Ni ortopédico, ni caro ni gigante. Mi sueño es un baño sin barreras cómodo, seguro y bonito, y que se pueda resolver en los cuatro metros de un baño estándar y por el mismo precio que uno convencional. Parece una utopía, porque es una rareza. Diseñar para todas las personas y los bolsillos no es habitual. Pero existen cada vez más productos que promueven la independencia en el baño, sin desatender la estética. Para que lo accesible sea hermoso (y lo hermoso accesible) algunos arquitectos e interioristas están repensando la accesibilidad desde la normalidad, proyectando baños gratos y sin barreras. Baños para todos (o para una mayoría ampliada).
¿Por qué no proyectar independencia para que se beneficien más de cuatro millones de personas con discapacidad? Esto es lo que proponen los proyectistas Ana López de Letona y Juan Manuel Fernández, con el equipo OTO y la ayuda de la Fundación ONCE, el IMSERSO (Instituto de mayores y servicios sociales) y PREDIF (Plataforma Representativa Estatal de Discapacitados Físicos). Un baño sin barreras arquitectónicas, visuales o sonoras, con una ducha a ras de suelo, y superficies contrastadas para que la grifería sea fácilmente localizable por personas con baja visión. Para evitar quemaduras y asegurar el confort, se apuesta por un modelo termostático.
¿Por qué no alentar un baño universal? ¿Quién es él que no va al lavabo público adaptado para minusválidos? ¿Por qué yo siempre lo encuentro ocupado por gente que no lo necesita? El que interpela, ahora, es el arquitecto Enrique Rovira-Beleta, un proyectista especializado en accesibilidad y usuario de silla de ruedas desde 1.982. La respuesta es casi una cantilena: "es que es tan cómodo…", dicen. “Las personas, sostiene el proyectista, buscan comodidad y seguridad. Y esto es lo que aporta la accesibilidad. Lo que es imprescindible para los que no caminan, no oyen o no ven bien, aporta confort y calidad de vida al resto. Con un diseño accesible (o universal), ganamos todos”. Según Rovira-Beleta hay dos claves para que lo adaptado (o pensado para los discapacitados) devenga accesible (o sirva y guste a la mayoría): “que no cueste más y, sobre todo, que no se note”. “Hay que huir de lo ortopédico”, refrenda la interiorista Ágata Samons. “Los espacios con la estética de un hospital no los quiere nadie, y menos los discapacitados”. “La buena accesibilidad es la que pasa desapercibida para la mayoría: la que está, pero no se ve, como la de la Villa Olímpica”, concreta Rovira-Beleta. “En realidad es la Villa Paralímpica, pero la mayoría de la gente no lo sabe, porque no se nota”. Él se encargó, como responsable de accesibilidad de los Juegos del 92, de que los arquitectos proyectarán un confort para todos (o sin barreras). Así surgieron entornos sin bordillos, sin escaleras y con rampas suaves.
La belleza puede ser accesible. "El diseño une belleza y utilidad", sostienen los proyectistas David Micó y Montse Bou. Con la colaboración del conservador de arte Jesús Marull, han convertido el suelo de mosaico en una ducha. Y el lavabo en un tocador suspendido que libera el suelo, aporta una superficie extra y permite el acceso desde una silla de ruedas. "Más que un baño accesible, hemos creado un diseño de estética accesible", puntualiza Bou./CASA DECOR/AIRES
¿Por qué no diseñar accesibilidad? No cuesta más. Eliminar las barreras arquitectónicas, sin embargo, puede resultar carísimo. Según un estudio realizado por el Instituto Universitario de Estudios Europeos de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), adaptar los baños de las viviendas españolas donde habitan personas con problemas de movilidad representa un montante de 1.651 millones de euros. Como señala el informe, el 78,7 por ciento de los españoles mayores de 65 años vive en edificios no adaptados a sus necesidades. “La solución, apunta Rovira-Beleta, no es adaptar la casa o el baño de nadie, sino proyectar con un mínimo de accesibilidad para que cada uno se personalice su espacio a su manera y cuando lo necesite”. ¿Por qué no se pone en práctica? "No es fácil. Falta formación”, replica el arquitecto, que imparte un postgrado en accesibilidad en la Escuela Superior de Arquitectura de la Universitat Internacional de Catalunya (UIC).
