Sostienen los psicopedagogos que aprendemos jugando. Entonces, ¿si los juguetes cambian, varían las enseñanzas? ¿El que las casitas victorianas cedan el paso a los mini lofts ecológicos alentará la sostenibilidad en la vivienda real? De momento, la única certeza es que la cotidianidad se impone en las miniaturas. Junto a las casas y piezas de superdiseño, despuntan versiones casi de andar por casa como los muebles de muñecas de Ikea o los kits de Arquitectura Mini que invitan a construir maquetas customizables. La idea es fomentar, a través de lo lúdico, una cultura del espacio doméstico más cercana y sensible a la realidad de las personas. ¿Será posible?
Una casita de muñecas vanguardista, ecológica y de madera, sin atisbo de plástico ni de rosa. Para que jueguen niños y niñas. Esto es lo que propone Miniio.
“Dejad que los niños se acerquen a la arquitectura”. Con este grito de guerra de evidentes resonancias bíblicas, las arquitectas valencianas Anabel Mocholí y Mónica Marozzi, arengan a los más pequeños a proyectar nuevos barrios y a levantar, junto con sus padres, sus propias casas-refugio. En Arquipeques, los talleres de arquitectura para niños que imparten desde 2.011, “los niños aprenden, mientras se divierten, a respetar el espacio natural y el construido”, aseguran estas arquitectas.
Enseñar a los niños arquitectura de una manera lúdica parece una idea insólita. Y lo es. Por lo menos, en España. La inspiración, confiesa Mocholí, proviene de Finlandia, el país que lidera las evaluaciones educativas internacionales. Helsinki cuenta, desde el año 1.993, con Arkki, una escuela de arquitectura y medio ambiente para niños que es toda una referencia mundial. Se trata de un proyecto extraescolar que enrola cada año a más de mil chavales entre los 4 y los 19 años. El fenómeno es fruto de un modelo educativo gratuito y transversal. Para promover la cultura y la creatividad, todos los finlandeses (y eso incluye desde maestros hasta políticos y padres) alientan en la infancia, además de la lectura, todas las disciplinas artísticas. Como dice la filósofa estadounidense Martha Craven Nussbaum (Nueva York, 1.947), y yo comulgo con el planteamiento, “la prosperidad de una nación se puede medir según las facilidades con que cuentan sus ciudadanos para desplegar sus facultades creativas”.
“¿Por qué no hay más escuelas de arquitectura, fotografía, pintura o teatro para niños en España?” La pregunta la formula el zaragozano Jorge Raedó, un pionero de la enseñanza de arquitectura infantil, que se encuentra en Helsinki como parte del programa de Residencias Artísticas de la ONU. “Todas las artes -argumenta Raedó- son lenguajes que, igual que los textos escritos, nos enseñan a expresarnos y a convivir”.
Para saborear decoraciones en miniatura de altos vuelos: los decorados del Musée Miniature et Cinéma, Lyon. Y las casitas de muñecas de Christine Ferrara.
“Hay que fomentar la cultura del espacio doméstico”, insiste la arquitecta madrileña Almudena de Benito empecinada en cambiar, desde los cimientos educativos, el mundo en el que vivimos. “La arquitectura se ha tomado como un mero negocio y hay que educar a las generaciones venideras para que no cometan los mismos errores", argumenta esta madrileña. Ella lo hace con un proyecto propio: Chiquitectos. En estos talleres de arquitectura que imparte en Madrid desde marzo de 2.011, los pequeños realizan maquetas, collages y dibujos. Juegan a las casitas a su aire, pero en equipo. Interaccionan con el espacio, experimentan con distintos materiales, formas y luz, y descubren la importancia de la escala y hasta de la sostenibilidad. Además de divertirse, exploran, sueñan y reflexionan. “El objetivo, argumenta Almudena de Benito, no es crear futuros arquitectos, sino adultos que promuevan una arquitectura para vivir y no para especular”. Y los chavales saben cómo lograrlo. “En sus maquetas -apunta De Benito- los niños defienden instintivamente los espacios verdes o las aceras anchas para que quepan las personas”.
