Pregúntate qué puede ser un armario

Por: | 06 de marzo de 2013

La cuestión no es baladí. Para Matilde, una lectora que anda liada con la nueva distribución de su casa, ubicar el ropero es un pequeño viacrucis. “No tengo sitio ni dentro ni fuera del dormitorio”, me dice por e-mail. “Ya he descartado tener un vestidor. No resulta tan fácil, me reprocha, encontrar espacios de almacenamiento en una casa como cuentas”. Me advierte que no espera respuesta por mi parte, pero su pregunta es un reto: “¿cómo crear un ropero independiente, cuando no te sobran habitaciones?”. De inmediato, pienso en el proyectista Gerardo Bernal. En su piso en Elche (Alicante), en lugar de buscar espacios (o estancias) para disponer el vestidor, ha proyectado un vestidor que es un espacio (de transición) donde guardar la ropa. 

Tras el espejo, está el armario Vestidores integrados en el espacio
En lugar del tabique de separación entre dos dormitorios, se ha proyectado un vestidor con doble acceso./ DAVID FRUTOS/Bisimages

Nuevas respuestas, exigen siempre nuevas preguntas que pongan en solfa las ideas establecidas (o clichés). “¿Por qué un armario tiene que ser un mueble? ¿Por qué no concebirlo como un espacio de transición o como una estancia de uso múltiple y variable en el tiempo? ¿Es utópico soñar con un vestidor que pueda ir variando de uso a lo largo de toda la vida?”. Planteándose cuestiones como éstas, el arquitecto alicantino Gerardo Bernal, del estudio de Alfredo Payá, ha diseñado, en lugar de cajas cerradas para guardar la ropa, espacios -o futuras estancias- que funcionan como armarios.

En su piso de unos 80 metros, los roperos se integran en el ambiente y lo construyen y personalizan. “Planificar el orden forma parte de la distribución y la concepción del mismo espacio”, argumenta Bernal.  “El almacenamiento, como la iluminación, no es un asunto que convenga dejar para después”. Y añade: “Concebir un armario como un mueble es un concepto desfasado”. Él sugiere otras opciones:

¿Por qué no un espacio de almacenaje? “Los armarios no tienen que ser cajas cerradas y oscuras, igual que las estancias ya no son compartimentos estancos”. 

¿Por qué no un filtro? Un espacio de almacenaje permite dividir o unir estancias, y establecer relaciones de gradación entre piezas más o menos privadas. En este caso, al disponerse en lugar del muro que separa los dos dormitorios, éstos se generan y compartimentan a voluntad a través del vestidor". 

Un muro de almacenamiento iluminado¿Por qué no una lámpara? Si se utilizan materiales translúcidos para definir los límites, “un vestidor puede ser de día una ventana y, al llegar la noche, una lámpara”. Dispuesto entre paneles correderos (de espejo y cristal traslúcido) este vestidor es un espacio de transición con luz propia. "De día, deja pasar el sol. De noche, su luz interior alumbra ambos dormitorios".

¿Por qué no un lugar flexible? "El vestidor de hoy -sostiene Bernal- puede ser el dormitorio del bebé mañana. Hoy, la casa es un espacio flexible y mutante. Los armarios, si se conciben como espacios, también”.

¿Por qué no todo? Espacio, filtro, lámpara y estancia mutante. "Un armario puede ser varias cosas escalonados en el tiempo", apunta Bernal. ¿Por qué no un espacio polivalente y abierto al cambio como el resto de estancias?", pregunta.  

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Sobre el blog

Abordar la casa y sus aledaños desde el punto de vista de la gente que la inventa, la construye y la disfruta con ideas frescas, desprejuiciadas y transversales. Para ayudar a soñar a la mayoría en su día a día.

Sobre la autora

Ana Martínez Nebot

. Estudié periodismo para conocer a las personas que cambian las cosas. Trabajé en revistas económicas para financiarme la carrera. Impulsada por la pasión me centré en la decoración. Y descubrí que las cosas y las casas cambian a las personas.

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