La frase parece extraída de un manual de autoayuda, pero a mí me funciona. Despejar de ‘trastos’ mi vivienda clarifica y ordena mis pensamientos. Llena de aire el pequeño piso donde vivo, haciendo que parezca más amplio y más grato, y me regala tiempo. Ese que no pierdo buscando lo que no encuentro.
La casa puede ser un contenedor de contenedores./ MARCUS LAWETT
Mi dogma es empezar el año organizando mis cosas y mis ideas, porque, lo admito, soy un poco caótica. Como el Universo. Ya lo dijo hace varios decenios Rudolf Clausius, "todo tiende a la entropía". Y yo lo confirmo. El orden no es natural. Requiere cierto esfuerzo. Aunque se empeñe en demostrar lo contrario la supernanny de la tele, mantener la casa en perfecto estado de revista cuesta un poco (o mucho) y no suele ser muy divertido.
A falta de la magia con un poco de azúcar de Mary Poppins, yo imito, en la medida de mis posibilidades, a los arquitectos de interiores. Para propiciar el orden, planifico y ‘diseño’ (a mi manera, claro) el almacenamiento de toda mi casa. Soy consciente de que mantener el orden es cuestión de disciplina, pero he comprobado que cuando cada cosa tiene su lugar, está a mano y cerca de dónde se usa, es más fácil tanto localizarla rápidamente como volver a guardarla tras su uso. El diseño ayuda. Pero con un poco es suficiente. No creo que haya que obsesionarse ni, por supuesto, atiborrar la casa con muchos armarios. A mí, me bastan unos pocos. Eso sí, tienen que estar justo dónde los necesito y tener las medidas justas (sobre todo el fondo) según su contenido. Mis trucos para tenerlo todo en orden son pocos. Caben en la palma de una mano. Vamos con ellos:
1.Reciclar, reciclar y reciclar. En cuanto necesito más armarios, tomo conciencia de que me sobran cosas. Aunque no tengo el síndrome de Diógenes (diagnosticado por lo menos), tiendo acumular libros, cajas y cachivaches de cocina. Mi penitencia auto-infligida es conocida: regalar y reciclar, y de forma inmediata (para que sea efectivo), todo lo que no me gusta o hace más de un año que no uso. Odio los armarios llenos de ropa pero sin nada que ponerse y los cajones de cocina rebosantes de cuchillería que no utilizo. Así que, una vez al año, hago una limpieza espartana y me quedo solo con lo útil, a fin de recuperar espacio y orden en todas las estancias (desde el dormitorio a la cocina). Para mí, “menos es más” (ya lo decía Mies van der Rohe).
Es preferible tener menos cosas, pero a mano, que muchas sin localizar. Lo que no se ve no existe, sobre todo en la cocina. Para doblar el almacenamiento, sin crear dobles filas, el diseñador Rod Gregory se inspira en los muebles de oficina con ruedas. Así, en el espacio de un armario, ubica dos. Una práctica estantería con doble profundidad, donde todo (incluido lo del fondo) queda a la vista.
2. Separar y clasificar. Además de ordenar, mi 'mantra' para localizar las cosas es clasificarlas por categorías (prendas de vestir, zapatos, toallas, artículos de deporte, herramientas, …). Y cada categoría por persona, actividad y frecuencia de uso. Si no sé lo que tengo con cierta exactitud, y quién lo usa y cuándo, me resulta difícil -por no decir imposible- establecer qué espacios de almacenamiento preciso. Ya sé que es evidente, pero yo no empecé a aplicar esta máxima hasta hace unos años. Díscola que es una...
Cuando no hay altillos donde colocar -y esconder- el equipo de cámping o las sombrillas de la playa, Rod Gregory opta por encargar un armario esquinero detrás del sofá. El invento ofrece un amplio estante para colocar libros o cuadros y un mueble de gran cabida interior al que se accede por pequeñas puertas laterales.