Observar y aprender de los
niños. Esta es la tesis en la que se alinean cada día más expertos. El conocido
psicopedagogo y dibujante italiano Francesco Tonucci (Frato) va incluso más
allá. Desde el año 1.991, Tonucci dirige La Ciudad de los Niños, para que los
críos participen en el diseño de su entorno. El proyecto propone a los alcaldes
de 100 ciudades una nueva filosofía de gobierno, adoptando a los niños como
parámetro de valoración, proyección y cambio de la ciudad. ¿Por qué no dejar que los niños colaboren en el diseño de su entorno? Eso sí, siempre de una forma lúdica. Tal como alega Tonucci, "los niños aprenden mucho más jugando que
estudiando, haciendo que mirando... El juego que despliegan en solitario, y sin
el control de los adultos, es la forma cultural más alta que tocan”. El juego es la llave del aprendizaje", corrobora Christopher Clouder, presidente de la
Federación de Escuelas Waldorf. Pero ¿si cambia el juguete varía la enseñanza?
¿El que las casitas victorianas y equipadas con piezas Luis XVI cedan el paso a versiones modernas, ecológicas y hasta didácticas transforma la diversión, además de la forma de aproximarse a la arquitectura? Tengo la sensación de que sí. Me parece que mientras que las casitas de época potencian la paciencia y el coleccionismo, las versiones más modernas y tuneables invitan a inventar, soñar y hasta reflexionar activamente sobre el espacio, la luz, el color, el orden o la sostenibilidad. ¿Cómo no reverenciar el diseño contemporáneo y el respeto medioambiental al jugar con una casita vanguardista y ecológica como la de Miniio? Creada por dos madres que al tener solo niños varones querían una casita de muñecas alejada del rosa, esta firma polaca propone un loft de diseño neutro y depurado para jugar toda la familia. Se trata de una mini moderna de madera que parece sacada de una revista de decoración. ¿Se puede, sin embargo, calificar como un juguete? Es verdad que tiene el look y el tamaño perfectos para ser el hogar de la Barbie o del resto de 'fashion dolls', pero me parece un poca cara. ¿Cuántas personas pueden permitirse pagar 400 euros?
¿Por qué no mostrar interiores sin retoques y con huellas personales? Este es el objetivo de las realistas ambientaciones en miniatura que ejecuta la diseñadora inglesa Annina Günther (y que han sido publicadas en The Guardian o New York Times).
Pensando en la mayoría, y también en sus dos hijos, los arquitectos Lluis
Parramon y Emma Tahull (de Parramon + Tahull Arquitectes), han lanzado (con financiación de Verkami) una casita más cercana y parecida a la realidad: ‘Arquitectura Mini’. Los arquitectos la definen como “un modelo de casita contemporánea sencilla y muy
compacta que se puede guardar en un estante”. Se trata de una caja de
madera (de 55 cm de ancho x30 cm de fondo) que se despliega para jugar. Más que una casita de
muñecas, es una maqueta de arquitectura a escala de los muñecos de Playmobil. Hay desde versiones listas
para jugar hasta kits que permiten a los niños construir y personalizar la casa
a su gusto, y aprender qué es una vivienda. La idea no es despertar al arquitecto que un niño llevan dentro, apuntan estos proyectistas. "Siempre nos han parecido pretenciosas las propuestas que hablan de hacer que los niños jueguen a ser arquitectos. No todos
los niños serán arquitectos, pero todos vivirán en una casa. Y escoger una casa acostumbra a ser una de las decisiones más importantes de nuestras vidas y no nos han educado en absoluto para ello". "Educar la sensibilidad hacia el propio espacio doméstico, apuntan en un comentario en este post, es importante. Jugar a construir
una casa de juguete permite empezar a pensar en qué orientación solar nos
conviene más, cómo organizar cada espacio, imaginar qué pasa si movemos los
muebles, si quitamos una pared, qué colores nos gustan. Construir una casita en
familia es una forma de compartir nuestro tiempo, decidir juntos, equivocarnos
juntos, rectificar. Y ¡jugar!". “El objetivo, apostilla la arquitecta Emma Tahull, es fomentar a través del juego una cultura del espacio doméstico más cercana y sensible a la realidad de las personas”.
