“No quería romper ninguna norma con El alambre en las venas. Salió así. Pero si vas a romper las reglas tiene que funcionar”. Minuto dos de mi conversación con Val McDermid (Fife, Escocia, 1955), casi sin presentarnos, en la recepción de un hotel de Segovia, donde su hiperactividad le ha llevado a protagonizar dos actos en el Hay Festival. Afable, mordaz y divertidísima, la gran dama de la ficción criminal británica charla conmigo camino su conversación dentro del programa del Festival con la también escritora Tiffany Murray.
McDermid ha escrito 30 novelas y ha vendido 12 millones de ejemplares pero accede, sin pensarlo ni un segundo, a responder a todo lo que se le pregunte en este encuentro improvisado en la misma mañana del viernes. Se ríe, mucho, y hace reír. Es brillante y no para. Hablamos de novela negra, de Segovia (donde ya estuvo hace tiempo como simple turista), de sus inicios, de las almohadas de los hoteles (tal cual) y de las películas que los niños ven 700 veces. “Es increíble. Veo por tu cara de dolor que eres un hombre que comprende lo que estoy diciendo”, me asegura. Ah, y de Harrogate, el encuentro anual más importante del mundo de la novela negra y del que es parte esencial desde 11 años. Todo un personaje.