BCNegra 2015. Primer informe

Por: | 30 de enero de 2015

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Emili Bayo, ganador del premio Crims de Tinta, flanqueado por Ricardo Rodrigo, presidente del Grupo RBA (izquierda) y Xavier Trias, alcalde de Barcelona.

 

NOTA DEL COORDINADOR: En Elemental tenemos el lujo de presentarles a nuestro cronista del lado oscuro de BCNegra 2015. Si debutamos en esto con Toni Hill y seguimos el año pasado con Cristina Fallarás, ahora llega el turno a Alexis Ravelo, de sobra conocido por todos y de ahí que no haga falta explicación cuando se dirija a este bloguero como jefe, puesto que he tenido que contratarlo y atarlo para evitar desmanes. Habrá crónicas todos los días, si su modo de vida se lo permite, claro. Aquí les dejo el primer relato.  Lean y disfruten.

POR ALEXIS RAVELO

Aquí estamos, jefe, con un café cargadito, después de encomendarme a San Actrón y de beberme un buen litro de agua para mandarle el primer informe sobre lo que está pasando aquí, en Barcelona, en estos días de la BCNegra 2015 en los que sospechosos habituales de ámbito local, nacional e internacional vienen a cumplir con esta cita anual que hace de la palabra subversión y de todo libro una barricada. Es, como usted me dijo, buena oportunidad para seguir la pista a viejos conocidos y poner cara a los nuevos elementos de cuyas fechorías literarias nos van llegando noticias. Por aquello de poner cara: ayer tuve delante al mismísimo David Llorente, el de Te quiero porque me das de comer. Ya sé que parecía que el tipo no existía, pero, fíjese usted, existe, es de carne y hueso y hasta sonríe, con una sonrisa viajada de esas que muestra y ocultan, y que, al menos ayer, venía directamente desde Praga.

Pero comencemos por el principio —que ya sabe usted que mis informes son un desastre y una digresión continua y ya sé yo que me tiene dicho que me deje de digresiones, que esto no es el jodido Tristram Shandy—. Y el principio fue la entrega, anoche mismo, del Premi Crims de Tinta. Ya sabíamos: es un premio a la mejor novela negra escrita en catalán y antes lo ganaron negrocriminales confesos como Marc Pastor, Carlos Quílez, Teresa Solana, Agustí Vehí —fallecido en 2013— o Andreu Martín —por mal nombre el Maestro—. Lo que sí que no sabíamos es que este premio lo convocaba antes el Departamento de Interior de la Generalitat, pero que “motivos presupuestarios” —esto debe de querer decir que no había pasta— lo paralizaron hasta que BCNegra y RBA La Magrana se pusieron de acuerdo para convocarlo nuevamente. Y viene a cuento hablar de pasta, porque la novela ganadora por decisión unánime del jurado viene a llamarse, precisamente, Puta pasta. La firma Emili Bayo Juan, individuo de Lleida que es nuevo para nosotros de lo negrocriminal pero que no es primerizo en lo de la literatura, por lo cual tiene toda la pinta de ser un elemento al que convendría seguir la pista.

Esto, lo del Premi Crims de Tinta, ocurrió en la sede de RBA, en local atestado —allí estaba todo dios, autoridades incluidas—, con profusión de vinos, copas y canapés —de ahí lo de encomendarme a San Actrón, porque uno, a mi edad, no tiene resacas, sino convalecencias— y donde pude comenzar a infiltrarme entre los sospechosos. Efectivamente, por allí andaban los jurados: Paco Camarasa —por mal nombre el Comisario, con su cómplice Montse Clavé, alias la Librera—, Jordi Canal —bibliotecónomo—, Cristina Manresa —esta sí comisaria de verdad, y de los Mossos, para más señas—, Jordi Rourera —editor— y Carlos Zanón —sí, ese mismo, el de No llames a casa y Yo fui Johnny Thunders—, pero también los mentados David Llorente y Andreu Martín —al maestro no le voy a perder la pista, porque sospecho que a su alrededor se mueve toda la nueva hornada de negrocriminales, para ver si se le pega algo de sus mañas y por ahí los vamos fichando—, y mucha más gente peligrosa, Anna María Villalonga, Víctor del Árbol, Sebastiá Jovani, Aro Sáinz de la Maza y varios editores, agentes y blogueros, que, unidos por el tabaco y la charleta, acabaron haciendo corrillos en la terraza, a merced de ráfagas de viento helado propias de una novela de David Goodis. Ni rastro de Cristina Fallarás. Pero no se preocupe, jefe, que lo voy a seguir intentando.


Por lo pronto, esta misma tarde, a las seis, en la Biblioteca Jaume Fuster, donde se inaugura la exposición Portadas de color en una época gris, que viene a ser una muestra de portadas de publicaciones periódicas de los años cuarenta, cincuenta y sesenta, que daban paso a la sombría realidad del sepia de los interiores. Y, si no, más tarde, a las siete, en el mismo sitio, donde Francisco Luis del Pino va a charlar nada más y nada menos que con Anne Perry. Sé que usted sigue de cerca de sus novelas de detectives y por William Monk le juro que intentaré hacerle una foto, aunque con los medios de los que dispongo será difícil —aprovecho, por cierto, para decirle que está muy feo eso de enviar a sus agentes a infiltrarles con cámaras de usar y tirar—.


En fin, jefe, que aparte de buscar a la Fallarás, seguiré en estos días pegando la orejita, golijiniando, como decimos en mi pueblo, y haciéndole llegar en mi informe diario toda información extraoficial digna de mención. La oficial ya se la consigue usted por su cuenta, que para eso se libra usted del trabajo de campo y de tener que andar frecuentando a escritores, editores, críticos, libreros, lectores y demás gente de mal vivir.

Pero eso será mañana. Yo, por hoy, hasta la hora de inaugurar la exposición, voy a intentar llegar a un entente cordiale con mi hígado, para ver si se digna a recuperar su tamaño habitual antes comenzar a castigarlo nuevamente. Puede que intente sobornarlo con otro café, un zumo de naranja y un poco de pantumaca.

Fin del Informe.


En Barcelona, Año 15 de BCNegra, día 1.

Hay 2 Comentarios

Acabo de leer el comienzo de "La verdad y otras mentiras", del berlinés Sascha Arango (qué apellidito para un alemán). Me sentó bien. Luego consulté la Wikipedia. Tiene muy buenas frases Arango. «Cuando la gente se queda así sentada, entonces la historia que les estás contando, es una buena historia. Contar historias es hipnosis, secuestro, tortura.» Lo siento, pero Ravelo no consiguió que permaneciera sentado con su informe. Demasiados recursos de golpe. Demasiadas ganas de impresionar y caer bien. Pasado de revoluciones. No sé. Una pena porque me gusta esta bitácora. Saludos desde Alemania

David Llorente es extremadamente tímido, pero un hombre encantador. Tuve el honor de conocerle en Gijón este verano pasado y cuando consigues romper un poquito el caparazón es una persona excepcional.

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