De hace unos años para acá, el llamado movimiento pospornográfico se ha proclamado como el no va más de la lectura intelectual de la pornografía como objeto cultural. Se supone que es la última revolución erótica, un torrente multidisciplinario que se expresa en películas, performances, seminarios universitarios, obras de arte y hasta conciertos. Permítanme decirlo aquí mismo: cuanto más lo conozco, más sueño me entra.
El término lo acuñó Annie Sprinkle, una legendaria abuela del porno, que en sus tiempos era una morena gordita rica que hacía unas películas entre cutres y graciosas, y que con los años fue mutando hacia una mezcla entre gurú del sexo, performer y artista conceptual que a mí, sinceramente y después del numerito de las bodas por colores, me parece una tomadura de pelo. En este proyecto, realizado a medias con el amor de su vida Elizabeth Spethens, la diva del posporno se casa con su chica una vez al año, cada año por un rito distinto, con un color distinto del arco-iris, y cobrando una pasta gansa por montar el tinglado. No sé si le pillan ustedes el tranquillo a la cosa. A mí que me lo expliquen. ¿Posporno en estado puro?
Fotografía de James Stiles
A ratos me da por pensar que, más que una rebelión, el posporno es un auténtico retroceso en la revolución sexual, una tendencia arty presta a caer en el olvido y otra innecesaria teoría académica, de los mismos productores responsables de los estudios de mujeres, la teoría queer y aún sé lo que hiciste el semestre pasado.
En todo caso, y dejando a un lado el artisteo, el retorno del Porno Chic es un fenómeno consumado, y ya tan pasado de moda que lo cuentan en las revistas de los quioscos, que es más o menos cuando se ponen las cosas de moda en España. El término, acuñado en 1973 por el periodista de The New York Times Ralph Blumenthal, marcó la edad dorada del cine para adultos rodado en 35 mm, con joyas como Behind the Green Door, The Devil in Miss Jones, Garganta Profunda, The Opening of Missty Beethoven y toda la filmografía de mi adorado Radley Metzger, entre muchos otros clásicos.
Via: cineplex.com
Si entonces acudía a las salas de cine porno una mezcla fascinante de público, modernos y celebrities como Andy Warhol, Norman Mailer, Dennis Hopper y la mismísima Jackie O, hoy en día el consumo es a puertas cerradas y el target indiscutible son las mujeres. Para los verdaderos entusiastas y enterados, hay festivales para conocer a los nuevos creadores y redescubrir viejas glorias, como el Porn Film Festival Berlin en el Kino Moviemento, el Good Vibrations Indie Erotic Film Festival de San Francisco en el Castro Theater o el Good for Her Feminist Porn Awards de Toronto, y eventos esporádicos como la reciente muestra "La Internacional Cuir" comisariada por Beatriz Preciado y celebrada nada más y nada menos que el Museo Reina Sofía, por si quedaba alguna duda de que la cosa es chic.
Fotografía de Alejandra Guerrero. Via Kimberley Kane
Larry Flynt, el legendario editor de la revista Hustler que ha dedicado media vida a la lucha por defender la libertad de expresión en los Estados Unidos, sostiene que sólo existen dos tipos de personas a los que no les gusta la pornografía: aquellos que no tienen idea de lo que están hablando, y aquellos que no saben lo que se pierden.
Engrosando las filas de ambas categorías hay mujeres y mujeres y más mujeres. Esas que afirman rotundamente y con cara de repeluz que no les gusta la pornografía. Y es que la postura antiporno, heredada de una caduca batalla feminista y puritana en contra de lo que se consideraba “explotación de la mujer”, no se sostenía ni en la década de los setenta. Hay libros para iniciarte y cines a la carta. Lo recomiendan las revistas femeninas y lo comentan tus amigas más modernas. Así que, por favor, amiga: ¡no digas que no te gusta el porno!
Como en cualquier otra industria, en el porno hay divas (contract girls), mandos medios (promesas) y currelas (expertas en DP). Becarias a tutiplen (amateurs) y jubiladas en activo (MILF). Y si algo tienen en común es que han decidido dedicarse al cine para adultos voluntariamente, por vocación o por dinero, como cualquier profesional de campos menos polémicos.
Ver porno puede ser una experiencia fantástica, tanto a solas como en pareja, que además de cumplir su función primordial masturbatoria, puede servirnos para recorrer el amplísimo repertorio de prácticas, fantasías y perversiones desde la comodidad de nuestros hogares.
