Tengo tres amigos cercanos que se han afiliado al club de los hombres herbívoros, denominación japonesa para estos nuevos machos (en principio) heterosexuales, que evitan el sexo y las relaciones de pareja.
Hablo de mi pequeña muestra gracias a un relativo buen conocimiento de cada uno de ellos: uno transita la treintena; otro tiene exactos 45, y otro, más de 50 años. Diferentes nacionalidades (de Europa y Latinoamérica); dos están solteros y uno, casado, abonando ese estadio de matrimonio posromántico, con pocos dolores de cabeza, ninguna pasión y algún compañerismo. Ellos han desistido del amor, como otras decenas de hombres a los que he frecuentado durante algunas horas o pocos días y que también dicen profesar una vida alejada de la perdición de la carne femenina macerada en afecto.
Jérémie Elkaïm y Valérie Donzelli, ex marido y mujer, padres de un niño de ocho años, coguionistas y protagonistas de Declaración de guerra. Vía Le Monde.
¿Y el sexo? Bueno, en este territorio siempre hay bastante misterio, mucho proclamado y pocas certezas, para un lado o para el otro. Esto es, difícil saber a ciencia cierta si la abstinencia es tal, y menos aun conocer cuánto de verdad hay en lo de mucho sexo, pero con amantes-nunca-novias, a las que jamás se dejará cruzar el umbral.
Un cuarto testimonio, el de otro amigo (en este caso, todavía no defraudado por el amor) reza, más o menos así: “Un polvo es un polvo; dos polvos ya son una relación”. Con esa máxima se mueve en su círculo masculino, con ejemplares que lo miran bastante mal, porque esto de la cama-con-la-misma-partenaire-sin-vínculo les suele resultar bastante cómodo y no quieren ni imaginar que, de tanto estar a gusto, puedan llegar a meterse en lo que para ellos es “camisa de once varas”.
Un nuevo concepto hecho carne, los hombres herbivoros de Japón, una moda.
Como ven, procuro mi humilde aportación (o confusión) occidental al tema de los soushokukei-danshi (“hombres herbívoros”), bautizados así por el escritor Maki Fukasawa, en 2007. ¿Sus rasgos comunes? “La evasión del sexo, el gusto por la ropa, la dieta, el ahorro y la necesidad de vivir una vida tranquila alejada del estrés competitivo de la sociedad nipona”, tal la descripción que, un par de meses atrás, hacía Diego Giménez en La Vanguardia, en un artículo en el que se desmenuzaban los resultados de un estudio del gobierno japonés, realizado por Megumi Ushikubo en 2008.
Al parecer, el desinterés por la pareja y el sexo crece en la sociedad japonesa; desde los setenta cae sostenidamente el número de matrimonios (la edad para casarse ha superado los 30 años), y ya hay un 60% de hombres y un 50% de mujeres entre 18 y 34 años que no tienen pareja ni la buscan.
De este lado del mundo, estas carnívoras irredentas que somos (algunas de nosotras) —parientes de ojos redondos de las nikushokukei-joshi (“mujeres carnívoras”)— pataleamos o nos adaptamos a las reglas del juego, nos enfadamos con el espíritu de la época o interpretamos y elucubramos razones individuales y colectivas. Y reflexionamos, sí, reflexionamos sobre estas relaciones en construcción, en tiempos de colapso de la sociedad industrial y dramas musicales.
Tráiler de Romeo+Juliette, en versión noventera, a cargo del australiano Baz Luhrmann (Moulin Rouge), con Leonardo Di Caprio y Claire Danes.
Lo más saludable, colegimos algunas carnívoras, es admitir que vivimos en un tiempo en el que hasta Romeo y Julieta se separan, pero no a través de la muerte operística que todo lo bendice (como la que planteó Shakespeare y casi todos los que lo versionaron), sino mediante divorcio de común acuerdo o con litigio, echando mano de un abogado o dos para redactar el convenio regulador.
Algo así nos cuenta la maravillosa Valérie Donzelli, directora y coguionista, junto a su exmarido, de Declaración de guerra, una película imprescindible sobre el amor y los obstáculos que conviene afrontar de a dos, pero también sobre el casi inevitable desgaste de la pareja y la celebración de la vida, a pesar de todo.
