna infancia y a su manera es feliz. Su "cotidianidad "tiene lugar en un mundo donde cada personaje tiene una posición inamovible, y que si se sale de ahí quedará eliminado. Sus vecinos le harán el vacío por ser un ingrato y porque al cacique le molesta que los humillados le dirijan la palabra, a él que se ha atrevido a hacer uso de sus derechos constitucionales, a denunciar un delito flagrante, a él que pone en evidencia ante los ojos del humillado la sordidez y la inutilidad de su vida.
Saviano se ha jugado mucho, ¿ Vale la pena arriesgar tanto ?Si lo matara la mafia, dentro de cuatro días nos habríamos olvidado de él, presidentes de todo el mundo, incluso el de Italia darían el pésame a la familia.
Así es la vida, este escritor es un héroe, con su coraje nos ha enseñado lo que hay debajo de la alfombra de cada país, incluso el nuestro, la diferencia entre el valiente Saviano y nosotros es que nosotros podemos salir tranquilamente a tomar el fresco una tarde de otoño y él no.
Publicado por: Raúl Contreras | 10/12/2008 0:17:27