1. HAY QUE ROMPER CLICHÉS. "El primero el del espacio", apunta Rovira-Beleta. "No se necesitan tantos metros como se cree -y se usan en los baños accesibles- sino nuevas medidas". La primera: convertir la silla de ruedas (0,70 m de ancho x 1,20 de largo) en la nueva medida antropométrica. "Si la silla pasa, pasamos todos”. Hay que respetar 0,80 m como ancho de puerta (y que abra hacia afuera o sea corredera). De este modo, en una superficie de 1,50 m de fondo x 2,20 m de ancho (3,30 metros cuadrados) caben todos los sanitarios básicos (lavabo, inodoro y bañera/ducha).
2. EXPRIMIR LOS METROS. "El truco es diseñar el baño como un ascensor donde se entra de cara y se sale de espaldas si vas en silla de ruedas", sentencia Rovira-Beleta. Ésta es su fórmula: "Delante de la puerta del baño, respetar la distancia de la silla (1,20 m) y colocar el lavabo (0,30 m de fondo). A un lado de la puerta (0,80 m de ancho), ubicar el inodoro (0,70 m para que quepa una barra retráctil verticalmente) y al otro, la bañera (0,70 m x 1,50). Así, uno puede lavarse las manos de frente y, sin mover la silla de sitio, pasar de lado (que es como se hace) al wáter o a la bañera. Frente al inodoro y al lado del lavabo, cabe un bidé o un armario. Y si, en vez de bañera, hay ducha a ras de suelo la silla gira”.
3. RECURRIR A SANITARIOS NORMALIZADOS. Al equipar el baño, lo ideal es usar elementos estándar: lavabos volados a la altura normal (0,80-0,85 m de altura) con 0,70 cm útiles libres por debajo, inodoros suspendidos pero con cisterna baja para apoyar la espalda y facilitar el acceso, platos de duchas enrasados en el pavimento; y griferías con manillas de fácil apertura (y centradas en la pared larga de la bañera).
4. HUIR DE LO ORTOPÉDICO. Los elementos diseñados para ayudar no siempre ayudan. Así lo sienten la mayoría de usuarios y también cada vez más proyectistas. “O son ortopédicos, fríos o excesivamente caros”, resume la interiorista Núria Albiol. “¿Por qué Ikea no tiene accesorios para gente con discapacidades?”. "Falta integración. Las empresas afrontan la accesibilidad -argumenta Ágata Samons- con productos excesivamente técnicos. Hay que atender las necesidades funcionales desde la normalidad (en la imagen ducha de Duravit). Cuando los elementos no van a tener un uso hospitalario, sino doméstico, ¿por qué han de ser de acero inoxidable o antivandálicos? Basta con que sean adecuados para su uso”.
¿Por qué no ayudas técnicas que sean gratas? Como asiento de ducha, la interiorista Nuria Albiol sorprende con un banco de madera de jardín: robusto, cálido y resistente al uso y a la intemperie. Y el diseñador Mario Ruiz propone la colección Solid para la firma Estoli (en la imagen, la silla), premio internacional K+BB (Kitchen and Bath Business) Product Innovator Award en Estados Unidos en 2.005. Aunque pensada para personas con movilidad reducida, gracias a un diseño actual y sostenible la colección ha sido aceptada por la mayoría.
"Solo resulta beneficioso el diseño normalizado que piensa en las personas con discapacidad. Los productos especiales excluyen”, sentencia Rovira-Beleta. El reto es sumar y no restar. “Idear espacios y elementos para todos es, además, rentable”, afirma el arquitecto. “Cada vez hay más personas mayores, que ya no ven igual, ya no oyen igual y ya no caminan igual. El que haga un diseño preparado para el que no ve, no oye o no camina bien, pero que puedan utilizar todos, tiene un negocio seguro. La accesibilidad desapercibida es el gran negocio del siglo XXI”.
Alternativa low cost. En este juvenil baño de Albiol y Samons, el pavimento de microcemento ofrece una base económica, pero dura y antideslizante. En lugar de barras técnicas, hay espalderas de gimnasia y barras de ballet que funcionan de toalleros. El lavabo se inserta en una mesa con encimera de espejo para verse mejor desde una silla de ruedas. Y la grifería Soltronic de Ramon Soler da agua al acercar las manos./CASA DECOR/AIRES.
