Es curioso cómo se puede cambiar tan drásticamente de opinión en unos años. Mirar atrás y ver como ha evolucionado tu forma de pensar. Cosas que antes te parecían extremadamente raras y hoy te parecen normales. Quizá, eso es lo que me pasa cuando pego un vistazo al pasado y analizo todo el tiempo que llevo por el país del sol naciente.
Allá por Octubre del 2008 entré a trabajar en un laboratorio de ingeniería robótica en una de las mejores universidades del país. Una vez me hicieron pasar por el protocolo de conocer todas las investigaciones en las que el laboratorio andaba metido (lab tour), empecé a pensar que los investigadores Japoneses (reputados científicos de fama mundial) estaban definitivamente, locos. Profesores con clones robóticos, dispositivos móviles con forma semi-humana (que dan bastante respeto) o robots cabezones que no dejan de gritar a todo el que se acerca. En definitiva, a cada paso que daba, me encontraba con algo más bizarro y extravagante, totalmente diferente a lo que yo acostumbraba llamar ciencia. Sin embargo, a medida que iba conociendo los entresijos de la sociedad Japonesa, me iba dando cuenta que estos extravagantes aparatejos no estaban tan mal pensados.
En una sociedad tan envejecida como la Japonesa, casos en los que personas mayores (por encima de 65 años) viven solas, y aisladas socialmente, empieza a ser algo más que frecuente.
A pesar de vivir solas, estas personas no están incomunicadas tecnológicamente, ya que el uso de la teléfonos móviles y gadgets similares es una práctica común entre la gente de más edad en Japón. Tan común, que es cotidiano ver en el tren o en el metro gente mayor usar (con bastante destreza) smartphones, tabletas y otros dispositivos similares.
Por otro lado, la religión mayoritaria en Japón (shinto) podría definirse como un conglomerado de creencias en la cual, el concepto de equilibrio predomina por encima de cualquier otra premisa. En el shinto, las fuerzas que equilibran el universo pueden ser tanto cósmicas, como terrenales, y estas últimas pueden estar "imbuidas" en casi en cualquier parte u objecto : árboles, rocas, máquinas, o incluso robots. Aunque la religión y la tecnología, sean disciplinas destinadas a chocar entre si en el mundo occidental, en Japón, esta es una de las claves detrás de su alta aceptación de robots y otras máquinas como parte de nuestro futuro más inmediato.
En los últimos años nos hemos acostumbrado a poner una parte de nuestras vidas on-line. Comentarios sobre qué hacemos, dónde lo hacemos y qué pensamos, son información cotidiana que colgamos casi sin pensarlo en las redes sociales. En contra de todos los pronósticos, investigadores de todo el mundo empiezan a vislumbrar que el siguiente paso dentro de este cambiante mundo de la información, quizá no sea un incremento en la velocidad de conexión, ni un nuevo servicio on-line, sino un cambio en la "interfaz" por la que nos comunicamos. Si hasta el día de hoy, hemos sido capaces de poner un poco de nosotros on-line, y crear perfiles virtuales con todos nuestros datos (imágenes,videos,etc...), ¿Porqué no trasmitir esa información a través de un robot?. Esta es la pregunta que se hacen investigadores como Hiroshi Ishiguro.
El profesor Ishiguro cree firmemente que androides (como el que vemos en la foto) ofrecen una interfaz ideal para la comunicación del futuro. Este tipo de robots "hyper-realistas", ofrecen varias mejoras sobre los sistemas tradicionales de comunicación y teleconferencia, ya que no sólo son capaces de proyectar la imagen o voz humana, sino también su presencia física.
La idea sobre este tipo de interfaces surgió en el momento en el que Ishiguro-Sensei (como se le llama por estas tierras), necesitó desplazarse entre varias universidades para impartir clases. Molesto por el constante ajetreo, decidió construirse un clon a su imagen y semejanza, el cual pudiera servirle de representante (y así trasmitir su presencia), mientras él estuviera en otra ciudad. El investigador Japonés comenta :
"Los seres humanos estamos preparados biológicamente para interactuar con nuestros semejantes. La presencia humana capta mucha más atención y concentración en el cerebro que cualquier pantalla o monitor. A lo largo de mis años de docencia he impartido muchas conferencias on-line, sin embargo, me parece un sistema totalmente incompleto, ya que no pueden trasmitir la verdadera sensación de estar en un sitio distante". H. Ishiguro
El profesor Ishiguro consigue teleoperar su clon robótico mediante un complejo sistema de cámaras conectadas a un ordenador. Estas cámaras son capaces de reconocer tanto sus gestos faciales como los movimientos de su cuerpo, para después trasmitirlos a su doble robótico a través de internet. A su vez, la voz del operador es captada por un micrófono y reproducida por una altavoz situado en la boca del androide.
Pero, ¿Qué sucede con toda esa gente que no podría costearse un clon robótico (alrededor de 150.000 EUR) de estas características?, o simplemente no tiene las aptitudes necesarias para poder operarlo. Para este tipo de usuarios el laboratorio del profesor Ishiguro ha lazado al mercado dos modelos extremedamente minimalistas aunque basados en la misma filosofía.
El Telenoid R1 es un robot teleoperado, que esta destinado a todas esas personas mayores que viven solas y no pueden estar en contacto directo con sus familiares. Este "teléfono" con forma "humana", no tiene brazos, ni piernas, para poder adaptarse a cualquier tipo de persona que desee comunicarse a través de él (mujeres, hombres, jóvenes, ancianos, etc). Algunos de las varias decenas de usuarios que ya disponen de un Telenoid R1 en Japón, remarcan la capacidad del dispositivo de producir conversaciones mucho más reales y próximas que con una simple llamada de teléfono. Aquí podemos ver un video del Telenoid R1 en acción.
Si el presupuesto aún no te llega para comprarte un Telenoid R1 (alrededor de los 20.000 EUR), siempre podrás acceder al más pequeño de esta familia de dispositivos : El Elfoid. Diseñado con el mismo tamaño que un smartphone convencional, ejemplifica el mismo principio que sus hermanos mayores. Aquí os dejo unos cuantos videos donde podréis ver varias conversaciones (en Japonés) donde un niño (a través de este curioso terminal) habla con su madre y su abuelo.
Es posible que mucha gente dude de la utilidad de este tipo de dispositivos. No negaré que la apariencia y forma de estos nuevos terminales es tanto menos que inquietante. Sin embargo, no puedo quitarme la idea de la cabeza, que quizá este tipo de tecnología aunque horripilante, sea el primer paso para estar en dos sitios al mismo tiempo. ¿Y vosotros ...?
¿Creéis que el futuro de las comunicaciones puede pasar por dispositivos como estos?
Hay 4 Comentarios
Interesante articulo, y observando la gráfica de la población que vive sola, seguramente ayudará a muchas personas.
:http://goo.gl/TJgNhT
Publicado por: Pedro | 20/12/2013 12:09:30
Increíble como avanza la robotica. A este paso veremos dentro de poco un mundo como el de la película Yo, robot
Publicado por: Hogar | 17/12/2013 16:18:25
Cualquier invento me parece positivo si se trata de estimular la comunicación
Publicado por: Belén Mtnez. Oliete | 13/12/2013 23:40:05
No estaría mal tener unos cuantos clones robóticos, sobre todo para enviarles al curro por nosotros :) Bastante interesante el artículo.
http://dispositivos-moviles.com
Publicado por: Javier | 13/12/2013 19:19:44