La realidad y la cotidianidad se imponen. En el
mobiliario de las casas de muñecas, el mercado evoluciona de los diseños de autor a las piezas contemporáneas low cost. Aunque los coleccionistas de diseño todavía rinden pleitesía a Vitra y atesoran las versiones pitufas de los asientos más emblemáticas de la historia (firmados por los Eames, Le Corbusier, Panton o Mies van der Rohe), el nanodiseño de bajo coste se asienta gracias a Ikea. Con la nueva colección de
muebles de muñecas Huset, lanzada este mes de septiembre, la firma sueca ofrece replicas exactas de seis piezas icónicas. En
escala 1:15, y por solo 12, 99 euros, se pueden adquirir la mesa
Lack, la estantería Expedit, el cojín Corazón, el sofá Ektorp, el sillón Vagö y la alfombra Stockholm.
La oferta responde a una demanda de modernidad. “Los niños -explica Carol Mc
Seveney de la división infantil de Ikea- quieren casitas de muñecas que se asemejen a sus propias viviendas y no a
mansiones victorianas”. Para mantener el estilo Ikea, “hágalo usted mismo”, si bien los muebles de muñecas no se arman, la
caja de cartón que los contiene sí se transforma en una casa que incluye cuadros, relojes o alfombras en figuras de cartón recortables. ¿La popularización de las mini modernas sencillas y low cost alentará una
arquitectura más cercana, sostenible y social? El tiempo lo dirá...
Hay 12 Comentarios
¡Urge educar en materia de arquitectura y urbanismo!.
Nosotros intentamos sacar al arquitecto/constructor que tenemos dentro desde niños, dejando que diseñen sus viviendas con materiales reciclados, para que desde tempranas edades manejen conceptos y fundamentos básicos del habitar.
De esta forma pensamos que el futuro puede contruirse….¡mejor y con sentido común!.
Pueden verlo aquí: http://www.b2v-arquitectura.com/blog/13-innovacion/103-arquitectura-ninos.html
Saludos.
Publicado por: B2V Arquitectura | 31/12/2013 17:39:05
Educar la sensibilidad hacia el propio espacio doméstico es importante porque no todos los niños serán arquitectos, pero todos vivirán en una casa.
Jugar a construir una casa de juguete permite empezar a pensar en qué orientación solar nos conviene más, cómo organizar cada espacio, imaginar qué pasa si movemos los muebles, si quitamos una pared... qué colores nos gustan...
Construirla en familia es una forma de compartir nuestro tiempo, decidir juntos, equivocarnos juntos...rectificar
Y luego claro...jugar!
Publicado por: arquitectura mini | 31/10/2013 18:15:09
Completamente de acuerdo con el comentario de "El País de los Juguetes". Siempre he creído que lo más importante, para un niño (y hasta para un adulto) es jugar y desarrollar un mundo imaginario propio. Pero sin forzarlo. Los niños tienen que madurar y jugar a su ritmo para explorar sus talentos (sus múltiples talentos). Yo también abogo, como en El País de los Juguetes, por las inteligencias múltiples de Howard Gardner (Premio Principe de Asturias 2.011). http://www.youtube.com/watch?v=DUJL1V0ki38
Jugando los niños aprenden, dice Tonucci. Los mayores también. Estoy convencida de que todos aprendemos cuando disfrutamos. Y aunque creo que es vital que los niños puedan jugar por su cuenta, siempre le he otorgado más valor a los juegos compartidos con los padres. Mis recuerdos jugando al parchís en familia son imborrables. Y por lo que se ve modeladores de mi desarrollo neuronal. Lo apunta una autoridad en la materia, la médico, psicoanalista y psiquiatra infantil Eulàlia Torras de Beà. En una entrevista que leí hace unos años, invitaba a reflexionar de la relevancia de que los padres pasen más tiempo con los hijos. De estar presente, simplemente, para que hijos sean felices y crezcan sanos mentalmente.
Me parece que es lo fundamental. Ella lo argumenta con los últimos hallazgos en neurociencias y psicología evolutiva y advierte de lo peligroso que resulta dejar a los niños tantas horas (hasta 10 horas) en las guarderías a edades tan tempranas (desde los cuatro meses). Y aporta un dato preocupante: España es el tercer país que más psicofármacos receta a menores. ¿La solución de Eulàlia? Pasar más tiempo con los hijos. ¿Lo probamos?.
Publicado por: Ana Martinez Nebot | 28/10/2013 7:41:27
Una reflexión muy interesante del poder del juego y los juguetes en la educación. También hay que tener en cuenta factores como la ilusión, la fantasía y el mundo imaginario y no llevar a nuestros niños hacia una madurez que no corresponde a su edad.
