Eros

Ojo con las curvas (o: para mí, sin relleno, por favor)

Por: | 07 de febrero de 2012

“Dime que no usas relleno, por favor”. Sonreí ante el ruego del desengañado hombre contemporáneo con el que tuve un cruce balsámico, aquella noche de otoño, en un jardín cultural de la ciudad (he de confesar que, por el bien del género, no tuve más opción que ofrecer prueba de que las  curvas verdaderas no son un mito felliniano).

Descubrí que era apenas uno entre tantos decepcionados por lo que suele encontrarse al llegar a la piel humana, tras el sujetador de gomaespuma, foam o armado con esa suerte de cartón aplasta-pezones tan en boga.

Female breast

Veamos el porqué del misterio y la incredulidad.

Sabemos que la mayor parte de las adolescentes actuales usa sostenes acorazados porque, a pesar de la libertad de palabra y el gusto por los escotes abisales, detestan que sus pezones abulten en la ropa. También hemos comprobado que algunas mayorcitas, entre las que no han echado aún mano de un par de prótesis heladas de estas de siete años de duración aproximada bajo la costura quirúrgica, van a por ropa interior acolchada, que “aumenta varias tallas”, según reza la publicidad.

“Mágicos” (de juego de magia de pacotilla) y mentirosos sujetadores se nos ofrecen desde las marquesinas de las paradas de autobús. Así, estamos desconcertando a los hombres, en lugar de asumir orgullosamente nuestras gracias sutiles o abultadas y turgentes.

 

Escena inolvidable de Amarcord de Federico Fellini (1973).

Desde ya, quede dicho, esta entrada pretende ser un elogio de las curvas como símbolo de atávica generosidad femenina y, sin embargo, no quiere desdeñar, bajo ningún concepto, el valor de su contrario: la longilínea y delicada figura femenina de pechos erguidos y tersos, con pezones rosáceos e igualmente insinuantes. Y aquí propongo un paseo por las suaves ondulaciones japonesas, algunas intocables...

Para ponerlo en letra inspirada, recuerde el lector la admiración que ejercían sobre el personaje de Oki, en Lo bello y lo triste del Nobel Yasunari Kawabata, los pequeños pechos de Keiko y sus inmensos secretos: “Cualquier hombre tenía que sentirse excitado ante la idea de que una mujer extraía diferentes grados de placer de cada pecho y haría lo posible por emparejarlo. Aun cuando ella hubiera nacido así y no se pudiera hacer nada, la propia anormalidad podría resultar excitante. Oki nunca había conocido a una mujer cuyos pezones tuviesen una sensibilidad tan diferente”.

 
Tráiler de Albert Nobbs de Rodrigo García, una película actualmente en cartel en salas de España.

En otro extremo, nada sensual, otras ocultaciones: por caso, aquellas de las chicas que crecían en las barriadas pobres de las ciudades europeas del siglo XVIII y XIX, como relata la película Albert Nobbs, de Rodrigo García, que debían encarcelar sus curvas bajo corsets para no sufrir abusos y/o conseguir trabajo como muchachitos. Conmueve Glenn Close en ese papel de mujer mortificada bajo el traje de camarero, en una época en que los escotes eran un lujo que solo podían permitirse las damas burguesas con marido protector o aspirantes a él.

Las tetas de las mujeres de la película de García, maduras ambas, nutricias y tentadoras, me recordaron las de la tendera de Amarcord, de Federico Fellini, en contraposición a las jóvenes, desenfadadas y bamboleantes carnes de la saga Vixen, de Russ Meyer, y las de la bella Isabel Sarli, icono argentino entre las “pechugonas” (como se dice por allá) y sedientas mujeres de los 60 y 70 (la misma época y el mismo emblemático mal gusto del cine erótico de Russ Meyer). Cada una de ellas  tersas o marcadas con lenguas de fuego y cicatrices, maternales, lésbicas, todas tentadoras, agradecidas y deseosas de caricias y besos.

