El escritor Toni Hill sigue con su crónica diaria de lo que ocurre en BCNegra en clave de ficción. Un forma diferente de acercarse a la actividad de la que estos días se convierte en la capital mundial de la novela negra. Yasmina Khadra y los secuestros y el periodismo y su relación con la ficción entran en escena. El protagonista se enoja, el desastre se acerca. O no.
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Así estoy ahora. Enojado. Rabioso. Y sé que me esperan aún más motivos de furia. Lo comprenderéis enseguida: una cosa es que la persona a la que adoras no te haga caso, eso es triste pero admisible, y otra muy distinta ver cómo entabla amistad con otro delante de tus narices.
Por miedo a que la ira me traicione, y dado que vuelvo a ser incapaz de respirar hondo y relajarme, decido concentrarme en el siguiente autor que sube al estrado. A pesar de que su nombre sugiere lo contrario, Yasmina Khadra es un hombre, argelino para más señas; la novela que presenta en este acto se titula La ecuación de la vida y aborda el tema de los secuestros en África. El secuestro es un asunto que me apasiona y sobre el que alguna vez he tenido potentes fantasías, aunque la realidad (básicamente un piso de reducidas dimensiones en una escalera plagada de vecinos cotillas) siempre ha terminado imponiéndose a mis sueños. Decido, pues, escuchar con atención.
Lo cual no me cuesta el menor esfuerzo. Yasmina Khadra es un orador magnífico. A diferencia de otros ponentes, mira directamente al público, con intensidad casi hipnótica, y engarza un coherente discurso en el que desgrana la miseria endémica del Tercer Mundo y la pobreza espiritual de occidente. Vida y muerte, falta de ideales y fanatismo, suicidio y supervivencia. Khadra maneja con soltura esos complejos conceptos y parece gozar de una sabiduría ingente. Le atiendo, embelesado por su savoir faire, hasta que de repente algo cambia. Tras una intervención de la periodista que le presenta, el tono del escritor se vuelve cortante, puntilloso, y aunque desde mi ignorancia no sé si tiene o no razón al sentirse molesto, su reacción consigue disipar el hechizo en cuestión de minutos. En parte es reconfortante comprobar que hasta los grandes pensadores están sujetos a las mismas flaquezas que nos asaltan al resto de mortales.
Hablando de debilidades, conozco bien las de Julia. Sí, ahí están: ella y su nuevo acompañante. Las caras cada vez más cerca al hablar, la postura de ambos relajándose por momentos. Mi odio creciendo en la misma proporción. Afortunadamente la última mesa de la tarde supone un soplo de aire fresco. Doble personalidad reúne a varios periodistas de día y novelistas de noche. Yo sé bastantes cosas sobre lo que es una auténtica doble vida, pero ahora no vienen al caso. Maruja Torres, tan simpática como siempre, nos presenta su novela, a la que define como un homenaje a Agatha Christie. Berna González Harbor toca un tema apasionante en mi opinión: el papel de las nuevas tecnologías a la hora de recabar información, algo que yo puedo confirmarle con hechos fehacientes, y José Sanclemente analiza la situación actual del periodismo escrito en un discurso no exento de autocrítica. Sin embargo, yo ya no puedo concentrarme en lo que dicen: sólo puedo ver que Julia y su acompañante salen de la sala, antes de que termine la ponencia, y que sus manos se rozan al llegar a la puerta.
Hay 1 Comentarios
Me encanta Toni Hill habra que animarse con su novela nueva.
Publicado por: cepillo electrico oral b | 06/02/2013 22:34:56