La interiorista Estrella Salietti continúa el reciclaje de una vieja casa, para tres mujeres distintas que viven tres etapas vitales diferentes, iniciado el pasado viernes. Hoy el objetivo es lograr que el look juvenil y despreocupado, que permitió a Elena de 25 años apropiarse del espacio de forma inmediata, evolucione hasta satisfacer las exigencias de confort que demanda Tate de 45 años. Sumando algunas ideas de bajo presupuesto, el lugar mantiene la osadía inicial, pero con un plus de calidez para acoger la intimidad.
"Hay que insuflar calor y sensualidad al hogar", sentencia Salietti. "Una mujer de 45 años -argumenta-necesita una casa que respire a su ritmo. Un espacio propio al que amar y donde amar. O lo que los ingleses llaman 'cocoon" (o tu propio caparazón), y tanto para encontrarse con ella misma como para compartir su intimidad con quien elija". Por eso, para Tate la interiorista transforma el salón tipo oficina de Elena, de aire informal y abierto a todos, en un ‘chill out' con entrada reservada. "Un espacio más personal, vibrante y reconstruible, para acoger los cuerpos y los cambios", dice Salietti. Y por la misma razón reivindica un dormitorio especial y el uso de los textiles. "Las telas -dice- ayudan a modelar espacios cálidos y reinventables".
La oficina da paso a un chill out./ ALBERT FONT