 

Trailer de Vixen de Russ Meyer (1968).

Dicen los antropólogos que hay una ventaja evolutiva en los pechos grandes. Nuestra investigadora de cabecera, Helen Fisher, comenta que “varios atributos femeninos importantes son probablemente consecuencia de la arcaica rivalidad entre hembras frente a machos que elegían entre ellas”. Entre los más llamativos, sostiene Fisher en su libro Anatomía del amor, figuran “los siempre agrandados pechos femeninos”.

 

Breve escena de Fuego de Armando Bo, con Isabel Sarli (1969).

Ya comentamos alguna vez en este espacio la teoría de Desmond Morris sobre el cambio de ornamentación de las hembras al pasar a ser bípedas; esto es, que los signos de predisposición sexual que inicialmente decoraban las caderas pasaron al tórax o a la cabeza. Otros científicos agregan que unos pechos grandes podrían significar el “potencial ovulatorio”: “los hombres ancestrales podrían haber interpretado ese rasgo como constatación de fertilidad, también de promoción de  la capacidad de esas mujeres para reproducirse y amamantar a las crías, opina Fisher. Además de esta suerte de señal de la “buena madre”, la antropóloga estadounidense cita otra teoría que reza que “los senos eran originalmente depósitos de grasa, reservas cruciales de las que nutrirse durante el embarazo o durante la lactancia, si la comida escaseaba”.

Teorías con lógica genética, pero ¿qué hay de la estética de los tiempos? Según el filósofo Gilles Lipovetsky, que suele acudir en nuestro auxilio, a menudo: “Las transformaciones sufridas desde hace un siglo por el arte moderno contribuyeron a la promoción social de la ‘línea’. Lejos de constituir una estética aparte, la belleza longilínea corre pareja con el arte moderno, una de cuyas tendencias estriba en el rechazo de la ornamentación”.

A continuación, en La Tercera mujer, el sociólogo francés afirma que nada expresa mejor la “adhesión" de las mujeres a la estética de la esbeltez que "las conmociones de su identidad social propiciadas por los progresos de la anticoncepción y las nuevas motivaciones profesionales” (en contraposición a la 'fecunda corpulencia' de tiempos anteriores). En una apretada cita que, seguramente, deja importantes temas al margen (por cuestiones de espacio), diremos que, según Lipovetsky, el auge de la delgadez “expresa la negativa a asociar el cuerpo femenino a la maternidad (…) En la raíz de la alergia femenina a los volúmenes adiposos subyace el nuevo deseo de neutralizar las marcas demasiado enfáticas de la feminidad (…)".

Y para aligerar el asunto de la marca evolutiva y sus devenires, una pregunta algo banal a los exigentes lectores: ¿qué sujetador expresa mejor el pecho femenino, si acaso el sujetador, con aro o sin aro?

Hay 40 Comentarios

Hay un dicho muy sábio que dice que los huesos son para los perros. A mi que me den carne y curvas, las chicas de la pasarela cibeles que las lleven a un buen restaurante. http://sexo-gratis.tumblr.com/ Seguro que venderían más con "eyonces" que con anorexicas.

Creo que fueron los arabes los que dijeron "Alimento para los niños, golosina para los padres"

Sin aros. Los aros son incómodos. Y sin relleno. El relleno apachurra.

La feminidad de las curvas de la mujer es algo para el hombre diferente. Bueno que las mujeres lleven o no lleven sujetador, que vayan de una forma u otra. Digamos que los senos femeninos han sido ampliamente representados por pinturas, esculturas, etc. Y cada época tiene su propio canon de belleza, desde la antigüedad hasta hoy día. Ni mejor ni peor, pero el problema es que hemos pasado de sociedades matriarcales a sociedades patriarcales, ese si es un problema de verdad.

