Eros

La primera vez de Emir Kusturica

Por: | 06 de junio de 2012

"El amor es una cifra que contiene todas las demás". Esto afirma el director de cine Emir Kusturica. Y basta pronunciar la frase para que empiece a sonar de fondo, se diría, la música tradicional de su tierra, bien orquestada, que suele acompañar sus obras, que redondea esos paisajes, situaciones y personajes, tan balcánicos, tan peculiares... 

"Los mejores diálogos y la mejor escenografía no bastan para hacer una gran película...", asegura. "Y sin duda también el amor se construye en las pausas místicas entre las palabras, entre los sueños", sigue. "El sentimiento aflora en todas las acciones que emprende el hombre, aunque jamás descubre el misterio ni encuentra la respuesta a la pregunta: '¿Cuál es el ingrediente más energético para la relación amorosa?'. Porque cuando los misterios se desvanecen, cuando el amor se esfuma, las personas se separan y solo piensan en cosas tangibles y a menudo feas". 

Do You Remember Dolly Bell 1

El párrafo de arriba está incluído en el libro ¿Dónde estoy en esta historia?, de Kusturica, que acaba de editar PenínsulaY basta leerlo para quedar atrapado entre sus páginas, porque allí dentro se agazapa él mismo, el personaje, el monstruo del cine, el de Do you remember Dolly Bell? (foto arriba), el de Papá está en viaje de negocios, el de Underground, el de Tiempo de gitanos, el de Gato negro, gato blanco.... Entre sus palabras danzan él y los suyos, sus amigos o padres, su familia, su país y la guerra, la industria del cine y de la música y el amor y la muerte. Y ahí hemos encontrado hasta el relato de su debut en el sexo y sus alrededores.

Este libro es una suerte de relato sentimental, político y cinematográfico de una vida bien intensa, peculiar, osada, la suya, la de uno de los grandes directores de cine del siglo XX, monstruo de la escena (y hombre de música), un loco, un caprichoso, un vividor, un creador, dos veces ganador de la Palma de Oro del Festival de Cannes. 

Papa_esta_en_viaje_de_negocios-700284560-largeCuenta Kusturica: "Cuando se trata de amor, hay un signo que no falla: el viento, al pasar entre las tejas de los míseros tejados, te trae una voz que dice 'te quiero'. Y es verdad que ella nos ama si lo oímos, aunque no nos lo haya dicho. Porque el amor nada tiene de real. Es como una cifra que contuviera en sí todas las demás cifras. Y como las cifras no existen realmente, la cifra enamorada tampoco existe. Sin embargo, ahí está. Creo que entre nosotros todo sucedió aquella noche silenciosa, en el bar del hotel, y que todo lo que siguió después estaba ya contenido en aquella primera noche...".

Provocador, como siempre, el suyo es un impresionante testimonio de una época y una cultura, de la infancia, la juventud, de vivencias, personajes reales, anécdotas, y de mucha ironía y humor, emoción, sátira y melancolía. Un relato redondo plagado de historias sentimentales, pero siempre políticas. En las páginas de este libro, Kusturica nos desvela su bautizo sexual. Que traemos aquí y sucedió tal como sigue o inventa o recuerda o quiere hacer creer que sucedió un día.

"Lo de arriba está abajo, y lo de abajo está arriba". 

Yo estaba sentado en la tumba del Viejo, muy concentrado, porque esperaba a Nevenka. Reflexionaba sobre lo que un hombre y una mujer pueden contarse cuando estás solos". (...)  De pronto apareció. La miré fijamente y de inmediato me di cuenta de que no era tan guapa como la imaginaba, aunque tampoco era fea. Tenía los pechos más grandes de lo que me habían parecido cuando le había robado el cruasán en el recreo. Cuando me preguntó cuántos años tenía, le respondí: 'Catorce'.

- 'Eres muy alto para la edad que tienes', me dijo sorprendida.

Me quedé en silencio. La chica volvió la mirada hacia la ciudad. Yo estaba cada vez más nervioso. 'Tienes los ojos muy bonitos', me dijo. La miraba fijamente, con la boca abierta, como Belin, el defensa del Dynamo Club, cuando Asim Ferhatovic regateó y entró en la portería del estadio Maksimir, en Zagreb, durante el partido que el Sarajevo ganó al Dynamo por tres a uno.

Me sentía incapaz de hablar. ¿Debía responderle con un piropo? Si decía: 'Tú también tienes los ojos muy bonitos' creería que estaba burlándome de ella.

La chica tenía la cara girada hacia la ciudad. Yo habría preferido estar en Groenlandia que en la Tumba del Viejo. La primera frase que dije por iniciativa propia sonó lamentable. Como tenía la garganta seca me animé a decir: ¡"Madre mía, que sed tengo, no sé lo que me pasa!  Se giró hacia mí un segundo. "Es raro. Aquí no tenéis río, pero bebéis la mejor agua del mundo. Nosotros, en Banja-Luka, estamos cerca del Vrbas pero bebemos un agua asquerosa".

Underground 3

Nevenka se acercó a mí, me cogió la mano y clavó sus ojos en los míos. Vi en su mirada que era mucho más madrua que yo. Me aparté ligeramente fingiendo ser miope. "Te veo mejor cuando no estás tan cerca".

