"El cante es una reflexión sobre la vida. Yo siempre lo he visto como una herramienta que, más que para aliviar las penas o expresar las alegrías, sirve para explicárselas uno y explicárselas a los demás; el alivio viene después, cuando se ha compartido el estado de ánimo. Viene a sustituir a las palabras, porque los pobres siempre han sido de pocas palabras. Fíjate en las letras clásicas: no es que hablen de penas o alegrías, es que son penas y alegrías. Por eso hay que tener tanto cuidado con lo que se canta en el flamenco. No vale cualquier cosa". El comentario es del guitarrista Gerardo Núñez, y forma parte de uno de los diccionarios —junto a los de Enrique Morente y Eva Yerbabuena— incluidos en La voz de los flamencos (Siruela), la colección de retratos y autorretratos que Miguel Mora acaba de publicar. El jueves pasado se presentó en Madrid.
Como en el cante, tampoco en el periodismo vale cualquier cosa. Miguel Mora (la foto de la presentación del libro es de René Robert y aparecen también Carmen Linares y Gerardo Núñez) lo muestra de manera rotunda en este libro, que recoge en parte lo que hizo como redactor de la sección de Cultura de este diario. Es verdad que escribió muchas veces sometido al vértigo del cierre, pero siempre venía de la lentitud necesaria para entrar en materia. Ahí en sus cuadernos llevaba anotadas a toda velocidad las palabras que había escuchado. El prodigio de su escritura consiste no sólo en trasladar tal cual lo que atrapa su finísimo oído sino también la atmósfera del encuentro y el tono de la charla, el significado de la materia que se trae entre manos y, si se me permite, lo que hace Mora es llevar al periódico las almas de las gentes con las que trata.
Para eso hace falta mucha sabiduría. Pasión por lo que se hace, conocimiento, tiempo, dedicación. Mora ha agarrado las almas de músicos, cantaores y bailaores para meterlas ahora en este libro, pero es que de paso ha cogido también el flamenco entero y lo entrega con la generosidad del enamorado. En el fondo no habla más que de penas y alegrías, de qué otra cosa podría tratar si su materia es en realidad la propia vida, pero lo hace con la convicción del que está aprendiendo a descubrir el mundo. Por eso se salta las aduanas y va directo al ruido de fondo. Para llegar tan lejos a veces hay que quedarse en lo más superficial: ahí tienen toda una galería de detalles que ha sabido deslizar como quien no quiere la cosa. Y está el sentido del humor. Y la elegancia de estar siempre al servicio de la historia que está contando y de la gente con la que trata.
Dice Gerardo Núñez que el cante viene a sustituir a las palabras. Esas palabras que son, en cambio, lo único que tenemos los periodistas. Con esas palabras corremos detrás de las cosas. Lo que ha conseguido Miguel Mora en estos textos reunidos en La voz de los flamencos es dar un inmenso salto y hacer de sus palabras cante. Y lo que canta es algo muy hondo: ¡Ay!
(La historiadora del arte y ensayista Estrella de Diego leyó en la presentación del libro este magnífico texto:
Hay 5 Comentarios
Pues estaba yo dudando si comprármelo (tanta promoción estaba surtiendo en mí el efecto contrario), pero ya tú me has convencido, los textos entrecomillados, qué sé yo. En realidad es que quería comprarlo.
No sólo amo el flamenco, puedo decir con toda honestidad que "lo siento" y que, aunque ni por familia ni por lugar de nacimiento me venga, estoy metida en ello profundamente con mi cante, y que ya nunca podré salir.
¡Un ÓLE mayúsculo para Mora!!
Muchos saludos y buenos deseos para el próximo año para todas y todos.
Publicado por: Teresa P. | 29/12/2008 20:03:54
Hola José Andrés,
Quería preguntarte qué piensas de las listas, que últimamente parecen estar de moda. El suplemento Babelia, sin ir más lejos, publicaba este fin de semana la lista de los 10 mejores libros de 2008. ¿Es esto fiable? ¿Es necesario? ¿Compartes esos títulos?
Lo cierto es que quizá haya que ser un poco escéptico, y más cuando toda la suma de puntuaciones de Babelia está descaradamente manipulada. Han cambiado los resultados, sin más, y aquí no pasa nada. Como si los lectores fuésemos del todo idiotas.
Podéis encontrar un interesante artículo al respecto en http://elsindromechejov.blogspot.com/2008/12/babelia-de-babel.html
Publicado por: Pablo Gullias | 28/12/2008 13:20:08
Menudo estracto de Federico Garcia Lorca, madre mia, me ha recordado aquel momento dulce en el que lo lei .., gracias maririu
Publicado por: portugal | 28/12/2008 0:52:35
Retrato de Silverio Franconetti
Entre italiano
y flamenco,
¿cómo cantaría
aquel Silverio?
La densa miel de Italia
con el limón nuestro,
iba en el hondo llanto
del siguiriyero.
Su grito fue terrible.
Los viejos
dicen qu se erizaban
los cabellos,
y se abría el azogue
de los espejos.
Pasaba por los tonos
sin romperlos.
Y fue un creador
y un jardinero.
Un creador de glorietas
para el silencio.
Ahora su melodía
duerme con los ecos.
Definitiva y pura.
¡Con los últimos ecos!!
Federco García Lorca Viñetas flamencas.
habla mejor que una servidora
Publicado por: maririu | 26/12/2008 18:51:48
Lo del Mora es tremendo; hay que hilar muy fino para brindar tanto espacio sin dejar de estar presente en todo momento. Ese arte de saber apartarse y permanecer.
Publicado por: D | 26/12/2008 16:46:34