Descubre al encantador que convierte a un perro en actor

Por: | 31 de octubre de 2013

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Rafael Casado da órdenes a Trampas en el rodaje de la serie Fenómenos.

Trampas hace honor a su nombre. Antes de empezar a trabajar hay que dejarlo estar, es como una especie de ritual. Llega al plató, olisquea, se da una vuelta, hace suyo el lugar y se siente preparado para empezar. Es todo un actor.  Pero no necesita ni alfombras rojas ni polvos de maquillaje. Tampoco exije el photoshop en postproducción. Solo quiere que lo dejes tranquilo un rato.  Trampea.  Se independiza. Desaparece. Y cuando parece que lo has perdido de vista, en cuestión de minutos, ya está listo para actuar. “¡Acción!”. Y en ese momento, Trampas solo escucha a su otra mitad. 

Rafael Casado se encuentra al otro lado de las cámaras.  La estrella en la oscuridad. En ese momento, el único referente que existe para Trampas, un mestizo de cuatro años color canela, despeinado y con aire guasón. Con gestos enérgicos, seguros y órdenes directas, Rafa, como le llaman en casa, va moldeando los pasos del perro en escena, lo guía, lo acompaña y consigue que haga y se comporte como dicta el guion. Con un gesto, Trampas se levanta, con otro, se acuesta, mira a su compañero de escena, ladra cuando le toca hablar, se hace el dormido y enseña los dientes cuando se pone en la piel de un perro feroz. Cuando se apagan las luces, Rafa le da una pequeña salchicha, Trampas mueve el rabo y de camino a casa empieza de nuevo a trampear.

 

“Es un trabajo artesanal”, explica Rafa. Porque entrenar a perros actores requiere de una dedicación muy personal. Él lo lleva haciendo desde hace más de 35 años y fue el pionero en España, con más de 65 largometrajes a sus espaldas, numerosas series, spots de publicidad y hasta obras de teatro. Aunque  lo cierto es que su historia en el cine empezó con “una gran frustración”. En 1961 todo el equipo de El tramposo, una película británica dirigida por Sidney Gilliat e interpretada por Doug McClure (El Virginiano) y Hayley Mills (Tú a Boston y yo a California) se trasladó a Alicante para rodar unas escenas con un perro que Rafa había empezado a entrenar. Era un pastor alemán muy tímido y estresado que en la intimidad realizaba a la perfección todos los trucos que le enseñaba. “Pero ante las cámaras….todo se complicó”, recuerda. “Lo intenté unas mil veces. El perro tenía que entrar en el agua, en la playa, y hacer unas carreras, pero no había manera, con tanta gente delante era imposible. Me quedé hecho polvo”.

Aquel fracaso ante las cámaras supuso un punto y aparte para Rafa, que se prometió a sí mismo “hacer las cosas como se deben hacer”. Amante del cine y de los animales casi a partes iguales, este proyecto de biólogo que no terminó la carrera se convirtió en “autodidacta”. Viajó a Alemania y a Estados Unidos y le dedicó tiempo a aprender una técnica “que lamentablemente no se estudia en España”.  No es suficiente con tener mano izquierda con los perros. Para él, no hay encantador que valga. “La gente ve ese programa y se cree que enseguida puede ir con cinco perros juntos y un monopatín. Y no es tan sencillo”.

PARCHISconMari

A los seis años de aquella experiencia, su trabajo se vio recompesado con Meri.  “Era un chucho que estaba abandonado. Me la llevé a casa e intenté colocarla en varias ocasiones… Cuando por fin encontré dueño, ya no pude deshacerme de ella”. Meri, “más lista que el hambre”, aprendió rápido. Veneraba a Rafa, jugaba con él, disfrutaba con sus trucos. Y llegó su primera oportunidad con la serie Curro Jiménez. Poco después se convirtió en el Supermán de las cuatro perlículas de Parchís, compartiendo escenas sobre todo con el fallecido Manuel Alexandre, “un grande, que curiosamente tenía terror a los perros”.  Meri vivió 17 años de éxitos y cautivó a los espectadores. Hasta aprendió a ‘orinar’ como si fuera un macho, para meterse bien en el papel. De Óscar.