Tráiler de Declaración de guerra, la película de Valérie Donzelli, que escribió y que protagoniza con su excompañero, el estupendo actor (y guapísimo entre los guapos) Jérémie Elkaïm, sobre su propia vida, y que puede verse hoy en salas españolas.
A poco de salir de ver esta joyita francesa, días atrás, en Madrid, la renombré sin querer como “declaración de amor”. Y es que el trajín de estos dos treintañeros parisienses, capuletos y montescos con un bebé gravemente enfermo, que luchan con su último aliento por la salud del niño, de la mano de hombres y mujeres anónimos de la Sanidad Pública, compone una pequeña gran historia romántica.
Eso sí, en vez de transportarnos al siglo XVI, la directora nos propone revisitar a Shakespeare en una época de estrecheces económicas, libertad sexual, música estridente, elocuentes e igualitarios roces en los bares y fiestas open kiss, donde la sensualidad se expresa abiertamente.
Y lo esencial: Donzelli es capaz de transmitir en clave tragicómica la fascinante complejidad de los vínculos actuales. Elige una puesta con el amor y el dolor coreografiados, basada en su propia experiencia, para detenerse en un punto de la historia del mundo en el que las relaciones son tan ricas y poliédricas como para que un hombre y una mujer (o dos hombres, o dos mujeres) sean leales compañeros como padres, al tiempo que reconocen que su vínculo romántico ha terminado, sin reproches, con algunas recurrentes tristezas y la expectativa de deseos renovados, alegrías y gozosos encuentros…
Mujeres carnívoras (sin miedo a las proteínas de origen humano o animal) que hacen cine porque no pueden dejar de amar.
(continuará...)
Hay 21 Comentarios
Dond estan escondidas? salgan a la luz por favor, lo que encuentro siempre son un poco de mujeres mal folladas y estrechas, que lo unico que saben es quejarse de los novios o maridos y despues cuando las dejan, se arrepienten...
Publicado por: Relojes de imitacion | 08/02/2019 8:54:09
Bueno... yo hacía referencia a lo que yo he vivido y como me han educado... sé que no he sido como muchos de mis amigos; es una afirmación que hago en base a la educación que yo recibí en mi casa que, reconozco, no es la misma que han recibido muchos en mi entorno. Vaya... que yo me lo curré porque así me educaron. Y al final pagamos justos por pecadores, porque a todos nos meten en el mismo saco. Al final piensas... ¿y tanto preocuparte para que al final nos metan a todos en el mismo saco? Pues como no tengo ninguna acritud a nadie, la única consecuencia más natural es la pérdida de interés. Nada más era eso. O sea que algunos en su día nos lo curramos... porque en casa nos educaron para concebir las relaciones de otra manera. No sirvió de mucho, porque el trabajo que se hizo con nosotros no se hacía con amigas. Repito, al menos es con lo que yo me topé... es evidente que hay de todo por ahí... pero la generalidad en mi caso era esa. Ahora el tiempo pasa y sencillamente pierdes el interés. Saludo!
Publicado por: Sdal | 19/03/2012 11:52:25
Estoy flipando, al primer comentario le diría que aunque tiene razón en algunas cosas (como que las mujeres damos por hecho que nos tienen que querer y si no es que algo pasa) no comparto para nada otras como que de adolescentes se lo curran, que va las mujeres adolescentes la mayoría las pobrecitas se conforman, por eso quizá no le cuadra que luego exigan de adultas y por eso mismo quizá algunos hombres eviten las relaciones, precisamente porque no se lo quieren currar. El segundo va en esa linea aquí te pillo aquí te mato, que le parece mejor el futbol que un coño, perfecto que se la meta al portero o se la deje meter seguro que es lo que le gustaría y el pobrecito se cree muy macho. Los japoneses quizá vayan por esa onda es gente muy cerrada y todo lo que sea cerrado, sobre todo si es la mente no es bueno
Publicado por: Una MJUER | 19/03/2012 2:37:16
Nunca dejaréis de intentar el qué? de recuperar el tiempo perdido? de intentar recuperar el tiempo que habéis tardado en 'reaccionar'? Soy hijo de madre feminista y muy luchadora por los derechos de la mujer en décadas pasadas y... no se puede decir que me hayan educado para ser el macho alfa al uso. También fui muy precoz de niño y empecé, quizá, demasiado pronto a explorar el terreno de la sexualidad -aunque yo creo que no, pero bueno-. Lo cierto es que era perfectamente consciente de la pérdida de tiempo que suponía -en su día- andar con ese conflicto interno tan grande que las chicas de mi generación tenían... antes o después iban a despertar, por tanto, no estábamos más que perdiendo el tiempo. A muchos chicos nos educaron para recomponer las relaciones hombre-mujer... pero, it turns out... a las chicas no las educaban del mismo modo. TOTAL... lo que ya sabíamos -por boca de nuestras madres, familiares, etc-, llegaría un día en el que ellas -las de mi generación- despertarían para disfrutar abiertamente de la carne, sin complejos ni problemas... lo malo, es que al otro lado del ring no hay un ser inerte -en contra de lo que pueda parecer-... y cuando una despierta... el otro ya lleva años de 'ataque frustrado', causando una especie de efecto Pavlov... y cada vez que toca zafarrancho de combate, en vez de salivar, buscas la vía más rápida de escapatoria. Quién me lo iba a decir... 