Reciclar un jardín de césped, para volverlo escultural y sostenible

Por: | 05 de julio de 2013

El blanco no aporta color a este jardín, pero enfoca y enmarca su belleza y exuberancia vegetal. Al rodear el verde con un marco níveo, la botánica del lugar se realza y atrapa todas las miradas. El resultado es un reciclaje refrescante y low cost que armoniza el exterior con la casa. Y convierte el paisaje tradicional en una arquitectura luminosa y sobre todo sostenible al reducir el césped a la mitad.

Eduardo Mencos sustituyó más del 50% de césped por grandes extensiones de gravilla blanca que llenan el jardín de luces y sombras
Las palmeras y los cipreses del lugar cobran protagonismo al enfocarse, como si fueran cuadros con grandes marcos de gravilla blancaEl verde es más verde al rodearse de blanco

La alfombra de gravilla blanca convierte los majestuosos cipreses y los troncos de los naranjos en esculturas naturales que deleitan los ojos./ EDUARDO MENCOS 

Adoro el verdor y el paisaje. Pese a ser un urbanita confesa, y vivir rodeada de acero y hormigón, paso mis vacaciones en entornos rurales, y desde que tengo memoria mantengo un anhelo de naturaleza. Pero no de césped. Me parece un absurdo mantener una pradera en el Mediterráneo. Y tanto por ecología (el riego y los cuidados que precisa y exige) como por estética. Para percibirse vibrante, el césped reclama una luz suave como la de Reino Unido. El sol intenso de estos lares aplana esos verdes claros que exhibe una pradera, destruye sus matices y hace que vea artificial y triste. ¿Por qué no utilizar otras rastreras que se adapten al lugar y no a la inversa? ¿Por qué no crear un paisaje que no precise riego extra? Buscano precisamente una alternativa al césped, me topé con este jardín en Cádiz. Se trata de un reciclaje low cost, que cambia el 50% del césped reciclando un jardín en una arquitectura para meditar.

El artificie es Eduardo Mencos. Mencos no es arquitecto, pero sus clientes aseguran que construye "catedrales". Con la fuerza de sus ideas, este paisajista, que es director de cine, fotógrafo y hasta escultor (como veréis más adelante), erige pequeños templos para que las personas puedan recuperar el equilibrio emocional. Cuenta Mencos que, al diseñar jardines, busca "lo que más necesitan los hombres hoy: silencio y paz".

Al recibir el encargo de mejorar un tradicional jardín de césped en Sotogrande (Cádiz), impulsó un lugar natural y sereno que propicia el descanso con sencillas, pero sabias, pinceladas blancas. "Buscaba, cuenta el paisajista, armonizar y comulgar el jardín con la casa. Pero, también, buscaba enmarcar y redescubrir la belleza natural existente, para que no siguiera oculta a la mirada". 

La luz y la emoción que ahora irradia este jardín es fruto de este enfoque. Parece un jardín nuevo, pero, básicamente, es el mismo. Eso sí, antes se percibía apagado. Y hoy, tras dirigir la vista a lo esencial, es un paisaje que comunica y habla. ¿El secreto? Saber descubrir y poner en valor lo que era importante: una arquitectura escultural y una botánica exuberante y con cierta patina. "No basta con que exista la belleza, hay que saber mostrarla", aduce Mencos. ¿Y cómo se logra empoderar la hermosura de un lugar cuando el presupuesto es mínimo? "Como han hecho los artistas durante siglos, enmarcándola y enfocándola para que se vea", responde Mencos. 

La práctica anual de encalar los troncos de los árboles los protege de los insectos, especialmente de las hormigas, y de las plagas. Al pintarse de blanco, los troncos de los naranjos (citrus aurantium) parecen emerger del suelo de gravillaAl pintarse de blanco, los troncos de los naranjos (citrus aurantium) parecen emerger del suelo de gravilla Ante una arquitectura muy blanca y un jardín con profusión de césped, la apuesta de Eduardo Mencos fue enfocarlo todo de nuevo en blanco. La idea no fue eliminar el verde, pero si de reducir su presencia, introduciendo elementos níveos y de bajo coste, como por ejemplo la gravilla blanca, para que el exterior de césped se refrescara, adquiriera nueva luz y empezara a dialogar con la casa. Pero no solo eso. Con la envoltura blanca se buscó también dar un toque contemporáneo a un entorno clásico. Y pintar un contraste sobrio con la naturaleza, que reviviera una botánica espectacular que ahora despunta como la gran protagonista del lugar, pese a tener una extensión mucho menor que antaño. El propio artífice explica el porqué. "El blanco actúa como un marco donde destaca todo, en este caso la vegetación. Como saben muy bien los pintores, el blanco, al igual que el negro, es un tono que eleva todos los demás colores", apunta Mencos.