 

Desde entonces, Rafa no ha parado de entrenar a estrellas que ladran, aunque no se dedica sólo a eso. DedicatoriaRey
Formó el primer grupo de rescate con perros en España, concretamente en el País Vasco, y por sus manos han pasado canes de grandes personalidades, como algunos del Rey Don Juan Carlos. El centro canino Pradohondo (en Collado Mediano, Madrid), donde trabaja en un ambiente familiar junto a Paloma Pérez, su esposa, está especializado en el adiestramiento canino, la cría y selección de pastor alemán y labrador retriever, y los cursos de formación para quien quiera aprender técnicas de educación.  Y por supuesto, la parte artística. La del cine. Allí Rafa se mueve entre los 30 perros que hay en estos momentos en la residencia como si fuera un encantador, aunque reniegue de ese término. Su presencia eclipsa a todas las demás. “Cuando está él a mí no me hacen ni caso”, cuenta Paloma,  “la veterinaria, la directora y mi esposa”, como la presenta entre risas Rafa. Ella, que trabaja con su marido desde 1985, pone orden en un sitio donde él, ante todo, crea vínculos con los animales. Siempre con la ayuda, eso sí, de la tercera pata de Pradohondo, Facundo Rey. El joven, de 27 años, llegó hace ocho al centro para realizar un curso de 'Etología aplicada' y su buen hacer con los perros le ha otorgado con el tiempo el título de "sucesor" de Rafa.

Y es que en el fondo el entrenamiento de un actor trata de intimar con el animal. “Lo primero es conocer bien al perro. Y que él te conozca bien a ti. No todos sirven para ser actores. De hecho el 60% no puede realizar ese trabajo. Como las personas, no todas pueden actuar”, explica Rafa. Da igual lo listo que uno crea que es su perro. Adiestrar a un futuro actor cuesta una media de año y medio de trabajo. Y mucha paciencia. Porque cuando son cachorros ya se intuye si hay potencial. “Luego, él les da exactamente lo que necesitan. Juega y trabaja.  Sabe lo que ellos quieren, y ellos lo adoran”, dice Paloma mientras Rafa se revuelca por el suelo con Lucky, todo un George Clooney canino.

Precisamente Lucky es una de las pruebas más evidentes del trabajo artesanal del que habla Rafa. Este mestizo blanco de 12 años vivíó abandonado debajo de un coche en Sevilla, en Dos Hermanas. Y ahora se mueve a la perfección entre bambalinas. Se ha convertido en uno de los actores más consagrados de Pradohondo, con películas como Gordos, El club de los suicidas o Sexy Killers en su haber cinematográfico, o anuncios como el de la Once o 20 Minutos.

 

 

Tanto Lucky como Trampas (Fenómenos, Que se mueran los feos) viven en un chalet con Rafa, Paloma y otros cinco perros-actores más. “Tienen que tener contacto con la gente para que luego se puedan relacionar bien en el cine. No pueden estar encerrados como en una cárcel”, explica Rafa. Así, la preparación de estos intérpretes se cocina durante 24 horas a fuego lento y todos los días de la semana. Federico Luppi, Leonardo Sbaraglia, Juan Luis Galiardo, José Coronado, Marta Etura, Mario Casas… son solo algunos de los nombres que han compartido escenas con estos artistas tan peculiares que cobran alrededor de 600 euros por sesión, aunque todo es "variable", matiza Rafa. Depende de cada situación. “Si hay muchas escenas en una serie o una película se negocia el precio”, cuenta además Paloma, que añade que con la crisis han notado cómo muchas producciones han acudido a empresas intermediarias, más baratas, pero que no están especialidazas en el adiestramiento. “Luego, como en todo, se nota en el trabajo. Hay perros que simplemente están ante las cámaras. No hacen nada más”.  

 

Talco, uno de los perros adiestrados por Rafa, muestra sus habilidades en Solas.

Ante tanto “desmadre” en la profesión, Rafa solo responde con “trabajo”. Mientras habla, contesta cada rato las llamadas de su antiguo Nokia. Él no necesita Internet. Pasa del Whatsapp. “Mira, ahí hay cuervos”, interrumpe una frase mientras conduce su volkswagen blanca, a las puertas de su centro canino. Señala hacia arriba, observa y vuelve. “¿Qué iba diciendo?.  Ah, sí, que hay que ponerse a currar”.

FOTOS CEDIDAS POR EL CENTRO CANINO PRADOHONDO.

Hay 11 Comentarios

En alusión a los comentarios leídos:
-Valentina: comparto tu amor por los perros pero las generalizaciones no son buenas, sin duda hay adiestradores que priorizan el resultado a los métodos, generando un desagrado en el perro mientras trabaja, otros sin embargo utilizan otro método que de hecho te interesará, un perro puede disfrutar mientras trabaja, de hecho mas que como un un trabajo se lo toma como un juego, siendo el juego parte fundamental para que un perro desarrolle y fogue su instinto y haciendolo feliz por estar en armonia tanto con su entorno como con con dueño o colega.
Maria: te sorprenderia saber que los perros por las malas si responden y por eso Valeria trata de generalizar por que solo conoce la cara mala

MJ: los animales tienen empatía y sincronía con nosotros y nosotros no con ellos? Eso no tiene ni pies ni cabeza, aunque no te niego que nuestra capacidad empática sea menor que la de los animales.

