Jean Marie Gustave Le Clézio publicó El atestado, su primera novela, cuando tenía 23 años. Hoy le han dado en Estocolmo el Premio Nobel de Literatura. En las primeras líneas de aquel libro explicaba que iba a contar allí "la historia de un hombre que no tenía muy claro si salía del ejército o del manicomio". Decía también: "…me gustaría que se tomase mi relato en el sentido de una ficción total, cuyo único interés sería cierta repercusión (incluso efímera) en el ánimo del que lo lee". El atestado apareció en 1963, hace ya más de cuarenta años, y establece lo que le ocurre a Adam Pollo. Es una novela extraña. "Ya no queda nada realmente incoherente, nada salvaje", escribe Le Clézio en un momento del libro. "Parece que el mundo ha sido dibujado por un niño de doce años".
Las cosas empiezan cuando Adam Pollo se ha instalado en una casa abandonada cerca del mar. Baja de vez en cuando a la playa, le escribe cosas a una amiga (Michèle), compra cosas en el centro de la ciudad, fuma. Observa lo que hace un perro, lo sigue por la arena, intercambia unas cuantas frases con una mujer que tiene unas gafas negras y que toma el sol. No hay el desarrollo convencional de un argumento, las cosas van sucediendo. Un rato Adam recuerda junto a Michèle un paseo en moto que dieron hace un tiempo. Llegaron a un descampado, llovía. Le dice: "Sí, te desgarré la ropa, porque tú estabas empezando a tener miedo y a gritar, te abofeteé, no muy fuerte, un par de veces en plena cara". Y después: "Y en principio te violé así, fácilmente, ya ves, empapada de lluvia como en una bañera...".
Hay otro momento más adelante en que Le Clézio (en la imagen, el la ceremonia del Nobel; detrás aparece Paul Krugman, que recibió el de Economía) observa que Adam Pollo va entrar en "una indolencia funesta". Quizá así sea este libro. Conversaciones vagas sobre la guerra de Argelia, descripciones minuciosas de situaciones anómalas: el seguimiento de un perro, la incómoda tarea de liquidar a una rata, la reacción de los transeúntes ante el descubrimiento de un ahogado, la descripción de un pez grueso, el paseo por un zoológico. "Hacia la caída de la tarde, alcanzaron una especie de imperfección de sí mismos, como si todo lo que hacían fuera fallido…", anota Le Clézio a propósito de sus personajes. "Todo es lentitud, lentitud, lentitud", escribe en otro momento. Y también: "…habían dejado de vivir con toda vida vivaz; ya no eran claros, ya no eran vencedores, sino nada más que flacas apariciones, los anunciadores de un gran vacío que iba a sobrevenir, un día u otro".
Extraña primera novela. Más extraña si apareció cuando Le Clézio tenía sólo 23 años. A ratos resulta artificial y pretenciosa. Otros, tiene una rara capacidad para seducir. Adam Pollo recibe una carta de su madre, alarmada por su desaparición. Más adelante terminará en un manicomio. No hay concesiones en la escritura del libro. Se mueve en esa indolencia funesta, busca arañar la atmósfera de una época. "¿Es que no queda ya nada trágico?", se pregunta el narrador. Y se contesta: "Vamos hombre, quedan los pequeños detalles, las ideas generales, los cucuruchos de helado, la pizza a las cinco, el Cine-Club y la Química Orgánica". Enhorabuena, monsieur Le Clézio.
Hay 10 Comentarios
The sound of a new year.
It's windy
when my memory
outshines in
a rapid pathway,
with the sound
of a care
and a loving
profile.
Francesco Sinibaldi.
Happy New Year Josè
Publicado por: Francesco Sinibaldi | 05/01/2009 16:26:57
Le baiser.
Le baiser d'un
enfant rappelle
la jeunesse
et une tendre
poésie, comme
la chère illusion
qui décrit, en
silence, le nouveau
bavardage.