3. Buscar espacios. Más que armarios, creo que lo importante es buscar espacios donde disponer los armarios. Para que funcionen, los armarios tienen que estar donde hacen falta: el mueble de las toallas cerca de la bañera o la ducha, la librería junto al sillón de lectura (o la cama) y el ropero donde uno se viste (y que no tiene por qué ser el dormitorio). Cuando reformé mi anterior ático planifiqué el almacenamiento al mismo tiempo que la distribución. Entonces fue sencillo -y no supuso un gasto extra- diseñar muebles a la medida donde hacían falta y hasta integrarlos en la arquitectura para que pasaran desapercibidos. En lugar de tabiques, proyecté muros de almacenaje abiertos por los dos frentes opuestos, dibujé pequeñas hornacinas en la entrada para dejar las llaves y aproveché los huecos del salón para idear librerías. Ahora vivo provisionalmente en un piso de alquiler, pero aplico el mismo principio: ubicar en cada lugar algunos contenedores donde poder guardar y ordenar lo que allí utilizo. Para que cada cosa acabe en su armario, cada armario tiene que estar en su lugar.
Aunque parezca lo contrario, instalar un armario donde hace falta no es dificil. Según el diseñador de interiores Gregory una pared con ventanas permite ubicar una librería utilizando 3 estanterías baratas (como la Billy de Ikea). Para que los libros no roben espacio, las estanterías abarrotadas de tomos se ocultan tras cortinajes hasta el suelo colgados de un cable tensado que transforman el muro en un mirador.
4. Cada armario, su fondo. Evidentemente, cada mueble requiere una anchura y una altura distinta para que sea práctico. Lo esencial es prever un fondo diferente según lo que se guarda dentro. No se necesita la misma profundidad para la ropa de vestir (60 cm para prendas colgadas) que para los libros (que solo precisan 15-20 cm si son de bolsillo) o los geles de baño (que ocupan de 9-11 cm ordenados en fila india). Si uno proyecta o usa armarios de menos fondo las cosas no cabrán (o se estropearán), pero si el fondo es excesivo se crearán dobles filas, espacios muertos y desorden. Pequeños cementerios de objetos y de polvo. Así que la máxima es sencilla: ni menos ni más fondo. El fondo justo para cada cosa. ¿Tomamos medidas?
Ropa colgada: 55-60 cm
Zapatos: 20 cm (bandejas inclinadas) y 30-35 cm (planos en estantes).
Ropa doblada: 35 cm (jerséis) y 45-50 cm (toallas, sábanas y mantas).
Productos de higiene: estantes de 9 a 11 cm (geles, peines y papel higiénico).
Libros: 25-30 cm (la mayoría) y solo 15-20 cm (si son de bolsillo).
Vajilla y mantelería: Estantes de 35 a 45 cm (desde platos hasta bandejas).
Herramientas: 13-15 cm (en panel) y 15-30 (cajas en estantes).
Basta un pequeño hueco entre el ropero y la pared, para disponer una estantería vertical y extraíble para el calzado. Se trata de atornillar al lateral del armario un tablero perforado que se deslice sobre carriles. Un frente de madera perpendicular tapa el hueco.
5. Compartimentación y flexibilidad. Para sacar partido a cada centímetro interior, todos los interiores de los armarios pueden estar tan compartimentados como los de una cocina. Por eso, coloco divisiones (fijas o móviles) para asignar a cada cosa (o conjunto de cosas) un lugar. Con una simple bandeja compartimentada, el cajón de los cubiertos puede pasar de ser un batiburrillo de cucharas, tenedores y cuchillos a un eficaz archivador en versión horizontal y extraplana. Los más sofisticados pueden apostar por los prismas funcionales, para disponer de una configuración adaptativa a los usos y a los gustos a lo largo del tiempo. Yo solo invierto en cajones de extracción total, porque facilitan el acceso y la limpieza, y me dejan ver todo el interior. Y, sobre todo, apuesto por los armarios con fondos o laterales perforados (tipo cremallera), que permiten mover, añadir o quitar estantes o cajones a placer, y así puedo adaptar o ‘rediseñar’ el armario al contenido futuro (en lugar del contenido al armario). Amo lo flexible (y suele durar más).