'el precoz' intentando zafarse. ¿Somos herbívoros? ¡Pues claro! ¿Y qué otra cosa podríamos ser? Nunca hemos tenido problemas internos -somos unos 'simples', recordáis?-... Pero ser simples no significa que seamos imbéciles, significa sencillamente eso: somos sencillos, sin dobleces, nos gusta esto y lo otro, y lo disfrutamos. Punto. Sin complejidad alguna. ¡Y menos mal! Cuando eres adolescente tu chip interno te desvive para satisfacer a tu pareja... lo único que deseas es que disfrute contigo, gastas toda la energía necesaria para que eso sucede. En la juventud haces lo mismo, pero ya vas algo frustrado... porque ves que sí, bueno... los esfuerzos merecen la pena... o no. Y cuando llegas a la edad adulta tienes a una carnívora en frente que se desayuna ahora... cuando tú ya llevas... qué.... dos décadas despierto? (evidentemente, como en todo, hay excepciones que confirman la regla) Pero en general en mi entorno, esto es así con mucha, mucha frecuencia. Nosotros perdemos el interés, vosotras... cómo hemos perdido el interés y como la lid amorosa ya no funciona de manera automática -quiere esto decir: que ya no basta con sencillamente ESTAR (cosa que enciende automáticamente a un adolescente al uso), ahora toca currárselo, como lo hacía el chico adolescente- os entra el pánico. Sí... porque mientras estás con un tipo que no te suelta la falda, sabes que eres deseada... no tienes que hacer mucho más al respecto. Pero... de repente... te das cuentas que ese mismo tipo, poco a poco, ya no se agarra automáticamente a tu falda sin que muevas un dedo.... 'oh oh... algo pasa!... ¿ya no le gusto? ¿ya no le atraigo? ¿estoy vieja? ¿le gusta otra?'... etc, etc, etc. Es lo que tiene acostumbrarse a seleccionar. Ella es selectiva, él es el aspirante... aspirante, mientras le apetezca serlo... la diferencia es que si algún día pierde el interés en ser aspirante, olvídate... porque eso es absolutamente irrecuperable. Y eso... claro... asusta. Porque cuando las cosas funcionan de manera automática, el ego va bien, bien resuelto... No hay que olvidar que el autoconcepto y la autoestima son el talón de Aquiles femenino. El interés masculino se da por sentado... 'porque son hombres y simples'... hasta que, en efecto, el interés desaparece... momento en el cual las carnívoras proliferan por doquier. Pues bienvenidas al club. Os espera un largo camino vital. Lo sé por experiencia cercana... ya me habría gustado que fuésemos más o menos coordinados, y que la querencia carnívora de mis amigas no se hubiese retrasado tanto en el tiempo... pero lo cierto es que ahora es una realidad... lo que no tengo tan claro es si llegáis a tiempo. Porque la pérdida de interés es incuestionable. Y merecida. Tampoco ayuda nada el dormir hoy con este mañana con el otro... que sí, que es una libertad alcanzada y por fin disfrutáis de vuestro cuerpo con plena libertad... ¡qué duda cabe! Pero esa gestión, cuando tu autoestima va en ello, no debe dejarse en manos de la arbitrariedad de esporádicos encuentros sexuales. Te dan satisfacción física... pero a la postre te dejan la psique jodida… sí, porque llega un momento en el que todos quieren-necesitan un abrazo… y cuando hoy te lo da uno, y mañana te lo da otro, al final acabas más desorientada de lo que estabas en la adolescencia. Eso sí, al menos habéis empezado a disfrutar de vuestro cuerpo; supongo que mi punto de vista será criticable, por supuesto… pero solo quería comentar en este artículo el porqué de un herbívoro en estas tierras tan poco niponas. Tiene toda la lógica del mundo. Y es que otra cosa no, pero os habéis currado nuestro desinterés con creces. Quizá seamos todos/as un poco víctimas de nuestra cultura… puede ser, y en el cambio de mentalidad que se produce en estas décadas, dos o tres generaciones tendrán que pagar el pato… es posible. Nuestras madres padecieron X, educaron a sus hijos para Y, y como resultado se obtendrá Z. Puede ser. Perdón por la extensión del comentario, un saludo!
