Sin necesidad de cambiar nada, la luz lo cambia todo. Es sutil y, al tiempo, poderosa. Multiplica la sensación de espacio, proporciona sombras, contrastes y reflejos, y colorea el ánimo. La tendencia es dejar que el sol entre sin cortapisas en la casa, para que la claridad renueve lo que roce. Pero, ¿qué hacer cuando no hay luz? Capturarla o incluso fabricarla para vencer a la oscuridad. Los expertos consultados proponen espacios con luz propia que atienden tanto a las necesidades funcionales como a las emociones.
Próximo consultorio: Viernes 26 de abril. Tema: Pregunta lo que quieras
Consultas y peticiones: anaentucasa arroba gmail.com
Erica: En estos momentos vivo en una antigua fábrica de jabones. Con el tiempo, será un loft, o eso espero, pero ahora es un espacio tan desangelado que me entristece. Necesito luz y algo de magia, sobre todo en la entrada. Es tan grande, tan alta y tan oscura que resulta inhóspita. Quiero una bienvenida luminosa.
Querida Erica, ¿por qué no creas una llovizna con una sucesión de bombillas colgantes? Así alumbras, y sin obras, una arquitectura vibrátil que como una caligrafía se superpone al lugar, y lo reinventa y lo transciende. Además de luz, las lámparas descendentes acortarán la altura del techo proyectando un espacio con una escala más humana. Si quieres ir un poco más allá, el arquitecto y paisajista Bruno Cariglino forja este paisaje ingrávido de alto impacto, casi una plaza, con un estanque construido de manera industrial. Se trata de una estructura de hierro cubierta con vidrios laminados blancos de alta seguridad sobre los que se puede incluso caminar. En el interior de los cubos, hay tubos fluorescentes de tres colores que se programan para proyectar distintas escenografías. Tecnologia 'low tech".