Hay 9 Comentarios
Toda la razón en el título y gracias por compartirlas son ideas muy eficientes para organizar nuestro hogar. Una de las cosas a las que yo le pondría especial atención seria a la cocina y a mi armario. Aquí http://www.1001consejos.com/ideas-para-organizar-la-casa/ encontré unas opciones para organizar armarios, son muy buenas.
Publicado por: Sofia Martínez | 04/04/2014 23:13:31
Buenísimas ideas!!!yo siempre he tenido mucho trasto en casa...pero muchos de ellos importantes y no los podía tirar a la basura.
Al final contacté con http://www.espacioplus.com/ y contraté un espacio con ellos.
Puedo ir cuando quiera a ver mis cosas y el precio está genial.
Un saludo
Publicado por: raquel | 12/12/2013 12:43:17
Esta genial el artículo. Yo cuando organicé toda mi casa, hubo cosas que no pude almacenar así que decidí ponerme en contacto con http://www.espacioplus.com/ para guardar las cosas más grandes.
Un saludo
Publicado por: ainhoa | 25/11/2013 10:42:23
Muy buenas recomendaciones, estoy totalmente de acuerdo, creo que todo tiene un lugar y eso no solo mejora el aspecto de la casa, oficina, etc sino que brinda tranquilidad y un ambiente relajante y acogedor para estar.
Gracias por compartir el artículo.
Publicado por: Estanterias metalicas para almacenamiento | 19/11/2013 15:34:14
Gracias Ana, nos has leido el pensamiento y encima nos has dado buenísimos consejos. Ordenar la casa es como ordenar la mente, hay que enfretarse al própio cáos, y ser capaz de sacrificar cosas del pasado para vivir mejor el presente. Encontrar un sitio adecuado para las cosas importantes bien merece el esfuerzo. Estamos seguras que este blog será una buena fuente de inspiración. Almuyanita.com
Publicado por: almuyanita | 29/01/2013 19:51:38
Querida Jota,
Bienvenida al club de los ordenados (o los caóticos con propósito de enmienda) ¡Fuera trastos! Da la bienvenida al orden, y los beneficios no se harán esperar. Suerte y cuenta conmigo para ordenar o decorar tu casa.
Publicado por: Ana Martinez Nebot | 29/01/2013 15:09:54
Querida Rosa,
¿Cómo te va con tu despeje espacial? Espero que todo empiece a encontrar su lugar. Cualquier duda, me dices. Estoy aquí para ayudar en la aventura de decorar la casa. De momento, los consejos serán a distancia, pero en un futuro
(espero que no muy lejano) la idea es entrar en casas ajenas para transformarlas y mejorarlas.
Publicado por: Ana Martinez Nebot | 29/01/2013 15:03:48
Suerte con este blog, estoy segura de que a muchos nos será útil y entretenido.
Ahora mismo estamos re-pensando re-organizar (por enésima vez) una caótica habitación que sirve de estudio, cuarto de juego, comedor ocasional y almacén de mil cosas (libros, ropa, herramientas, material de oficina ...), en una cómoda habitación en la que estas cuatro necesidades se puedan desrrollar y no se revuelvan, a ver si lo logramos. Si me surge alguna duda, no dudaré en consultártela.
Publicado por: jota | 27/01/2013 0:59:41
Hola Ana,
Que buena idea éste blog, Felicidades. Te confieso que después de leer tu articulo he tomado la decisión de poner
orden en los armarios de mi casa y eliminar trastos (que tengo muchos). Es algo que pienso a menudo pero nunca encuentro el momento.
En tu casa o en la mia, piensas entrar en casas y poner orden? o simplemente dar ideas a distancia?.
Yo te deseo lo mejor para tu blog y que tus consejos lleguen a muchas casas.
Un abrazo.
Rosa Ramirez.
Publicado por: Rosa Ramirez | 22/01/2013 18:51:52