Un estudio de la Universidad de Rochester, en Nueva York, ha llegado a la conclusión de que mirar con tu pareja un film romántico cada semana reduce al 50% las posibilidades de separarte. Se cumpla o no el pronóstico, siempre resulta tentador degustar en el sofá de casa una buena película de amor junto a la persona que amas. Es una de las mejores drogas (o terapias) que conozco.
Lo confieso: me gustan las películas románticas. Hasta tal extremo llego en mi delirio que puedo consumir -y disfrutar- desde obras maestras, como El Apartamento, a cintas sentimentaloides como Ghost o Pretty Woman. Quizás sea por falta de perspicacia, pero nunca había aquilatado el poder del visionado de un film de amor para mantener una pareja o reflotar una relación que naufraga. Antes habría apostado por un diálogo honesto y profundo que permita una delimitación negociada de los campos respectivos de libertad (y de los que creo que depende cualquier futura vida en común siempre el amor perviva, claro).
Pues andaba yo más que equivocada. Puesto que el mejor vehículo, y el más rápido, barato y divertido, para salvar un matrimonio es ver con tu pareja una película romántica a la semana y comentarla para tomar conciencia de la relación. Esta es la conclusión que arroja un estudio elaborado por varios analistas de la Universidad de Rochester (Nueva York) que durante tres años ha seguido a 174 matrimonios. Se trata de la primera investigación a largo plazo que ha comparado diferentes tipos de terapias matrimoniales en los primeros años de relación. El estudio, dirigido por Ronald Rogge, profesor asociado de psicología, y publicado en el 'Journal of Consulting and Clinical Psychology', señala que comentar durante un mes cinco películas que versan sobre relaciones de pareja podría reducir a la mitad la tasa de divorcio entre recién casados. La técnica bautizada como "película y charla", asegura Rogge, es igual de efectiva, pero mucho más barata, que las terapias que se realizan con un psicólogo.
Entre los films que las parejas analizadas visionaron, figuran clásicos como 'La costilla de Adán' (1949), 'Lo que el viento se llevó' (1939), 'Love Story' (1970) o 'Descalzos en el parque' (1967). Pero también cintas más actuales como 'Una proposición indecente' (1993) o 'Tuyos, míos, nuestros' (2005). Claro que puestos a recomendar, prefiero el listado de las 100 mejores películas de amor de todos los tiempos elaborada por el American Film Institute (AFI). Naturalmente, cada uno puede elaborar su propia lista. Ésta es la mía.
Mis 10 películas de amor recomendadas para empezar la terapia son:
1.EL APARTAMENTO (Wilder, 1.960). Una tragicomedia de amor (y de redención) sublime. Basta amar (sin ser correspondido), para que C.C.Baxter, un trepa artero y deshonesto, se transforme en un hombre digno. El giro moral de Baxter cambia, además de su vida, su apartamento. El elegante meublé (que presta a sus jefes para sus juergas sexuales) deviene así un espacio adorable donde consolar a su amada, la ascensorista Fran Kubelik (que intenta suicidarse por el desamor de su jefe). ¿Cómo olvidar a Jack Lemmon preparando unos espaguetis con una raqueta de tenis para Shirley MacLaine? Memorable, también, la escena final en el salón cuando Kubelix, conmovida por la entrega de Baxter, le pide que siga jugando a la cartas. Son dos náufragos salvados por el amor. Puro romanticismo.
2. CASABLANCA (Curtiz, 1.942). No hay casa, sino un bar y un aeródromo. Pero es una historia de amor en mayúsculas. Una tormentosa relación en un escenario exótico y con la Segunda Guerra Mundial como telón de fondo. Un icono. ¿Quién no tiene la escena del final, en Casablanca, impresa en la cabeza?
3. UN INVIERNO EN LA PLAYA (Boone, 2012). Me pareció un retazo de realidad. Entre la pérdida y la reconquista, fragmentos de vida perfectamente hilvanados. Un inteligente despliegue de encuentros y desencuentros amorosos de jóvenes y de adultos, de padres y de hijos, de escritores. Me gustaron los personajes, sus miedos, sus pasiones, sus palabras y hasta sus imposturas para sobrevivir. Y también me cautivó esa casa familiar que acoge cada momento esencial. Lamenté que la película se acabara, pero la seguí disfrutando al comentarla con mi pareja camino a casa.
4.ENCADENADOS (Hitchcock, 1946). Un drama amoroso arrasador y deslumbrante lleno de equívocos. Una intriga criminal. Un trasfondo político. Una gozada. Ideal para compartir.
5. HISTORIAS DE FILADELFIA (Cukor, 1940). En una mansión señorial en Pensilvania, trascurre una de mis comedias de amor (y enredos) favorita. A partir de una historia sencilla (una mujer se va a casar por segunda vez y su primer marido quiere impedirlo), se monta una crítica contra los tabúes y convencionalismos de una sociedad puritana. A través de una pléyade de personajes complejos, auténticos y reales se retratan arquetipos personales y profesionales: la niña indómita y mimada, el perfecto caballero, el hombre hecho a sí mismo, la mujer enamorada y abnegada, el marido adúltero, el viejo verde o el periodista corrupto y desencantado. Diálogos brillantes, irónicos y sofisticados con un finísimo sentido del humor. Mi momento estelar: la borrachera en la piscina.