Me quedo con las curvas naturales, incluidas las caderas y, las nalgas. La mujer siempre es bella y dignas de admirar, sin importar si sus curvas son espectculares o no. En lo que a senos se refiere, tanto los senos grandes como los pequeños, tienen lo suyo. Como dijo Daniela Romo refieriendose a "sus pecas": no creas, éstas, han tenido sus éxitos...

Dejando a parte el interesante debate, contesto a la pregunta directa que nos haces: como mujer, reconozco que el sujetador con aro me gusta más estéticamente. La duda está en ¿copa o no copa? antes usaba siempre copa, tengo un buen escote y me hacía sentir 'más sujeta', pero hace un tiempo que empecé a comprar sin copa porque me hacen sentir más sexy... Obviamente, para mí lo mejor sería no usar ninguno.

@snopes Desde luego es una foto furtiva, en la que se detecta cierto estremecimiento térmico a consecuencia de la desnudez inmediatamente reciente, con piloerección y lo que es más elocuente, la impronta del aro del sujetador aún patente que lo confirma. Un pecho firme y terso, reactivo con areola deliciosamente rosada y sin aparentes signos de haber lactado. En suma, una foto rápida realizada con la emoción y el pálpito de la improvisación traviesa.Si es Miss Cé o no ya es mucho pedir...

El mejor suj. es el que no existe

@cuchillero: posiblemente se trate de la teta de Anne Cé

Y que pinta la religión en todo ésto, no hay cultura más machista que la islámica, las mujeres con velo y tapadas que no se vea nada, siempre detrás de los hombres. Por tanto las curvas son las curvas y que cada mujer decida cómo quiere ir.

Cuanto más al natural mejor!! Nada de artificios ni de esconder nada o aparentar tener lo que no se tiene... aceptar con naturalidad y disfrutar del cuerpo de cada uno...

Que alguien prohiba las tetas de goma, por favor!!!

Una preguntita: esa monada de foto primera en la entrada, ¿de quién es?¿es vuestra? Ojalá...

En la entrada Las Bolas podéis ver y leer lo absurdo de la silicona...

Es una pena que la credibilidad de un texto acabe tan desvirtuada por un "apollar". Está claro que la libertad no es cuestión de religión o ateísmo, se puede hallar (¿hayar?.. ja ja ja!!!) o no dentro o fuera de ellos. En cualquier caso, estabamos hablando de tetas que es un tema mucho más interesante ¿no?

Alexandra.. lamento decepcionarte, pero las tetas tuneadas se notan siempre. Tras una capa de ropa no, pero en pelotas cantan... muy Nuncafollista tiene que ser un tío para no notarlo.

Pues a mí no me gustan las mujeres con muchas tetas... es más, si tienen más de dos, me dan bastante asquito...

A mi me gustan las mujeres con curvas, que tengan carne donde agarrar, morder, unos pechos donde aferrase como un bebé...la imagen de modelos anoréxicas simplemente me parece antiexcitante. Mujeres del mundo, no disimuléis vuestros atributos!! Nosotros os lo agradecemos infinitamente.

Ahmed, para empezar, creo que estás mezclando ideas y en parte puedo apoyar esa idea de que las mujeres no son libres, por lo menos en cuanto a estética, pues la estética les exige mucho más a ellas que a nosotros (sólo hay que ver, que lo "correcto" a día de hoy es una mujer, depilada, maquillada, no en exceso ni muy poco, con tacones, una buena figura, etc...), pero como ya han dicho, la libertad es una ilusión y la idea ya viene de muuuy atras... Pero la burrada que no puedes soltar, es que el Islam va a liberar a la mujer, porque ni a ella ni a nadia, al igual que ninguna religión va a "liberar" a nadie, pues dentro de esa poca libertad que la sociedad no da, la religión es otra imposición más (ojo, que aquí tengo que hacer mención de que el budismo en sí no es una religión, si no más bien una corriente de pensamiento, con mayor o menos doctrinas, pero pensamiento...) y no creo que nada que nos impongan te acerca a la libertas, aunque aquí también entraría a hablar de las leyes y demás, así que eso me lo guardo para otro día...
Saludos.