Hay 13 Comentarios
Aunque este es un blog de interiorismo, coincido con Fernando en que la buena arquitectura lleva implícita la accesibilidad y la sostenibilidad. Lamentablemente, tenemos que poner el foco en estas cuestiones ("complejos de la arquitectura mediocre", que diría Souto de Moura) porque muchos proyectos esquivan estos principios inherentes a una buena praxis.
La accesibilidad universal que echa de menos Carmen Marrero la reivindican cada día más de 4 millones de personas discapacitadas que existen en España, de las cuales más del 60% son mayores de 65 años. Rampas que no superan el 12% de desnivel, suelos texturados y pasillos y accesos de 0,80 m de ancho deberían ser norma (pero suelen ser excepción). Como señala Ignacio, las puertas de los baños son más estrechas (lo que obliga a dejar la silla de ruedas fuera). Las medidas de accesibilidad son conocidas pero olvidadas en la práctica. Según los datos del INE, las viviendas del 78,4% de los mayores no son practicables. Y la mayor parte de ayudas técnicas solo consiguen que los interiores parezcan hospitales en lugar de hogares.
Publicado por: Ana Martinez Nebot | 04/02/2014 9:38:33
ME ENCANTA has plasmado en este artículo mi lucha diaria con los hoteleros. ACCESIBILIDAD UNIVERSAL
Publicado por: CARMEN MARRERO | 17/01/2014 0:57:49
Disfrutar una ducha pero sin gastar agua de mas,solo asi se justifica.
Publicado por: Ber | 15/01/2014 19:27:08
Hola,
La verdad es que es un nuevo concepto en el que puedes ahorrar y darle un toque doferente y moderno al hogar.
http://goo.gl/3V5YdX
Publicado por: Subastadeocio.es | 15/01/2014 11:31:18
Bueno ,un arquitecto para sirve ? Y un colegio de arquitectos ,no una facultad de arquitectura , para que funciona ? .Para cobrar , es lo unico que saben hacer , que no tienen formacion ?, dice otro arquitecto , !!responsabilidad !! Es lo que les falta y Etica
Publicado por: Oscar Leroy | 10/01/2014 21:24:59
¡Ay Pedro! que al final la culpa va a ser de las mujeres...
Publicado por: Antonio | 10/01/2014 21:08:22
Tratemos que los trastos viejos y las trivialidades sean pocas y lejos... Esta historia de barras de ballet y de gimnasio para un aseo tiene la profundidad del libro de Belén Esteban. Este artículo intenta darle nombre y música a una historia que todos los arquitectos conocemos. La accesibilidad. Casi todo lo que se expone no es arquitectura. Es ambientación y tema para los interioristas.
www.arquiterapiaa.blogspot.com
Publicado por: Fernando Weissmann | 10/01/2014 20:58:45
Empecemos por lo fácil si de verdad quereis cambiar algo. ¿porque las puertas de los baños son más estrechas? Que hay que hacer, ¿dejar la silla de ruedas en el pasillo?
Publicado por: Ignacio | 10/01/2014 19:41:37
No han inventado nada, eso es diseño minimalista, es barata, sencilla y práctica. El problema es que muchas mujeres tienden a llenar el baño de tonterías, para decorarlo, y al final te tropiezas que si con el taburete? con un soporte para revistas? una maceta? rodillos de masajes para los pies? una báscula? etc... y al final tienes 1 metro cuadrado para moverte y con los ojos mirando al suelo.
Publicado por: Pedro | 10/01/2014 17:11:49
a mí este ultimo modelo no me parece de 4m2, pero si esta bien lo de pensar en un cuarto de aseo funcional, que una pierna no tiene por que rompersela una persona mayor o la cadera y en silla no entras.
Publicado por: piedad | 10/01/2014 17:01:29
Sin "decorador" por medio, quería decir.
Publicado por: juannegrin1939 | 10/01/2014 16:40:03
Mi madrina de 80 años se ha remodelado la antigua bañera con una ducha a nivel de suelo sin recurrir a ningún proyectista, le bastó el albañil y el electricista del barrio. Y en la tienda de al lado le han puesto una mampara. Está de lujo sin decorado por medio.
Publicado por: juannegrin1939 | 10/01/2014 16:38:46
Cuanto más accesibles sean las estancias de una vivienda, mejor para todos.
Publicado por: INVEREALESTATE | 10/01/2014 12:05:53