Francesco Sinibaldi
Publicado por: Francesco Sinibaldi | 22/12/2008 17:18:28
Concuerdo con usted; coincide este comentario con algo que me sucedió apróximadamente dos horas: Un crítico de teatro mexicano visita mi ciudad, pudimos leer en grupo, una de sus obras (muy buena historia con elocuentes diálogos) me le acerque y le comenté que su obra tiene un toque Le Creziono, ¿por qué? : Le Crazio menciona sobre la aritmética y formas literarias, palabras casi clonadas por este respetado dramaturgo teatral. Me sorprendí de su respuesta, cuando me dice: -"Nunca he escuchado hablar de ese autor". No insistí más , me hizo reflexionar en que los códigos literarios son generalizados, que las propuestas artísticas no tiene una connotación explendida, pues sin saber de donde vienen solo se las ejecuta y expone. Gombrich daba a entender en algunos de sus escritos, que el arte ya de dejó de ser especial. Todos hablan de "arte", se volvió una palabra tan corriente.
Publicado por: Delta | 20/12/2008 4:47:01
La verdad es que se echa en falta una renovacion literaria sobre todo en cuanto a libros nuevos se refieren, que ultiamemente no hay mucha novedad
Publicado por: Videos Gratis | 19/12/2008 15:34:11
Tu, nel ricordo.
Sovvien del
canto e in taciturna
voce funesto
l'augellin, fugace
alla fonte e al
fiorir dell'avvenire.
Luttuosa m'appar
del giovin
profilo perpetua
la luce onde
fulge e perisce
d'immenso dolore
quel fiocco
soave che geme
ai mattini e
dolcemente cade,
come al roseto
il novellino piovo:
chiarore infinito,
poetico canto
di un sol fuggitivo,
dimora silente
onde vien la poesia
e tu, passerotto,
che siedi ai mattini
mirando la quiete,
ridona al mio pianto
la luce ch'è in te.
Francesco Sinibaldi
Publicado por: Francesco Sinibaldi | 17/12/2008 18:27:31
todo es un ciclo. ciclosofia.blogia.com
Publicado por: anonimo | 16/12/2008 19:44:44
Las respuestas inesperadas de los autores como Le Crazio no son para nada faltos de imaginación, creo que caminaron junto a él: Melvill, Koltés, Büchner, hombres que miraban diferente a la civilización, yo diría más bien que ellos carecen del sentido común, moldearon sus ideas al escribir con un sentido ÚNICO. Recordemos de Bertold Brecht renegador de Aristóteles y del lenguaje trágico, propuso el distanciamiento en su escritura épica y sus personaje por lo general son antihéroes.
Publicado por: Delta | 12/12/2008 4:56:33
La fiesta del país.
El gorrioncillo
alegremente canta
con tímidos sueños
y en la flor de
la vida: veo
la tristeza silente
morir donde
brilla el sonido
como el sol
que recuerda la
primera canción,
y un pastor
pensativo en la
luz infinita.
La mariposa,
donando un respiro
a ese palido
rayo, toca el
mármol de la novela
fuente y en el
viento regresa,
como voz pasajera
en la candida
rima:es la
luz de la vida,
la dulce armonía
del tierno deseo.
Francesco Sinibaldi
Publicado por: Francesco Sinibaldi | 12/12/2008 0:49:20
¿Se podría pensar que en este tipo de novelas subyace una cierta falta de imaginación del autor?
Publicado por: Máximo | 12/12/2008 0:01:46
Le crazio no estaba lejos de la visión de un escribiente diciendo un "prefiero NO"; un Woyzeck, que entre voces aclama " sangre, sangre"; y un hermoso Zucco respondiendo " he sido gentil siempre contigo madre". Arte que elogia a la razón- pulsión en pláticas funestas y frias, anhelan sobrevivir en épicos discursos.
Publicado por: Delta | 11/12/2008 2:50:30