Je dis non, Ali. de T. Arthur Cottam
Y no se trata de aprender a hacerlo como en el porno —las actrices y actores que se dedican a este negocio son profesionales con unas técnicas amatorias tan sofisticadas que no siempre pueden repetirse en casa— sino de ver porno para descubrir qué otras cosas nos ponen, reírnos, asombrarnos... Además, en el neo Porno Chic hay categorías y géneros para todos los gustos, desde el porno político que hace el entrañable y provocador Charly Lum, hasta porno animación, como la divertida Judas and Jesus (2009) de Olaf Encke y Claudia Romero, en el que María Magdalena trabaja de Dominatrix en un sex club y Jesús busca 30 euros para pagar la entrada.
El carnaval de los animales, de Michaela Pavlatova
Durante demasiado tiempo se ha defendido la absurda convicción de que a las mujeres no les gusta ver sexo explícito. Tampoco es de extrañar, si recordamos que la primera oleada de porno para mujeres dirigidas por hombres consistía en películas softcore con guiones de fórmulas gastadas, repletas de prácticas blandengues, con chimeneas, copas de champán y música de Richard Clayderman, capaces de hundir en un sueño profundo a la maruja más erótica-festiva.
Afortunadamente, una nueva oleada de directoras están revolucionando la actitud de la mujer ante el cine porno, con películas que van desde las acrobacias hardcore, anales y fetichistas de Belladonna hasta el lenguaje visual moderno y feminista de Erika Lust en España:
Handcuffs (2009), de Erika Lust
A continuación os dejo algunas recomendaciones al vuelo para buscar, ver y valorar: All About Anna, dirigida por Jessica Nilson y producida por Lars Von Trier; inter-raciales como Poderosa Afrodita, de Venus Hottentot o bisexuales como Relaciones bilaterales (The Bi Apple) de Audacia Ray; fetichistas de factura impecable como la filmografía de Maria Beatty; divertidas y desenfadadas como las películas de Kimbely Kane para la factoría Alt Porn y películas hechas por lesbianas para lesbianas, como las de Shine Louise Houston o Emilie Jouvet; películas que defienden el feminismo entre cuerdas, azotes y gritos de espasmo como en los mejores títulos de la genial Madison Young, o fascinantes fábulas de sexualidad queer como las firmadas por la enfant terrible Courtney Trouble.
Por supuesto, el porno, como todo objeto cultural, es un producto hijo de su tiempo. Y en nuestra época, se está llevando a cabo una renovación importante en términos de calidad, pluralidad y técnicas narrativas. Directores, productores y actores emergentes de pornografía en países tan dispares como Estados Unidos y Tailandia, Argentina y Japón, España o Australia, están trabajando con una creatividad inusitada para reinventar los cánones del género, creando no sólo el porno de una nueva generación, sino porno para nuevas audiencias: para transexuales, bisexuales, lesbianas, mujeres, fetichistas de toda pelambre y hasta amantes del documental o de la porno comedia.
Atrévete a perder la porno-virginidad. Te llevarás muchos chascos, como es natural en el cine de autor, pero hay miles de escenas esperándote para llevarte lejos, muy lejos del sofá.
Hay 32 Comentarios
Naxete: AMÉN! tú lo has dicho mucho mejor que yo si duda!
Publicado por: Jx | 13/01/2012 10:35:49
A Ramón Porta: a lo mejor te piensas que es peor escribir de forma anónima que decirle a alguien que se pierda; si no entiendes lo que digo, lee más. Por cierto no soy 'profesor', sólo hago un análisis más profundo, no te piques tanto, ni que lo hubieras escrito tú.
Publicado por: Jx | 13/01/2012 10:30:02
Bien Dora,¡que manía con que el porno es cosa de hombres! Tanto si es con o sin amor,es la sal de la vida,encuanto su uso, dure 'el momento' lo que dure,puede ser muy esperado o inesperado,bienvenido sea y dejémonos de tonterías, por favor.
Publicado por: Ramón Porta | 09/01/2012 11:03:21
buff Tatiana, si haces un artículo, aunque sea un blog, documentate un poco y céntrate en un tema, que lo que has escrito es un batiburrillo que denota que no sabes nada ni de postporno, ni de teoria queer ni de porno chic. Mezclas conceptos y acabas haciendo una invitación a ver porno... ¿que Beatriz Preciado comisaríe una muestra en el Reina Sofia es chic? vamos anda...
