Marlon Brando en 'Un tranvía llamado deseo' de Elia Kazan (1951).
¿Qué porcentaje del tiempo juntos te tiene que conceder el caballero, escuchándote, para pasar la prueba espejo de lo-que-te-dedicará-en-la-cama?
Supongo que muchas nos lo cuestionamos mientras tomamos ese algo con ese alguien por primera vez, pero, además, hay datos elocuentes que llegan del otro lado del mostrador: un chico (a la sazón, ponía mucha atención a mis intervenciones) me habló una vez de esos porcentajes que algunos hombres usan para ir por camino seguro hasta su presa. No recuerdo exactamente las cifras, pero cualquier interesado en tomar lecciones al respecto solo tiene que escribir, en un buscador de internet, las palabras “trucos”, “seducción”, “lenguaje” y ensamblarlas en frases aleatorias hasta dar con los consejos y recomendaciones de otros individuos de su especie.
Por ahí he visto a algún seductor comentando que cada minuto que pasa un hombre escuchando a una mujer es una ración más de confianza que se gana. ¡Aha!
No sé cuántas preguntas del otro denotan cierto verdadero interés en ti, pero sí sé que si el sujeto en cuestión no te hace ninguna o mira para otro lado cuando comentas algo relacionado con su línea de diálogo resulta muy probable que a la hora del sexo vaya a lo suyo, raudamente, porque no te ha ‘visto’ antes y mucho menos te ‘verá’ cuando te desnudes (¡y para qué hablar de la sobremesa!).
Entonces, hoy, al cabo de aquellas confesiones y algunos experimentos fallidos, me pregunto: ¿habrá algún varón a medio camino entre aquel Woody Allen traumado por el abandono de Sueños de un seductor que pedía consejos al avezado Humphrey Bogart en cada escena con una chica y estos ganadores por antonomasia (que tú y yo conocemos), estos, sí, estos que sonríen con una distancia pasmosamente sexy de su objeto de deseo al tiempo que lo hacen sentir sujeto de todos sus desvelos y compromisos y que siempre terminan en la cama con quien se lo propongan?
Escena del museo de 'Sueños de un seductor', (1972) de Herbert Ross, con Woody Allen.
Si algo hay incuestionable es que en esto hay triunfadores empedernidos de las buenas artes amatorias y del galante desapego afectivo, como conceptos mutuamente dependientes. De esos señores que usan apenas una sonrisa para decirte “quédate” y otra, igualmente amable, para decirte “lárgate”, inequívocas ambas, y muy similares a las que han esbozado en los preliminares, mientras te miran absortos, con deseo, mientras te hacen preguntas sobre ti y admiran tus respuestas y tu rostro y tu pecho y tus manos.
En acción: Woody Allen y Humphrey Bogart en 'Sueños de un seductor'.
En este punto, casi todas tendremos en mente la sonrisa (o la mirada) de alguien que nos condujo suavemente pero sin distracciones a su lecho (o al nuestro) y, probablemente, diciéndonos cosas parecidas a “¿te importa que esta noche no hagamos el amor? … es que solo quiero mirarte y abrazarte con ternura” (huelga decir que siempre se hace el amor esa noche). O dirá, antes del sexo, por supuesto: “yo no soy muy de novias, tengo el cariño repartido, pero no me cierro a ninguna relación de pareja” (y ciertamente, como has adivinado, se despedirá para siempre con la misma sonrisa de admirador extasiado). Timing perfecto, palabras escogidas, la envidia de sus congéneres.
Un personaje de este tipo (sonrisa para comérselo, deseo sexual expresado y cubierto a diestro y siniestro y pose refractaria a cualquier relación convencional) es el de Adam (Devid Striesow) en la película Three del atendible director alemán Tom Tykwer, en cartel en las salas españolas. Adam hace investigación médica, tiene una postura muy abierta frente el asunto de la financiación de su laboratorio de células madre, tan abierta y expansiva como su orientación sexual. A diferencia de su actividad científica, Adam se maneja con autosuficiencia en terrenos emocionales: toma lo que le place y sigue su camino, solo y satisfecho. No desvelaremos aquí el resto de la trama, porque la película es mucho más que el atractivo Adam, aunque sí podemos decir que el “tres” del título hace alusión a un territorio relacional que va bastante más allá de lo que sugiere un trío amoroso tradicional.
