Ni ortopédico, ni caro ni gigante. Mi sueño es un baño sin barreras cómodo, seguro y bonito, y que se pueda resolver en los cuatro metros de un baño estándar y por el mismo precio que uno convencional. Parece una utopía, porque es una rareza. Diseñar para todas las personas y los bolsillos no es habitual. Pero existen cada vez más productos que promueven la independencia en el baño, sin desatender la estética. Para que lo accesible sea hermoso (y lo hermoso accesible) algunos arquitectos e interioristas están repensando la accesibilidad desde la normalidad, proyectando baños gratos y sin barreras. Baños para todos (o para una mayoría ampliada).
¿Por qué no proyectar independencia para que se beneficien más de cuatro millones de personas con discapacidad? Esto es lo que proponen los proyectistas Ana López de Letona y Juan Manuel Fernández, con el equipo OTO y la ayuda de la Fundación ONCE, el IMSERSO (Instituto de mayores y servicios sociales) y PREDIF (Plataforma Representativa Estatal de Discapacitados Físicos). Un baño sin barreras arquitectónicas, visuales o sonoras, con una ducha a ras de suelo, y superficies contrastadas para que la grifería sea fácilmente localizable por personas con baja visión. Para evitar quemaduras y asegurar el confort, se apuesta por un modelo termostático.
A veces es cuestión de unos centímetros. Otras, el asunto se complica un poco más. Lo saben muy bien Mónica, Susana, Ana o Mireia. Pero también Miguel y, sobre todo, Armando. Enfrentado a esta realidad en su día a dia, reclama acabar con el cliché de que la medida es irrelevante. "El tamaño sí importa". Cuando no basta con ejercitar la imaginación, hay que adoptar medidas drásticas y hasta un cambio de paradigma.
Para un consultorio de tu espacio a medida, haz un plano de tu casa, añade tus deseos y envíalo todo a [email protected]. Un proyectista puede elegir tu caso y regalarte una solución a la carta: gratuita y completamente personalizada.
Cuando hay cierta altura, podemos explorar los metros cúbicos, como en este apartamento de 40 metros. /EVA COTMAN