La editorial Anagrama anunció recientemente su intención de reeditar todas las novelas de Patricia Highsmith (Texas, 1921 - Locarno, 1995) que estaban en su fondo, una excelente noticia. No se trata de las cinco novelas protagonizadas por Tom Ripley, recopiladas recientemente en un sólo tomo, Otra vuelta de tuerca --un volumen que no resulta nada fácil de manejar, todo hay que decirlo: es mejor leerlos por separado--, sino de los otros libros de esta autora, muchos de los cuales son casi imposibles de encontrar en castellano. Es en ellos donde se encuentra la esencia de Highsmith, en obras como Un juego para los vivos, El grito de la lechuza (que llevó al cine Claude Chabrol), El juego del escondite o El temblor de la falsificación, que transcurre en la ciudad playera de Hammamett (Túnez) y que no es una exageración decir que es una de las mejores novelas estadounidenses del siglo XX.