Desde luego no entiendo como los humanos en general saben mas acerca de animales que no van a ver en su vida y en su educación no se contempla el conocer al perro, animal integrado en la sociedad humana desde hace 100 000 años como mínimo, es muy triste.
Bravo a Rafa Casado por su trabajo que seguro sera ético en su método de adiestramiento haciendo disfrutar tanto a espectadores como al "perractor"
Lametazos a todos

menudo tio, me encanta los perros

si queres adotar o compara un perro en España te recomiendo esta web http://www.elsegundamano.es/perros

Hola hace tiempo que tengo perros,pero desde luego el mio no hace lo que yo quiero necesitaria un entrenador para que fuera más sociable.....gracias

Carlos me parece que no valoras el trabajo de los educadores de perros ya que gracias a ellos los perros realizan muchos servicios para nostros las personas, desde rescate, asistencia , defensa y compañia. He tenido perro toda la vida y todos de una manera u otra siempre han estado dispuestos a ayudarme en lo que necesitase y no le note a ninguno esclavizado sino todo lo contrario, deseosos de complacerme y ser utiles para mi y mi familia, enhorabuena por este blog ya que gracias a el podemos aprender mas cosas sobre este particular mundo de los perros, un saludo!

Valentina creo que no tenés ni idea de lo que le gusta a los perros, vivo en Capilla del señor ARGENTINA y tengo 3 perros y por mi experiencia lo que menos les gusta es quedarse en casa. Prefieren venir conmigo a trabajar al campo o perseguir conejos o que les enseñe cosas nuevas. Admiro el trabajo de Rafael y su equipo ya que aqui se ven series en las cuales ellos han trabajado y personalmente sigo. Desde aca mis felicitaciones a PRADOHONDO

Muy buen reportaje. Es importante recordar al maestro de maestros de "enseñanza canina" Nadie como Rafael Casado para entretener, comprender y hacernos disfrutar con los perros y, por supuesto, hacerles disfrutar a ellos (los perros) que en definitiva es de lo que se trata. ¡Uno de los mejores amigos de los canes¡

Mientras siga habiendo gente que considere a los animales comida, juguetes, esclavos, terapias o espectáculos, nuestra especie no merece demasiado respeto.

Valentina, Valentina....no puedes tener empatía con un animal. Con una persona si, con un animal no. Y hay una grandísima diferencia entre un perro que trabaja feliz ( y te puedo garantizar que en ciertos trabajos si no es así no hay trabajo) y un perro maltratado. No te tienes que ir muy lejos, mira los perros del metro de Madrid.

obligados a trabajar? el perro se lo pasa superbien! el perro quiere trabajar, lo que no le gusta a un perro es pasar horas encerrado en una casa durmiendo aburrido de la muerte. Un perro adora el trabajo, que en el caso del entrenamiento se hace con juegos y premios. Si no es con buen trato y en positivo, el perro no responde. Me parece Valentina, que tú si que tienes desconocimiento de lo que son nuestros compañeros y amigos más divertidos!

Los perros no actúan, no se meten en ningún papel. Parece mentira que se digan semejantes estupideces, tan solo son amaestrados y obligados a trabajar. Desde luego, para ser un blog de perro, qué desconocimiento y qué poca empatía.

Cada día alucino más con los perros, me encantan. Muchas gracias por este gran blog. Os dejo una bonita campaña para adoptar perros abandonados que no se si ya conocéis: http://xurl.es/15w93

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Sobre el blog

El día en que un chiquitajo o un gigante peludo entra por la puerta cambia tu vida. Aunque nadie te hable en casa, tú ya tienes asegurados fiesta, perplejidad y cariño. Somos unos cuantos autores con ganas de contar su peculiar verdad sobre perros y gatos. Coordinados por Matilda, una schnauzer (superdotada, cómo no) adicta a los calcetines de Ana Alfageme

Sobre las autoras

Ana AlfagemeEn una de sus vidas, Ana Alfageme es periodista en EL PAÍS, donde durante 26 años ha saltado desde la información científica y social a los sucesos y la cultura. Hoy trabaja en proyectos especiales. Su aventura más nueva y apasionante es compartir techo con Matilda y sobrevivir para contarlo aquí.

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