6.LOS PUENTES DE MADISON (Eastwood, 1995). Pensé que era imposible que la película me emocionará más que la novela homónima de Robert James Waller. Eastwood lo logra. Su conmovedor papel delante y detrás de la cámara construye una hermosa, lúcida y tristísima historia de amor. En un rincón de Iowa, se encuentran dos almas gemelas: Francesca Johnson (Meryl Streep), una aparente tranquila ama de casa casada con un granjero y madre de dos hijos, y Robert Kincaid (Clint Eastwood), un veterano fotógrafo de la revista National Geographic que desembarca en el condado de Madison para fotografiar viejos puentes. El cortejo, la pasión, la renuncia... Todo en unos días que tendrán que durar para siempre. No se puede decir más en tan poco tiempo. Una historia de amor en mayúsculas.
7.TENER O NO TENER (Hawks, 1.944). Erotismo y sensualidad a través de escenas preciosistas y diálogos precisos y cargados de intención. "¿Sabes silbar, no? Solo tienes que juntar los labios y... soplar". Basta esta histórica frase de Bacall para resumir esta película glamurosa e imbuida de aventuras, suspense, amistad, revolución e idealismo. Una película y muchas. Me gusta revisitarla.
8. EL DIARIO DE NOA (Cassavetes, 2004). Aunque la historia es un compendio de tópicos y contiene más sensiblería que sentimiento, el amor perdurable que Noah le profesa a Allie consigue enternecerme. No solo supera el tiempo, sino la pérdida de la memoria de ella (que sufre Alzheimer). Empieza a lo Romeo y Julieta: dos jóvenes que se enamoran un verano pero pertenecen a mundos antagónicos. Él procede de una familia humilde, ella pertenece a la clase alta. La madre de ella los separa. Una casa azul y blanca (que él levanta con los deseos de ella) vuelve a juntarlos. En el último tramo de sus días, y en una residencia, Noah se dedica a releer esa historia de amor (apuntada en un cuaderno) para que Allie la reviva y la prolongue en sus instantes de lucidez.
9. MEMORIAS DE AFRICA (Pollack, 1.985). Me parece una película memorable. Cautivadora. Con una capacidad brutal para activar todos los resortes sentimentales. Es un relato que se pasea entre la vida y la muerte, el amor, el adulterio y el abandono. Es quizás el mejor retrato del eterno dilema entre la independencia y el compromiso. En un marco de incomparable belleza, y con un aventurero como Dennys arraigado a la tierra y a la libertad, Karen Blixen reencuentra el amor para caer, de nuevo, en la soledad. Fuera de África.
10. LA MEJOR OFERTA (Tornatore, 2.013). Inquietante, desoladora y trágica, pero también hipnótica y subyugadora. Una joven escondida en la habitación de una villa debido a su agorafobia, pero con un patrimonio artístico para vender, tiene el poder de atraer, primero, e hipnotizar después a un sesentón tasador de obras de arte, Virgil Oldman, que colecciona antigüedades y retratos de mujeres pero se mantiene alejado física y emocionalmente de las personas. Estremece ese Oldman que se despoja de sus corazas protectoras para abandonarse al primer amor real. Lo que parece una historia de amor al uso deviene un triller. Sin asesinatos, pero con crímenes.
Hay 5 Comentarios
Es interesante observar que la idea de felicidad está vinculada profundamente con la idea de belleza. Ahora bien, cuando se habla de belleza se tiende a verla con un sentido solo físico, olvidando la esencia espiritual de ese fenómeno existencial. Espero no cansar al lector con esta clase de disertación que escapa al entendimiento común.
Publicado por: RAMÓN | 17/02/2014 16:37:40
Tienes razón, rr. No es justo revelar el desenlace. He rectificado un punto el comentario de "La mejor oferta". A veces, uno no es consciente de que puede mermar el placer de una película por contar demasiado. Gracias por apuntarlo.
Publicado por: Ana Martinez Nebot | 17/02/2014 11:42:56
Y era necesario desvelar los finales? "La mejor oferta" es relativamente nueva!
Publicado por: rr | 17/02/2014 8:34:38
Gracias, Ramón. Como siempre, un bello comentario. Pensando en lo que dices, me hago siempre esta reflexión: ¿la felicidad es el propósito o tener un propósito es lo que nos proporciona felicidad?
Publicado por: Ana Martinez Nebot | 16/02/2014 18:41:13
ANA mereces un premio por tu hermoso artículo, resumido en 10 films. Te diré que el tema es muy complejo, ya que desde la niñez buscamos el horizonte que nos de sentido a la vida... y ese horizonte es la felicidad. Ahora bien, está claro que sexo, riqueza y poder dan satisfacción, que no es lo mismo que felicidad. La metáfora de un Adán, aburrido en su propia soledad, se resuelve "divinamente" con la creación de la bella Eva. La paradoja de esa solución reside en la costilla que le arranca el propio dios para evitar esa soledad existencial..
Publicado por: RAMÓN | 16/02/2014 13:30:07