Cuando le hablo, Matilda, mi perra, ladea la cabeza expresando lo que a mí me parece perplejidad: "¿Qué diablos quieres contarme ahora?" podría querer decir. Moviéndome por la casa, noto su mirada constante. Me pregunto si pensará que por qué me seco enérgicamente con una toalla, me sacudo el pelo o frío un huevo. Por mi parte, muchas de las cosas que hace me parecen de extraterrestre. Así que estamos en paz. Pero he preguntado a quienes saben el porqué de algunas conductas que me provocan asco, sorpresa o carcajadas.
1. Rascar el suelo como si hubiera oro. A veces Matilda araña el parqué con las patas delanteras a gran velocidad, como tratando de cavar un agujero. Luego se tumba. "Es como hacerse la cama, pero no está muy claro", explica la veterinaria Alicia González, de la Clínica Los Molinos de Madrid. La conducta, aseguran los expertos, se remonta a las épocas en que los perros no convivían con los humanos y era una forma de crear un nido, un lugar confortable para tumbarse y descansar. En ocasiones tiene que ver con la búsqueda de tierra más fresca en verano o más cálida en invierno. Mi perra lo hace más si está algo nerviosa. "También podría tratarse de un comportamiento-síntoma de un problema de estrés (al igual que otros comportamientos obsesivo-compulsivos como dar vueltas sobre sí mismos o aplicarse demasiados lamidos de acicalamiento)", señala la veterinaria y especialista en trastornos de conducta Sandra Real.