De izquierda a derecha: Milo J. Krmpotic, Rodolfo Santullo, Carlos Zanón, Alexis Ravelo y Marcelo Luján | Foto: DANIEL MORDZINSKI
La locura negrocriminal sigue en Gijón. La confluencia de gente tan variopinta y la camaradería que se genera crea situaciones de todo tipo. Para muestra, esta imagen.
Aleccionados por el fotógrafo Daniel Mordzinski, Milo J. Krmpotic, Rodolfo Santullo, Carlos Zanón, Alexis Ravelo y Marcelo Luján posan como si fueran directos a la portada de un disco. Zanón, poeta, novelista, abogado, crítico y alguna cosa más, siempre quiso ser estrella del rock. Y se nota: la chupa, la posición de liderazgo... Lo que pasa que en su momento le dio por cantar (o hablar fuerte, como prefiere decir) y tocar el bajo y la cosa no funcionó. No sé lo que perdió la música, pero la literatura hizo un buen fichaje. En la imagen se intuye una sonrisa y no sabemos decir si es por ser el favorito a llevarse hoy el Hammett o porque ya se había comido el queso que le regalaron como parte del premio Novelpol.
Milo J. Krmpotic ha sido tantas cosas antes de ponerse a escribir que figurar como estrella del rock no le cuesta nada. Rodolfo Santullo se lo ha creído tanto que podría ser un personaje de una de sus novelas gráficas, sicario o vengador. Alexis Ravelo es una enciclopedia literaria andante, pero lo que no pueden saber quienes no hayan estado en alguna noche loca en la terraza del hotel Don Manuel es que canta tangos como si no hubiera mañana. Marcelo Luján es el que se queda con el premio a la mirada destroyer. La camisa tapa su gesto más rockero, un tatuaje de su amado San Lorenzo con la Copa Libertadores. Poca broma.