Trailer de 'Three' ('drei', tres), de Tom Tykwer, hoy en cartel en las salas españolas.
Aquí tocaba hablar (y poner un ejemplo) de estos tipos atractivos que siempre se salen con la suya, porque derriten con buenas artes, y a veces hacen felices a los demás por un ratito, en contraposición a los que tienen que leer cuánto tiempo dejar hablar a la chica en el bar para poder tener alguna chance de éxito, más tarde. También, en contraposición a personajes más fáciles y reconocibles: estos seductores claramente despreocupados de su presa y algo torpes, a quienes se les notan las mañas de lejos, como el simpático Barney de la serie Cómo conocí a vuestra madre, tan popular entre los adolescentes.
Ted y Barney, dos reacciones frente a un supuesto embarazo en la serie 'Cómo conocí a vuestra madre'.
En fin, trucos hay para todos los gustos. A fuerza de ensayo y error los vamos desentrañando. Por ahora, no contamos con método más confiable. Y que en paz descanse el rey de todo esto, el derretidor de glaciares Marlon Brando, algunas veces con buenas artes; otras, no tanto.
Hay 9 Comentarios
Siempre me he preguntado cuánto hay de anorgasmia en las mujeres que van con viejos. Vedlo en mi post.
Publicado por: Uol Free | 15/02/2012 17:24:57
Aquellos de la cartera gorda , son los que tienen que pagar por que de seductores y de hacer derretir a una mujer con solo mirarla no tienen ni idea ( y de hacerla gozar lo pongo en duda). Una mujer se puede acostar con alguien por dinero, pero para disfrutar solo lo hara con el que realmente le guste, aunque no tenga ni para un refresco. Y eso es lo que les hace doler el ego a más de uno. Ahora en el momento de buscar estabilidad que es otro cuento hay que mirar un poquito de todo. Pero aqui como de lo que se trata en de pasarlo bien, la historia del dinero vuelvo y digo, es para los que de aquello nada de nada
Publicado por: luli | 14/02/2012 23:09:06
Y lo mismo se podría decir de las mujeres respecto a dar la patada al día siguiente no?
Publicado por: bicis eléctricas | 14/02/2012 15:51:55
En el gimnasio uno de 60 años pregunta a su preparador: ¿Qué aparato me aconseja para seducir a una jovencita?
Pruebe con el cajero automético
Publicado por: Yo | 14/02/2012 15:07:54
Quien se lo cree es porque quiere creérselo, porque necesita creérselo y eso hace más fácil la labor de seducción de quien no busca implicaciones sentimentales más allá de pasar un rato agradable. Por otro lado estos expertos seductores tienen un olfato especial para detectar a las necesitadas de atención, sonrisa agradable y buenos modales. Las mujeres, en general, son muy fáciles de engañar. Normalmente basta con halagarlas inteligentemente.
Publicado por: consejos a caperucita de un lobo arrepentido | 14/02/2012 14:19:01
Pues a mí la "billetera gorda" me es indiferente. Para "billetera gorda" la que me haga yo con mi esfuerzo y trabajo. Me quedo con lo de la "follabilidad", es cierto que lo importante no es ser guapo, es el atractivo lo que más cuenta (y eso tiene mucho de actitud).
Publicado por: Dora | 14/02/2012 13:44:16
billetera gorda, con esa "arma" se gana siempre...
Publicado por: alejandro | 14/02/2012 12:20:26
El tiempo que transcurre entre que conoces a un "seductor" y que vas a su lecho, lo ponen las mujeres.- No hay ningun artilugio válido para preciarse de seductor., salvo un bombonazo, famoso o con la billetera muy gorda.- Los simples mortales, efectivamente deseamos seducir, e indudablemente terminar en el lecho, pero quien toma mucho antesla decisición de que la cosa va a terminar en el lecho, sois vosotras las mujeres
Publicado por: ET | 14/02/2012 11:43:27
No creo en ningún manual ‘Cómo seducir…’ o similar. Con unas maneras mínimas de educación y conducta lo importante sigue siendo la química. Sí, es un concepto muy manido pero es la realidad. Hay un lema, bastante conocido por la red y relacionado con esta idea que decía algo parecido a: No es importante ser guapo, lo que importa es desprender follabilidad.
Totalmente de acuerdo con ello.
Publicado por: deMENTES Inquietas | 14/02/2012 11:34:23