La Semana Negra de Gijón despliega desde hoy y hasta el domingo 17 su prolífico programa con más 160 autores de todo pelaje y condición. En el momento en que escribo esto, el tren negro cubre el trayecto de Madrid a Gijón con algunos de estos autores, periodistas y otros personajes.
La vida no da para todo y este humilde bloguero no llega hasta el miércoles, pero mientras les dejo una pequeña guía con algunos de los momentos estelares del programa y una crítica algo más extensa de algunos libros reseñables. Ya les hablé de Yeruldelgger, muertos en la estepa, de Ian Manook, uno de los mejores que he leído este año, y ahora lo voy a hacer del otro francés que viene: Emmanuel Grand. Además, algún apunte sobre dos novelas de Marcelo Luján, favorito absoluto a llevarse el Dashiell Hammett este año por la magistral Subsuelo (Salto de Página), y sobre La conspiración de los mediocres (Siruela), de Ernesto Mallo, otro de los finalistas. Como hemos hablado de muchos otros de los que estarán en Gijón, les dejaré el enlace a los post en cuestión. Ya saben, sólo hablo de los autores que conozco y he leído y disfrutado. Pasen y lean y, si pueden, vayan a Gijón.
El programa de la Semana, siempre ocurre, es tan extenso que casi abruma. La fiesta empieza hoy pero el espectáculo literario mañana. Aquí les dejo el programa para que no se pierdan. La extraña pareja sueca Erik Axl Sund (aquí les dejo una entrevista con estos crápulas) montarán el sábado su habitual show, al que le seguirá el sensacional monólogo de Fernando Marías.
El domingo presentan su último libro Ignacio del Valle, Carlos Salem, Juan Ramón Biedma y Lorenzo Silva. Los tres hablan al menos tan bien como escriben y tienen mucho que decir. En los enlaces a cada nombre tienen sendas entrevistas con ellos. Reseñable también la presencia de Claudia Piñeiro, de la que algún día hablaremos como se merece.
El miércoles es uno de los grandes días. Petros Markaris tiene un encuentro con los lectores. Quienes lo conozcan y puedan ir ya saben que no se lo pueden perder. Para los que no, aquí dejo una entrevista con él y un post sobre su personaje central, Kostas Jaritos .
Como les decía, la presencia francesa es muy sólida. El miércoles salen a escena Ian Manook, del que ya hablamos ayer aquí, y Emmanuel Grand, que presenta su Final de trayecto (Black Salamandra, traducción de José Manuel Fajardo). Se trata de un libro que entra de lleno y con mucha valentía en un tema candente: el de los inmigrantes que llegan a Europa con un sueño, generalmente truncado. En este caso la novela se estructura en torno a Marko, un ucraniano que se refugia en una pequeña isla bretona en una carrera por la supervivencia. El thriller, la novela de costumbres y algún elemento fantástico están perfectamente ensamblados en esta obra, que es la primera de un autor que promete.
Marcelo Luján, literatura negra y brillante
La apuesta de este autor argentino por la novela sólida y literariamente inapelable es reseñable. Es finalista y favorito a llevarse el Dashiell Hammet por Subsuelo, una novela de la que hemos hablado aquí, una disección del mal, la envidia, la condición humana. Un thriller con tintes psicológicos que basa su grandeza en la complejidad de los personajes. Pero ahora les quería hablar de otras dos obras suyas:
- La mala espera (Edaf). Novela con la que el autor ganó el premio en Getafe en 2009. Se trata de una historia de golfos y bajos fondos, de inmigración y desesperanza, de sueños y violencia que evoluciona hacia una disección desoladora del fracaso y la venganza como último recurso de los perdedores. "Algo está pasando para que escribas una novela urbana y te salga muy negra" decía el autor en una entrevista, precisamente en el Tren Negro, en 2013.
- Moravia (El Aleph). Una maravilla. Una novela con un tono completamente distinto a la anterior y con dos partes claramente diferenciadas. La primera, en la que te cuentan la vida de un joven y exitoso bandeonista y su matrimonio con una bella checa y el porqué de su viaje a Argentina y la segunda, en la que llega el desastre que intuye y teme el lector durante toda la primera parte. No conviene contar mucho más. Sólo decir que se mezclan de maravilla el tono dulce y evocador de la primera parte, la nostalgia, la narración histórica y el hachazo de la segunda, donde el autor cambia para describir con tono sobrio, de forense, una tragedia bestial. Un novelón.
Por último, celebrar La conspiración de los mediocres (Siruela) como una buena precuela de las novelas del Perro Lascano, ese policía argentino, cínico, sarcástico y descrecído creado por Ernesto Mallo, al que entrevistamos en su momento. La novela se sitúa en la época anterior a la dictadura de Videla y la gentuza que le acompañó, unos años ya bastante siniestros, llenos de violencia y horror. Mallo lo cuenta con un estilo particular, muy personal, una narración en la que el personaje y sus deseos y frustraciones te llevan de la mano.
Hay mucho más, pero este bloguero no da más de sí. Les seguiremos contando desde el miércoles por tierras asturianas. Lean y disfruten. Vive le noir.
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