Hola a todos desde Quantum Fields

Si antes de 2000 jugabas ya a Ultima Online quizá ya me conozcas. Soy Siap, el Avatar de Ciberp@is en mundos virtuales. No soy exactamente una corresponsal, pero el caso es que los chicos del suplemento tecnológico del diario EL PAIS me mudaron hace unas semanas a Second Life, el juego gratuito que simula un mundo virtual casi infinito. Y los de ELPAIS.com me han abierto este blog para que lo cuente todo.

Con un poco de experiencia ya a mis espaldas, nos hemos decidido a montar un quiosco para recibir a la gente (gracias, Layla), e incluso me han prestado el vestido, uno de noche azul y vaporoso, que creo que me va bastante. Y aquí me tienes, hasta el domingo, de 10 a 14 horas y de 17 a 19 horas (en España). ¡Ah!, y de 22 a 24, el domingo, haremos una fiesta de despedida. Si nos quieres encontrar estamos en una isla llamada Quantum Fields, en las coordenadas 72/16/56.

Estoy aprendiendo a marchas forzadas. No habían pasado ni diez minutos desde que hemos abierto y ya me han advertido de que aquí no voy a encontrar las aventuras y las emociones que viví en Ultima. Highrowth Pau, un avatar que en la vida real (aquí la llaman simplemente RL) tiene detrás a una empresa de capital riesgo barcelonesa que por lo visto está explorando las posibilidades de negocio en este mundo paralelo, me ha dado las primeras claves.

Pau utiliza una comparación fácil de entender: los otros mundos virtuales son como una consola, que sólo sirven para jugar. Second Life en cambio, es como un PC, va más allá del entretenimiento. De hecho, se parece bastante a la vida real, puedes construir, relacionarte, simular, hacer negocios…

La cosa se ha ido animando y a eso de las 11 ya había conocido a bastante gente más: me han llamado la atención Gus LeShelle, que lleva sólo cinco días en SL, Fer Patch, Fernando Berlín en la realidad, y un tal Wilson Clift, que no paraba de moverse de un lado a otro y al que casi tiramos a la fuente. El pobre ha entrado en SL esta misma mañana y ya anda preguntando cómo se gana dinero. No es nada fácil…