Para crear los montículos, se han colocado unas macetas de santolina entre los árboles y se han cubierto de grava.
Los pequeños montículos introducen en el jardín tanto movimiento como perfume.EDUARDO MENCOS 

Unos sencillos muebles plegables blancos construyen un cenador al aire libre en el bosquecillo de adelfas

El banco está realizado con cemento tintado por el propio Eduardo Mencos

Basta diseminar algunos muebles blancos por el jardín para crear lugares donde desayunar o reflexionar mientras se contempla el paisaje./EDUARDO MENCOS 

Las grandes extensiones de gravilla blanca han creado no solo una nueva topografía artificial inspirada en la arquitectura de la casa. También han hecho florecer el jardín natural existente. Bajo esta gran alfombra de luz, los árboles, que antes apenas se veían, emergen. Y sus troncos, modelados por el sol, la lluvia, el viento y el propio lugar, adquieren una dimensión casi escultural. Son los mismos árboles de antes, pero ahora tienen vida propia. Según Mencos, "son esculturas que reivindica la fuerza de su historia, pero desde la contemporaneidad". El resultado es un paisaje luminoso y en calma, que se acompaña, sobre todo, de silencio. "No de ausencia de ruido, sino de esa cualidad psíquica que es intrínseca al lugar, y que te permite aserenar la mente para encontrar la paz", concluye el paisajista. Es un jardín que busca ser un templo. 

Hay 5 Comentarios

Me ha encantado el post, muy original la propuesta de como reciclar el jardín de casa, realmente sorprendente

Gracias a todos por vuestros comentarios.


Cocinar con-ciencia. Me alegro de que te gusten las imágenes. A mí, me encantan (aunque algunas están en muy baja resolución). Creo que Eduardo es, además de un gran paisajista, un gran fotógrafo.


Teresa. Como te decía por mail, constato que te gustan los jardines verdes y contrastados. Este jardín tiene también un poco de esa vitalidad que anhelas, pero claro es imposible detectarlo con las imágenes iniciales (he añadido algunas más para mostrarte el verdor que existe). Quería centrarme tanto en el reciclaje blanco realizado, que he mutilado (sin pretenderlo, claro) la imagen de este jardín. Aunque las pinceladas de blanco han reducido el césped al 50%, el paisaje todavía goza de una gran frondosidad y está salpicado de los aromas de las flores y, por supuesto, de los naranjos. ¿Por qué reducir el césped al 50%? El paisajista aduce tres razones:
1. El riego. Según Eduardo Mencos, "en un país seco como España, donde hay restricciones de agua, reducir el césped al mínimo es una necesidad".
2. Los cuidados. Además de agua constante, el césped impide un jardín de bajo mantenimiento, porque exige muchos cuidados: siega, abonado, perfilado, aireado, resiembra o control de plagas, entre otros trabajos.
3. El uso. El único motivo para conservar una gran extensión de césped es si se disfruta al máximo como zona de juegos. Este es el motivo de mantener el área verde existente.


Beatriz. Felicidades por tu jardín. A mí, me emociona

El blanco hace que las líneas del follaje se destaquen y nos permitan admirar su intensa vida. Tengo un arbusto en un ángulo del jardín -cuyo nombre desconozco - porque esta planta me la trajeron las aves, que tiene hojas verde grisáceo y da profusión de bolitas rojas. ( no es crategus) Es una belleza.

No se donde esta la belleza de este jardin todo de blanco.No hay nada comparable con el verdor del cesped el color de las rosas, el olor de los jazmines y los contrastes de colores.Este jardin es soso-

Muy bonitas fotos

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Sobre el blog

Abordar la casa y sus aledaños desde el punto de vista de la gente que la inventa, la construye y la disfruta con ideas frescas, desprejuiciadas y transversales. Para ayudar a soñar a la mayoría en su día a día.

Sobre la autora

Ana Martínez Nebot

. Estudié periodismo para conocer a las personas que cambian las cosas. Trabajé en revistas económicas para financiarme la carrera. Impulsada por la pasión me centré en la decoración. Y descubrí que las cosas y las casas cambian a las personas.

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