Publicado por: El País de los Juguetes | 25/10/2013 15:38:35
Apreciado Javier,
Gracias por reivindicar las clases de ajedrez para niños, pero yo apostaría por ellas, además de en las escuelas, en las casas. Para mí, la educación es cosa de todos (no solo de los maestros).Tu petición, sin embargo, me ha evocado una película que emitieron no hace mucho por televisión: “Knights of the South Bronx” (Los caballeros del Sur del Bronx). No es que el film sea nada del otro mundo, pero cuenta la historia real del profesor inglés David MacEnulty que, a través del ajedrez, logra mejorar la vida y el expediente escolar de los desfavorecidos niños de una escuela sin recursos en el sur del Bronx. Gracias a la fundación que lleva su nombre, esta iniciativa se ha extendido a otros lugares y a otros niños. Un ejemplo para reflexionar, imitar y enseñar.
Publicado por: Ana Martinez Nebot | 01/10/2013 21:37:15
Apreciados Carmen y Javier,
Las imágenes de este post no se han elegido para perpetuar arquetipos caducos (y aún no periclitados) de los roles de la mujer y el hombre, sino para hablar de cómo los arquitectos, los artistas y hasta el mercado confluyen en acercar una arquitectura ecológica y más doméstica los niños, a través del juego. Y para conceder la misma importancia a la creatividad que a la alfabetización. De todas maneras, lamento que os transmitan mensajes subliminales tan machistas. No era la intención. Nada más lejos de mi ideario. Yo apuesto, desde que soy consciente, por la igualdad en todos los órdenes de la vida. También en el de los géneros. De todas maneras, no creo (quizás me equivoque) que las fotografías seleccionadas perpetúen “el estado de las cosas”. En la casita de muñecas de Miniio, además de ser creada por dos madres para sus hijos varones, las Barbies que aparecen están descansando (y no fregando ni cocinando). Y en las imágenes de Arquitectura Mini son los muñecos de Playmobil (tanto hombres como mujeres) los que cocinan, riegan las plantas y realizan las tareas domésticas. Son juguetes pensados para todos (niños y niñas). Bueno, yo lo veo así.
Publicado por: Ana Martinez Nebot | 01/10/2013 21:31:23
Totalmente de acuerdo con Carmen.
Me hubiera gustado ver a un hombre haciendo cena a los peques...o metiéndose con el fregado del día anterior.Jugar para educar,no para preservar "el estado de las cosas".O jugar por jugar,sin otro fin que mancharse,reírse,descubrir.
Y aunque no venga a cuento.: Ajedrez en las escuelas por favor.
Publicado por: Javier | 01/10/2013 17:36:17
Las casas que contruyen hoy en dia estan hechas para hacer mas y ganar mas dinero no para ofrecer una comidad al comprador...
Publicado por: Carlos | 26/09/2013 4:21:09
¿De verdad alguien cree que el problema de las casitas de muñecas es si son o no "vanguardistas, ecológicas, con muebles de madera depurados y sin atisbo de tonos rosas"? Si de verdad el juego es la llave de la educación, lo de menos es la moda. Lo importante es que seguimos inculcando a las niñas juegos de ama de casa, de mamá, de casitas y cocinitas. En definitiva, seguimos potenciando su lado privado y familiar frente a su lado social y laboral y eso no puede más que conllevar desigualdades. ¿Cómo es que nadie se ha dado cuenta de que en todas estas fotos sólo hay muñecas(mujeres) y ningún muñeco que represente a un varón? Seguimos con el rollo de la mujer en casa y el varón en el trabajo, con los amigos, etc. Lo verdaderamente moderno sería potenciar de una vez juegos donde la mujer pueda tener un rol de tú a tú con un hombre.
Publicado por: Carmen | 25/09/2013 17:57:37
Muy interesante http://xurl.es/v5xe8
Publicado por: Madrileño | 25/09/2013 17:25:05
El concepto es bueno, aunque por otra parte, también esta asociado a un nivel economico medio-alto. En mi opinión demasiado serio como concepto de entretenimiento.
Publicado por: Jorge | 25/09/2013 17:05:48
Menos consolas y más Arquitectura mini; una genial forma de enseñar a los niños arquitectura; nos parece genial.
Publicado por: petitecandela | 25/09/2013 13:10:57