Publicado por: Sdal | 17/03/2012 10:46:23
aaa, qué amargado estás. Sal a conocer gente distinta, que si sigues con esa, no vas a dejar a la gente en paz DISFRUTAR DE LA VIDA.
Publicado por: CC | 17/03/2012 0:39:58
Que chorrada, se puede ser herbívoro usando putas todos los fines de semana. Si el problema es la mujer actual. Que es un dolor de cabeza en sí, y la insatisfación con tetas. Las putas follan mejor, están más buenas, y te salen más baratas. Y no pierdes tu tiempo en las gilipolleces del cortejo que sólo interesan a las mujeres. De verdad creéis que a un hombre le compensa interesarse por vuestra mierda de día en el curro y vuestras moñadas por un polvo de mierda? Por favor, en general las mujeres vais de sobradas por la vida. El futbol es más importante que vuestro coño. y los amigos más que cualquier novia.
Publicado por: aaa | 16/03/2012 22:52:25
A mi esto me da un poco de repelús y tristeza y espero que la moda nipona no se extienda. Yo puedo entender la elección de no compartir una vida en pareja y preferir vivir en solitario, pero...¡¿renunciar al sexo!? ¿Por qué?
Y esas teorías que se montan los hombre como tu amigo de que dos polvos ya son una relación...¿nos han preguntado a nosotras? Posiblemente muchas quisieramos dos, tres y los que se tercien con un hombre con el que lo pasamos genial en la cama, que puede llegar a ser un amigo, pero sin más compromiso que disfrutar mutuamente del momento, sin querer "casarnos" con ellos por querer repetir...¿De verdad piensan que si queremos un segundo polvo hemos caido rendidas a sus pies y queremos que nos juren amor eterno? Cuanto ganarían muchos tios si se dejaran de tonterías y teorías absurdas. Y después somos nosotras la complicadas!
Publicado por: Marisa | 12/03/2012 17:16:52
Si ese es el plan, hay unos cuantos japoneses que se están poniendo las botas.
Publicado por: amos_chacho | 11/03/2012 2:39:27
Me ha gustado mucho el post y la expresión "carnívoras irredentas".
Yo, que lo he sido, no sé si dejé de serlo del todo y no volveré a comer carne, o es que estoy en excedencia indefinida, y, cualquier día...
Lo que digo, con valor de certeza, es que eso de la pareja sin sexo, o con sexo desganado, medio obligatorio, no lo entiendo ni lo entenderé nunca.
Cuando la chispa desaparece, soplas un tiempo por asegurar, y si aquello no prende, lo mejor es decir adiós.
Soy de un solo hombre (cada vez) Monógama Sucesiva, aunque últimamente me he quedado en sucesiva solo.
Estoy como los japoneses.
Publicado por: Miss Forty | 07/03/2012 21:31:20
En mi caso, ni carnívoro ni herbívoro; me alimento de pienso sintético, como debe ser. Una muñeca hinchable con todo un kit que sería la envidia de cualquier sex-tupergüare. Bueno, a veces, para que me dé vidilla, le inserto ...cuidadín...un dispositivo de voz con expresiones predeterminadas. Por ejemplo, al salir de casa y cerrar la puerta se activa lo de: ¡y no vengas tarde!; y al volver: ¿pero dónde has estado, que te llamado nueve veces al móvil? Y si bajo a sacar la basura, o a por tabaco (no fumo), entonces actúa el dispositivo de búsqueda preventiva.
Fuera de estas emociones programadas, a posta y por no aburrirme, sólo hay paz, una inmensa paz. Además de sexo, claro.
