La foto ya tiene mala leche. Parece decir, "y a mi plin". Pero no es cierto. No se puede acusar a la vicetodo Soraya Sáenz de Santamaría de eludir sus responsabilidades, de no saber recitar los temas de los que habla cada viernes en Consejo de Ministros. No es eso. Pero sí es cierto que al primer Gobierno de Mariano Rajoy empiezan a detectársele algunas maneras peligrosas. El propio líder, el presidente Rajoy, ha tardado bastante en aparecerse desde su investidura el 21 de diciembre. La primera entrega fue esta semana en una entrevista solo económica con la agencia pública EFE, de 25 minutos y 14 preguntas tan obligadas como de encorsetada solución. La siguiente bajada a la tierra de los mortales de Rajoy será hoy, en un mitin del PP en Málaga, a apenas dos meses de las elecciones andaluzas. Pero es que el problema no es solo ya de Rajoy, y su calculada estrategia de no quemarse antes de tiempo como José Luis Rodríguez Zapatero. La actitud y maneras de otros ministros empieza a resultar bastante escapista.