Ahmed, la libertad No existe. Ni en el islam ni en el ateísmo. NO existe. Siempre estamos condicionados por nuestro entornos: cultural, social, racial... SIEMPRE. Si hacemos lo contrario que la mayoría no lo hacemos porque somos libres, lo hacemos en contraposición a la mayoría. Si la seguimos, simplemente nos rendimos a ella. Pero SIEMPRE estamos condicionados por lo que nos rodea. El islam no hace mas libres a las mujeres que el resto de creencias.

Mensaje para "A merendar a la luna": Primero, deberías darme las gracias por haberte sacado esa carcajada tan bella y sincera; Segundo, decirte que yo iba en serio, que no era ningún chiste.

Palabras del loco Ahmed: la mujer está sometida y esclavizada en la cultura occidental, su liberación puede ser convertirse al Islam. JAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAJAAAAAAA

SUBLIME, AHMED, SUBLIME. Anda y enciérrate un ratico a leer un libro en tu casa, anda. pero que no sea el Corán. Luego una vez LIBERADO, opinas y a ver si puedes decir algo sensato.

El atractivo sexual tiene un fuerte componente cultural que evoluciona con el tiempo, algunos ya lo han puesto de manifiesto aquí con los ejemplos de las venus esteatopígicas y las mujeres de Rubens y es diferente en distintas partes del planeta. Es difícil que un varón occidental se sienta visualmente atraido por la belleza de una aborigen australiana y de igual forma, un masai difícilmente sentirá especial atracción por una mujer británica pálida y androide. El común denominador de la atracción sexual es como no podía ser menos la juventud y por ende la salud y capacidad de reproducción. En tiempos pasados el acúmulo de grasa era signo de buena alimentación y salud, mientras que la delgadez era mas bien reflejo de enfermedad, caquexia y esterilidad. Así pues todo aquello que hace a una mujer aparecer mas joven es deseado y atractivo; delgadez, falta de arrugas y canas y tetas altas. Es cierto que los hombres estamos especialmente motivados por el pecho femenino, milenios de evolución de los mamíferos lo acreditan, habiendo aparentemente ciertas discrepancias en cuanto al tamaño preferido, aunque lo principal es la tersura y el tono mantenido, signos ambos de juventud. Los sujetadores son un invento que trata entre otras cosas de diferir los efectos de la gravedad y el tiempo sobre la apariencia de las mamas. En los sesenta uno se sorprendía de lo insinuantes que eran los acabados, muy puntiagudos sugiriendo lo que todos queríamos imaginar. Yo no soy partidario de los armatostes con varillas fajas y ballestas sino de la apariencia natural y lejos de los efectos wonderbra artificiosos. Las que los tienen pequeños, mejor irían sin nada pues nada hay que sujetar pero mucho que insinuar con un escote inteligente. Con ésto dicho, ya pueden imaginar lo que opino de las prótesis: me atraen lo mismo que cualquier otra, dentales incluidas.

Me gustan todas las tetas... pero un poco más las pequeñas. Eso de que a todos nos gustan grandes... También encuentro gracioso levantar una camiseta y encontrar un relleno, y debajo unos pechos de los que a mí me gustan, pequeños. Eso es lo mejor.

javi, da tú mismo el paseo y mezclate con mujeres, porque me parece que conzco más a la mujer española que tu. ¿recuerdas alguna reunión de mujeres donde no se habló de bajar el peso y de las dietas? Por otro lado, entiéndame, puede que me equivoque en la manera, pero mi intención es bella: animar a las mujeres a que sean libres de verdad.