Muñequívoros, se denominan este tipo de personas (servidor), y que es a carnívoro lo que místico extático es a novicio. Gracias por mi colaboración.
Publicado por: Nomada Dig Y Tal | 07/03/2012 20:02:45
Una forma de vida monacal secularizada, nada nuevo bajo el sol.
Publicado por: cuchillero | 07/03/2012 14:49:41
Mujeres carnívoras y carnales que se rebelan a la dieta impuesta de hervidos, silencios y pasividad.
Mujeres dispuestas al mordisco porque sí.
Publicado por: margot | 07/03/2012 14:12:47
Pues yo creo q es miedo a lanzarse, cobardía a descubrir lo maravilloso que puede ser compartir tu vida con alguien... en fin, por otra parte, tendré q ver "declaración de guerra", la ponéis muy bien!!!
http://intimsecrets.com/
Publicado por: Diejino | 07/03/2012 13:44:32
Yo creo que el herborismo es porque la vida actual es tan estresante que la gente trata de quitarse presión y una forma facil de hacerlo es renunciar a una pareja estable de la que tienes que estar pendiente para mantenerla. A esto se le suma el hecho que con tantos adelantos tecnologicos y muy facil vivir sólo.
Publicado por: Pepe | 07/03/2012 12:20:34
"Declaración de guerra" es impresionante. Un peliculón. ¡Todo el mundo a verla!
Publicado por: uri | 07/03/2012 11:34:56
Los japoneses siempre me han parecido herbívoros, no sé por qué. Será por lo inexpresivos que a los occidentales nos parecen. A mí me van más los machos cabríos. Y la carne.
Publicado por: Uol Free | 06/03/2012 23:02:46
Los japoneses siempre me han parecido herbívoros, no sé por qué. Será por lo inexpresivos que a los occidentales nos parecen. A mí me van más los machos cabríos. Y la carne.
Publicado por: Uol Free | 06/03/2012 23:02:46
Muy interesante la apreciación de tu amigo sobre que más de un polvo ya es una relación. En el fondo, sólo es cuestión de saber qué significa realmente para nosotros esa palabra "relación". Sólo es una palabra. Cada uno que lo llame como quiera.
http://plumadepandora.blogspot.com
Publicado por: Dora | 06/03/2012 15:09:16
Eros (De Wikipedia, la enciclopedia libre)
véase Eros (desambiguación).
En la mitología griega, 'Eros (en griego antiguo Ἔρως) era el dios primordial responsable de la atracción sexual, el amor y el sexo, venerado también como un dios de la fertilidad. En algunos mitos era hijo de Afrodita y Ares, pero según El banquete de Platón fue concebido por Poros (la abundancia) y Penia (la pobreza) en el cumpleaños de Afrodita. Esto explicaba los diferentes aspectos del amor.
A veces era llamado, como Dioniso, Eleuterio (Ἐλευθερεύς), ‘el libertador’. Su equivalente romano era Cupido (‘deseo’), también conocido como Amor.
De acuerdo con la tradición iniciada por Eratóstenes, Eros era principalmente el patrón del amor entre hombres, mientras Afrodita presidía sobre el amor de los hombres por las mujeres. Su estatua podía encontrarse en las palestras, uno de los principales lugares de reunión de los hombres con sus amados, y a él hacían sacrificios los espartanos antes de la batalla. Meleagro recoge este papel en un poema conservado en la Antología Palatina: «La reina Cipria, una mujer, aviva el fuego que enloquece a los hombres por las mujeres, pero el propio Eros convence la pasión de los hombres por los hombres.»[1]
Publicado por: JR | 06/03/2012 13:56:49
Has olvidado hablar de los hombres carnívoros y las mujeres hervívoros. Los hay.
Publicado por: Deng | 06/03/2012 9:37:09
No me ha quedado claro a mi lo del herbivorismo japonés. ¿Y a que dedican el tiempo libre? ¿A navegar por internet, visitar museos? Pero si mires donde mires, ahi está. El sexo; viendo pasar el tiempo. Yo creo que esta gente lo que necesita es un poco de marihuana, algún jugete y adentrarse en el proceloso mundo de los fluidos. Para, a través de las hierbas, llegar al mundo de la carne. Esto de los herbivoros me parece a mi que es una estrategia más, para pillar cacho.
Publicado por: Antonio | 06/03/2012 9:02:43