Publicado por: fluflu | 09/01/2012 10:00:42
¡Jajaja!
La que se ha montado, ¿eh?
Para el próximo artículo sugiero el tema
"La Zoofilia: ¿Moda pasajera o amor verdadero?" o "El pene: ¿Por qué está tan pasado de moda?".
Jajojajota!
Ay, si no fuese por estos ratos...
Publicado por: Alberto Pérez Pérez-Duque | 06/01/2012 14:19:21
Que el posporno es un auténtico retroceso?? innecesaria teoría académica?? estudios de mujeres, la teoría queer y aún sé lo que hiciste el semestre pasado??
Su análisis del porno y de lo que supone el posporno, es lo que la musica militar es la musica...o sea nada. Artículos de baja calidad, No Gracias !
Es una lástima que den un espacio tan relevante y en un medio de tal magnitud a una mirada superficial, poco solvente, cargada de topicos, sin contraste sociologico y antropologico sobre que representa el porno en nuestra sociedad y que plantea el posporno...
Publicado por: Bonica | 06/01/2012 1:03:05
Y una cosita más, qué curioso que ese festival que usted recomienda para "verdaderos entusiastas y enterados" diga en su texto de presentación que no pueden estar más de acuerdo con las palabras de Annie Sprinkle, no?
http://goodforher.com/feminist_porn_awards
Publicado por: Diana | 06/01/2012 0:58:00
Señora, con todos los respetos...
Ya sabemos que no es sencillo encontrar información sobre postporno sin poner, aunque sea un poco, la carne en el asador, pero su falta de información y de capacidad crítica dan verdadera vergüenza.
Annie Sprinkle una gorda morenita rica... Era imposible estar más desubicada.
Publicado por: Diana | 06/01/2012 0:35:42
El porno es un negocio. El que paga manda. En la otra cara de su misma moneda está la falta de libertad sexual. Prohíben y venden, y viceversa. Las dos caras del mismo sistema cutre.
Publicado por: cutre | 05/01/2012 23:27:47
Lo veo como Juan...
Publicado por: blog bicis eléctricas | 05/01/2012 21:35:26
Desde hace 20 el porno es una porquería. Siempre el mismo tipo de actrices y actores de plástico. El mismo vestuario, los mismos peinados. Ellos, con cuerpo de gimnasio; ellas, con pechos de silicona. Todo artificial. Prefiero veinte veces mas una mujer natural, sin silicona, sin tanta historia, sin tanto vestuario ridículo. En las primeras películas de los 70 y 80 las actrices no parecian actrices porno, parecían mujeres normales y corrientes, no como ahora
Publicado por: Juan | 05/01/2012 21:17:11
El hecho de que usted califique, despreciativamente, a los estudios queer y post-feministas como teorías académicas innecesarias deja mucho que desear acerca de su capacidad para emitir opiniones en un medio informativo como éste. Quizá sean teorías innecesarias para usted, comodamente aposentado en la "parcela de poder" que la masculinidad heterosexual le concede, pero eso no invalida su utilidad para los que, como yo, creemos que el sexo, el género y la identidad sexual son construcciones culturales al servicio de una determinada ideología y que, por tanto, son un elemento de opresión y marginación social para los que no piensan en blanco, masculino y heterosexual. Lo que es innecesario no son los estudios queer y post-feministas, sino su artículo.
Publicado por: Naxete | 05/01/2012 21:12:13
A mí no me gusta el porno. Bueno, mejor dicho, me aburre. Me produce cero excitación ver un primer plano de un pene entrando y saliendo en una vagina (o del ano, de la boca, lo que sea). No se me pone ni morcillona.
Me excitan mucho más las historias morbosas, en las cuales a veces no es necesario ni mostrar genitales, aunque también entiendo que eso es muy difícil de conseguir.
Publicado por: Caín | 05/01/2012 20:55:23
La expresión "mientras más lo conozco, más sueño me entra" es incorrecta, la forma adecuada sería "cuanto más..."
Publicado por: AAA | 05/01/2012 20:06:38
http://girlswholikeporno.com/2012/01/05/llamar-a-annie-sprinkle-morena-gordita/
Léelo. A lo mejor aprendes algo.