Alexandra, según tus palabras, tu sacas tu cultura española católica y atea de tus propias entrañas, porque a ti no te hace falta nadie para inculcártela ni necesitas de ningún libro o manual para aprendértela… Bueno, si así, doy fe que eres libre. Sino, permíteme decirte que la libertad no es un cúmulo de palabras huecas. No es lo mismo ser libre que decir que se es libre. En vez de vivir de la ilusión de ser libre, lo conveniente es luchar para ser libre. En Occidente, la gente esta sometida y esclavizada. La mujeres más.

Ahmed, muchacho, una cosa son las tendencias y otra la imposición.
Te lo explico que creo que no lo tienes claro. Una mujer puede seguir o no las modas. Date un paseo por cualquier sitio y verás de todo. Y orgullosas que están de ser gordas, delgadas, pelo verde o tatuajes en la cara. Y a quien le guste bien y a quien no pues no pasa nada.
Tu religión, como hace algún tiempo la cristiana impone.
NO. Ya no majo. Aquí ya se acabó.

Agnes, me parece sensato lo que dices, pero en un contexto: en el contexto de una cultura donde el cuerpo es más importante que el intelecto y el espítitu, y donde la belleza externa es una meta en sí. Pero los seres humanos no somos eso ni estamos en está vida para eso. Para nuestra esencia humana, lo de fuera es lo de menos.

Para Sandra: Si las prótesis estan colocadas por debajo de la glandula mamaria, no se teca "plastico", es más, no sólo que no es detectable a la vista, tampoco al tacto, ni se dan cuenta si una no se los dice. . . . . .Para Ahmed: Hay que ser muy corto de miras para opinar así!! Crees que nosotras solo nos sometemos a lo que dicta la moda de turno?? Enterate tío, tomamos de ella lo que nos conviene y cuando nos apetece. En cuanto a tu islam, guardatelo para ti y los tuyos, por este lado del planeta no es de interés para ninguna mujer, al menos yo no necesito de ningun libro para saber lo que tengo o no que hacer.

Cuando crees que has triunfado y llegas a segunda base (o era la primera? esto de las metáforas de béisbol me lía) y echas mano de la soñada teta un crujido de goma espuma te pone de punta todos los pelos. Que dolor con el relleno traicionero del sujetador. Y otra cosa, los pezones femeninos son preciosos, no los castréis bajo capas de frio plástico.

Si echamos la vista atrás vamos viendo como el ideal de belleza femenino se ha ido desprendiendo paulatinamente de los atributos de la maternidad, curiosamente en función del aumento de población mundial. Como si tuviéramos una autorregulación instintiva como especie, como si fuésemos máquinas biológicas que a posteriori construyen bellas teorías estéticas para justificar lo que no es más que instinto natural para ir limitando su propia población en función de los recursos disponibles.
Las afroditas primitivas eran tremendamente obesas (Venus de Willendorf), posteriormente van rebajando lorzas pero si miramos el ideal de belleza femenina del S.XVIII, por ejemplo, son mujeres exuberantes, con celulitis, rotundas, abundantes (Rubens). Actualmente, en que hay una superpoblación mundial, todo lo que tiene que ver con la maternidad, abundantes mamas, caderas anchas, reservas corporales de grasa, que en un pasado eran garantía de éxito para que la población siguiera aumentando, y que eran, por eso mismo, consideradas como bellas, ya no tienen sentido cuando tenemos recursos escasos para abastecer a una superpoblación. Así que instintivamente nos inclinamos por los cuerpos femeninos desprovistos de toda referencia a la maternidad, habiendo adoptado como ideal el de las casi anoréxicas modelos adolescentes que desfilan por las pasarelas de moda.

Con la presión de la sociedad sobre el cuerpo, para aquellas que la naturaleza no les dio el regalo de las afamadas curvas, el relleno ha sido una revolución. ¿Engaño? Maquillaje, uñas postizas, tintes, implante de pelo, fajas...sólo uno más.... No veo dónde está el escándalo.

