Ver a una pareja cogida de la mano en público me alegra el día. No sólo me gusta ver personas practicando sexo, tal como explicaba en Confesiones de una voyeur hace unos días, sino que también me agrada observar los besitos, caricias y abrazos en público entre una pareja de enamorados - mientras no se pasen, of course. Me alegro mucho más si se trata de una pareja homosexual. Para mí es un símbolo de una sociedad cada vez más tolerante que está cambiando a mejor.
Venus O'Hara by Guy Moberly
A pesar de estos avances en la sociedad actual, sigue habiendo muchas personas homosexuales que no estan cómodas viviendo "fuera del armario". Puede ser por miedo a que sus amigos o familia no les acepten o porque ellos mismos no están del todo a gusto con su sexualidad. Si para muchas personas heterosexuales no resulta fácil habitualmente hablar de sexo con los padres, ni siquiera con los más liberales, ¿cuánto más difícil debe ser si uno/una tiene además que decirles que es gay?
Conozco a muchas personas homosexuales que han salido del armario para sus amigos, pero no para su familia. Un amigo en particular de un pueblo pequeño de Andalucía, vivía su sexualidad de manera plena en Madrid, pero cada vez que volvía a casa llevaba a su “novia”, una amiga que interpretaba el papel de su pareja para disimular. A pesar de que tenía una buena relación con sus padres, no quería molestarles, decía, porque ellos eran muy tradicionales.