Publicado por: Nombre | 05/01/2012 19:30:23
Lo malo de las peliculas porno es la iluminacion, que suele ser fatal o muy mala. Menos mal que alguien se toma el sexo con un poco de cachondeito.
Publicado por: Foco.....foco | 05/01/2012 18:58:00
Cuando se insiste mucho con los enlaces el sistema te detecta como spam. Para salvar tu comentario, se ha editado. De lo contrario, habría desaparecido el mensaje completo. Gracias por tu fidelidad.
Publicado por: lolahuetemachado | 05/01/2012 16:48:54
En el comentario nº13 había un vínculo a una entrada del blog www.contraelamor.com (pongo la dirección del blog porque entiendo que el problema es la entrada y no el blog completo, ya que otras veces se ha conservado en mis comentarios) que habéis suprimido.
Me gustaría saber si incumple alguna norma de vuestro blog.
Un saludo.
Publicado por: contraelamor | 05/01/2012 16:32:24
El sexo cada uno lo vive a su manera y el porno intenta unificar sus gestos. Para mí en una hipérbole, una caricatura, con sus pollas inmensas, sus litros de esperma inexistente (¿alguna vez habéis eyaculado en un bote?), las tías siliconadas y depiladas y sus coreografías imposibles con el corte y pega. En el porno no hay olores, no hay carne real, no hay deseo... pero cada uno lo vive como quiere. El problema es buscar una caricatura en la vida real, pues todo lo vemos deformado.
Publicado por: Uol Free | 05/01/2012 15:33:31
1) La pretensión de encontrar contenido artístico en alguna fase de la historia de la pornografía está próxima a la de encontrar calidad literaria en los debates de Sálvame. Cualquier juicio favorable a una de sus cintas será por comparación con otras aún peores. Si esto cambia algún día, estaremos todos encantados de disfrutarlo y reconocerlo.
2) El porno sigue siendo machista.
3) El porno es, hoy más que ayer, represivo. De entre todos los rasgos, algo más realistas, del porno de los 80, destaca la normalidad psicológica de los personajes, frente al psicótico-obsesivo del porno actual. Aquel porno satisfacía el deseo de ver en la ficción, liberando la capacidad de hacer en la realidad. Éste genera la obligación de hacer en la realidad, cuya resistencia induce a violentarla o desarrollar represión.
Publicado por: contraelamor | 05/01/2012 15:11:39
solo comentar de que este rollo no es nuevo ni mucho menos me fui de Estados Unidos hace unos 6 años y estaba en plena ebullicion, nada nuevo el hecho de que aqui nos llegue todo tarde y mal empaquetado, pero bueno es una pieza mas de informacion...
Publicado por: juanito caminante | 05/01/2012 14:40:32
perdón, Xavi, pero yo practico sado y no entiendo nada de lo que pone Jx. Sin comparar, eh? qué solo faltaba que haya que pedir disculpas por las preferencias eroticofestivas de la peña...
Publicado por: Fusta | 05/01/2012 14:24:13
Alguien me puede explicar que dice el tal Jx? Jx, seguro que practicas sado, no?
Publicado por: Xavi | 05/01/2012 13:53:01
Jx ¿que haces tu en esta sección?Tu lenguaje poco civilizado muestra algo mas que cultura,tienes plena libertad de insultar bajo anonimato ¿sera abusando de la libertad de expresión?, anda piérdete.Por favor seguir con estos artículos algunos que no somos 'profresores', los agradecemos.
Publicado por: Ramón Porta | 05/01/2012 12:52:05
El sexo, esa dimensión humana tan importante y tan fundida lo que somos, de forma transversal, no debe (porque sí que se puede) ser enfocado desde esa perspectiva mercantilista que es la que da el porno.
Criticar parte del mercantilismo pero no asumir que lo demás que señalas también lo son es o una gilipoyez o una hipocresía, tú decides.
La prueba de esto que digo se puede palpar con facilidad en la sociedad, no hay más que mirar alrededor para ver que, cada vez más personas, el sexo es como un consumo que debe cumplir ciertas necesidades (predeterminadas claro) y además debe ser realizado de cierta forma.
Lo que pasa con lo concerniente a las dimensiones psicológicas humanas, como puede ser el sexo, es que si lo comercializas o lo -acotas- en lo que tú tanto celebras como porno, lo limitas y limitar la sexualidad que hay en mi cererbo, en lo que el mundo capitalista malamente erotizado me ofrece, es hacer un daño grave a la diversificación del placer, y no hay nada menos diversificado (por muchas categorías que haya) que una página porno cualquiera. ASí que animarme a consumirlo porque si no no estoy liberada, es meteme en una carcel.