La cirugía, como todo, los abusos y los malos usos aparte, cuando por ejemplo no has desarrollado pecho, y tienes que huir de los espejos, y no quitarte la camiseta durante un encuentro ocasional, poder tener al alcance la capacidad de verte como el resto, no tiene precio. Sí, aceptarse tal cuál somos es un ideal, pero ideales en esta vida hay muchos, y las realidades son otras.

¡Pobres mujeres! Antes las hacían delgadas, ahora las hacen tetonas. Lanzan el rumor (la publicidad feroz), y las mujeres se amoldan ellas solitas. ¡Encima las pobres mujeres se toman por libres y modernas! y critican a las musulmanas por llevar velo. las mujeres ya no tienen voluntad propia ni gusto propio: hacen lo que dictan los de arriba. La mujer está sometida y esclavizada en la cultura occidental, su liberación puede ser convertirse al Islam. Si los que juegan con tu voluntad y tus gustos, son los mismos que intentan afear el Islam en tus ojos, pues deberías sospechar que es en el islam precisamente donde puedes recuperar tu libertad. ¡No sigas la moda, sé tu misma, libérate, no sigas a los creadores de moda occidentales, ellos son tu enemigos! No te operes las tetas, no te vuelvas tan delgada como las hienas de la moda desean, sino hazte bella según TU criterio.

En lo del relleno se incluye a lás prótesis de silicona. No hay nada más atroz. Nunca he entendido como a alguien le puede gustar tocar plástico. Por lo demás, lo del desengaño del hombre contemporáneo no es nada nuevo, antes se usaba corsé. La moda en lencería femenina siempre se ha carecterizado por embellecer la figura igual que hace el maquillaje con la cara.

¿Curvas?, pero si solo hablas de tetas. ¿Ya no hay cinturas estrechas, ni caderas, ni culos? Ni pantorrillas y ni siquiera andares...pos vaya.
Menos mal que en mi blog se aprovecha todo...después.

Se puede hablar de tetas nombrando sociólogos y filósofos? la voluoptosidad siempre se aparta del intelecto y de la filosofía, y se entiende sin ella.. si acaso la Philosophie dans le boudoir

¿Qué más darán los aros?

Pues no es una pregunta tan banal como parece. El sujetador ideal debería ser el que resultase más cómodo para su usuaria, que tampoco es una cosa sencilla por lo que me consta. Así que dependerá del criterio de la propietaria.

Demond Harris???? No será Morris

Sin menospreciar tamaños, formas o razas, sin duda alguna soy admirador de las curvas exageradas, sobre caderas, pechos o culos será difícil escuchar de mi que son demasiado grandes. Con esta premisa, y sobre tu pregunta ‘banal’ una respuesta simple y bastante evidente: aquellos que realce un buen escote y permita marcar pezón.

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Sobre el blog

Ni enciclopedia ni consultorio sexual al uso. He aquí un rincón erótico festivo dedicado a las relaciones y la atracción entre seres humanos, esa faceta que nos hace la vida más placentera, tierna, amorosa, plena… Un blog coral, con cinco autoras de todo origen y condición, que apuesta por el juego, la provocación, lo sensual y el sexo como acto libre, adulto, compartido, real o ficticio, siempre divertido... Eso sí, si tu mirada no es amplia y tolerante, mejor no te detengas aquí. Coordina Analía Iglesias. No sólo se admiten firmas invitadas, sino que son deseadas.

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Anne Cé. Nació en el sur austral (Argentina), en un tiempo beatle y en un país con altísima densidad de psicoanalistas y jugadores de fútbol. Periodista, quizá incluso a su pesar, narra lo que se le ponga delante. Y narra, y narra. Un día descubrió que el simple roce de una clavícula le erizaba la piel y entonces comprendió por qué le gusta tanto abrazar a un hombre.

Esther Porta. Segoviana, fue becaria en el mítico Tentaciones y allí hizo de todo hasta que sus conocimientos de sexo la convirtieron en Beatriz Sanz. Y gracias a ella, publicó artículos semanales de sexo, dos libros y fue reclutada como sexperta guionista del programa de Canal +: 'Sex Pópuli'. Cuando casi se le había olvidado (lo de escribir de sexo...) se mete a bloguera. Y aquí está, con tantas ganas de sexo (del uno y del otro) como siempre...

Venus O'Hara, de Reino Unido, con raíces irlandesas. Modelo fetish, actriz y escritora. Licenciada en Ciencias Políticas y Francés, reside en Barcelona, ha sido columnista sexual en varias revistas, tiene su propio blog de fetichismo y es creadora de 'No sabes con quien duermes', un confesionario para personas que llevan una doble vida. Publicó su primer libro junto a Erika Lust, 'Deséame como si me odiaras', en 2010.

Tatiana Escobar, de Venezuela (1976), ha escrito ensayos y poesía en español. Traductora y editora, en 2004 abrió en Madrid junto a sus socios la primera boutique erótica de España, La Juguetería Erotic Toys, para no tener que vivir de la literatura. Desde entonces vive del sexo. Y escribe, a veces, para sus amigos.

. Madrileña. Soñó con escribir y pronto descubrió una vía: el periodismo. Pero como tampoco valía narrar sobre cualquier cosa, eligió suerte y remató la faena con un posgrado en Sexología. Ha trabajado en suplementos de salud y medios especializados. Con la práctica ha acabado por darle un toque más sensual a sus letras. Y con ellas sueña en escribir, ahora, un libro.

Ilustracion
Venus O'Hara, Anne Cé y Silvia C. Carpallo, según 'Mi Petit Madrid'.

Nuevo libro

El orgasmo de mi vida. Si ya no sueñas con príncipes azules, locos por pedirte en matrimonio, ni esperas que aparezca un millonario atormentado pero diestro en amores, con una Visa en una mano y un látigo en la otra, este libro es para ti. Porque El orgasmo de mi vida habla de eso, de mujeres realistas, lúcidas, independientes y eróticamente vivas, capaces de combinar esa cotidianidad que todas conocemos, con sus pasiones más salvajes. Ellas son las protagonistas de los relatos, sin guionistas que les digan lo que tienen que hacer, pero sobre todo, son las compositoras, directoras e intérpretes de los orgasmos más armoniosos de sus vidas.

Lux eróticaLux erótica. "Escribir sobre sexo era la propuesta y me sentí estimulada. Después de tantos años como periodista cultural y con mucha vida hecha en torno a la información y a la actualidad, tenía ganas de ponerle carne a la crónica. Porque nuestra más genuina actualidad como personas pasa por el relato del erotismo. Porque de atracción y de relaciones hablamos todo el tiempo en este tiempo occidental con ciertas libertades individuales garantizadas y rebosante de espíritu lúdico pero también algo desafectado y con nuevos descompromisos adquiridos...". Anne Cé.

Inglés para pervertidosInglés para pervertidos."Se dice que la mejor manera de aprender un idioma es a través del sexo con un extranjero. Pero ¿qué haces si estás en la cama y no sabes qué decirle? Con Inglés para pervertidos puedes aprender todas las palabras y expresiones que siempre has deseado saber, desde lo más elemental al sexo más salvaje. El libro cuenta con ocho capítulos centrados en las partes del cuerpo, la cama, el LGBT, las compras sexis, el lado oscuro, el porno, el chat y la salud sexual. Cada capítulo contiene vocabulario, gramática y unos ejercicios muy originales que no encontrarás en ningún otro libro. Aprende todo lo que tu "English teacher" no se atrevería a enseñarte nunca. Y... si te cansas de estudiar, el libro incluye un montón de fotos mias para distraerte". Venus O'Hara.

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