El porno como mensaje que sexualiza a la sociedad es una mierda, no hay más que ver lo pobre que es en sus asignaciones de género, sus roles y eso se puede comprobar en cómo se relacionana hombres y mueres en nuestra sociedad. Si no lo puedes ver lo siento pero hay una tremenda relación entre cómo vivimos el sexo de forma individual y nuestra sociedad....
Si vas ahablar de sexo (y de porno) hay que leer un poquito de sociología, por lo menos si quieres hacerlo bien y desde la verdad para el disfrute.
Publicado por: Jx | 05/01/2012 12:20:14
Muy interesante la postura de Preach. Es cierto que si hay algo de lo que podemos alegrarnos hoy en día es de que tenemos la libertad para decir qué nos gusta y qué no... A mí me gusta, pero no a todas les gusta...
http://plumadepandora.blogspot.com
Publicado por: Dora | 05/01/2012 12:00:25
"...Permítanme decirlo aquí mismo: mientras más lo conozco, más sueño me entra...."
bueno, esto es una prueba inequívoca de que cuanto más lo conoces, menos lo entiendes...
"...de los mismos productores responsables de los estudios de mujeres, la teoría queer y aún sé lo que hiciste el semestre pasado.."
ignorancia, ignorancia everywhere...
saludos!
Publicado por: pero que? | 05/01/2012 12:00:24
Perdóooooon!!!!! **hechas!!!! que no he pulsado bien la H!!!! qué vergüenza!
Publicado por: Dora | 05/01/2012 11:55:55
Soy mujer y me gusta el porno ( y lo digo con total libertad), pero no cualquier porno. No el porno que echan por la noche en algunos canales de televisión... porque ese porno es para hombres. me encanta Erika Lust, sus películas están echas con muy buen gusto... ella sabe lo que nos gusta a las mujeres...
http://plumadepandora.blogspot.com
Publicado por: Dora | 05/01/2012 11:54:43
Muy interesante que la fundadora "la primera boutique erótica de España, La Juguetería Erotic Toys" nos diga que "la postura antiporno, heredada de una caduca batalla feminista y puritana en contra de lo que se consideraba “explotación de la mujer”, no se sostenía ni en la década de los setenta" y que "por favor, amiga: ¡no digas que no te gusta el porno!".
Ahora resulta que no sólo es que no puede uno tener reparos, sino que además, le tiene que gustar. Pues de varias novias que he tenido, a ninguna le gustaba. A mi mujer tampoco lo gusta. Y, a mí, tras años de verlo cada vez me cansa más, pienso en las chicas que lo hacen y simpatizo con grupos de "hombres contra la pornografía", que también los hay.
Buena parte del subdesarrollo de la sexualidad masculina se debe precisamente a la pornografía, que nos reduce a pollas dispuestas a todo con tal de entrar en un agujero. Uno tiene que hacer un esfuerzo para romper con esta animalidad y llegar a "intimar" con su pareja y convertir el sexo en algo más que un mete-saca. Me cuesta. Pero cuando lo consigo, merece la pena.
Y fue precisamente el reparo de mi mujer y su insistencia en dejar la pornografía de lado (sobre todo mentalmente) y a estar sólo nosotros dos en la cama lo que ha abierto los ojos. De modo que, señora que vende porno, no estoy de acuerdo con usted.
Publicado por: Preach | 05/01/2012 11:48:03
"...la diva del posporno se casa con su chica una vez al año, cada año por un rito distinto, con un color distinto del arco-iris, y cobrando una pasta gansa por montar el tinglado. No sé si le pillan ustedes el tranquillo a la cosa."
Pues está más claro que el agua, el tranquillo está en sacarse una pasta gansa todos los años. Ya me gustaría ser capaz de inventarme algo que me generara una pasta gansa. Listas que son las señoras. ¿Dónde está el problema?
Agur y tal.
Publicado por: Txomin Goitibera | 05/01/2012 10:26:15
Hay mucho tipo de porno, no todos los tipos pueden gustarnos y ahí es donde está el tema de que muchos digan que no les gusta. Yo recomiendo la serie de videos de art-porn un termino medio que difícilmente disgustará a nadie.
Publicado por: SirQ | 05/01/2012 8:29:18