Underground Poster 2Seguía cogiéndome la mano y sonreía. Me pegué a la tumba y sentí un ligero alivio al contacto con la fría piedra. Nevenka volvió a acercarse y me besó en la comisura de los labios. Incliné la cabeza hacia abajo rápidamente, como si quisiera hacer el pino, y me apoyé en la piedra. Ella se río a carcajadas y me preguntó: "¿Estás loco? ¿Qué te ha dado?".

En esa posición contemplaba mi paisaje favorito, en el que todo estaba al revés. Sarajevo estaba en el cielo, y el cielo, en el lugar de Sarajevo. La noche estaba llena de estrellas, de modo que la imagen era todavía más bonita. Tanto lo de arriba como lo de abajo centelleaban. Me volvía ligero. Por primera vez ya no sentía mis músculos, lo que me proporcionaba una sensación de ligereza poco habitual. Repetía en voz alta, como los indios cuando bailan alrededor del fuego: "Lo de abajo está arriba, y lo de arriba está abajo". Ya no me preocupaba lo más mínimo entender la sabiduría judía. Me mantenía cabeza abajo y escuchaba a Nevenka. "¿Qué dices?, ¡Ven aquí!".

La ciudad se fundió totalmente en la profundidad estrellada del cielo, como los dos triángulos unidos en la estrella de David. Perdí la conciencia de las cosas. Ya nada me dolía. Sentí que la sangre se expandía por todo mi cuerpo, de arriba abajo y de abajo arriba. Tenía en las manos los pechos maduros de una mujer. Los pezones parecían mermelada en un bollo redondo. Miraba a derecha e izquierda, como si estuviera viendo un partido de ping-pong. Entonces Nevenka me cogió la mano y la deslizó hacia abajo. Mi sangre se precipitó hacia arriba. Miré hacia abajo y recordé a Armando Moreno y la canción Ventiquattromila baci.

   

Hay 3 Comentarios

Lo siento pero Kusturica me puede... no termino de entender su mensaje y por lo tanto no logro disfrutarlo. A veces lo más simple es lo más útil y con respecto al amor... pues eso. Evita complicaciones.
alberto toro

Primero me pareció sentir que Kusturica es un gran admirador de Borges (todo lo de la cifra y el amor como invención irreal, tan poético y palpable a la vez), pero luego se pone Kusturica, gracioso, ingenioso, delirante, con todo al revés. Encantador relato de la primera-pitbull-vez. Ahora recuerdo una canción muy loca de las de su grupo, la No Smoking Orchestra, que dice: "Puede que seas Julieta pero yo no soy Romeo", otro espíritu, sin duda.

Si no experimentas la certeza absoluta, la seguridad incontestable, la fuerza irresistible que te arrastra, el aullido incontenible que te lo grita por dentro, no lo dudes, no lo sientes.

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Sobre el blog

Ni enciclopedia ni consultorio sexual al uso. He aquí un rincón erótico festivo dedicado a las relaciones y la atracción entre seres humanos, esa faceta que nos hace la vida más placentera, tierna, amorosa, plena… Un blog coral, con cinco autoras de todo origen y condición, que apuesta por el juego, la provocación, lo sensual y el sexo como acto libre, adulto, compartido, real o ficticio, siempre divertido... Eso sí, si tu mirada no es amplia y tolerante, mejor no te detengas aquí. Coordina Analía Iglesias. No sólo se admiten firmas invitadas, sino que son deseadas.

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Anne Cé. Nació en el sur austral (Argentina), en un tiempo beatle y en un país con altísima densidad de psicoanalistas y jugadores de fútbol. Periodista, quizá incluso a su pesar, narra lo que se le ponga delante. Y narra, y narra. Un día descubrió que el simple roce de una clavícula le erizaba la piel y entonces comprendió por qué le gusta tanto abrazar a un hombre.

Esther Porta. Segoviana, fue becaria en el mítico Tentaciones y allí hizo de todo hasta que sus conocimientos de sexo la convirtieron en Beatriz Sanz. Y gracias a ella, publicó artículos semanales de sexo, dos libros y fue reclutada como sexperta guionista del programa de Canal +: 'Sex Pópuli'. Cuando casi se le había olvidado (lo de escribir de sexo...) se mete a bloguera. Y aquí está, con tantas ganas de sexo (del uno y del otro) como siempre...

Venus O'Hara, de Reino Unido, con raíces irlandesas. Modelo fetish, actriz y escritora. Licenciada en Ciencias Políticas y Francés, reside en Barcelona, ha sido columnista sexual en varias revistas, tiene su propio blog de fetichismo y es creadora de 'No sabes con quien duermes', un confesionario para personas que llevan una doble vida. Publicó su primer libro junto a Erika Lust, 'Deséame como si me odiaras', en 2010.

Tatiana Escobar, de Venezuela (1976), ha escrito ensayos y poesía en español. Traductora y editora, en 2004 abrió en Madrid junto a sus socios la primera boutique erótica de España, La Juguetería Erotic Toys, para no tener que vivir de la literatura. Desde entonces vive del sexo. Y escribe, a veces, para sus amigos.

. Madrileña. Soñó con escribir y pronto descubrió una vía: el periodismo. Pero como tampoco valía narrar sobre cualquier cosa, eligió suerte y remató la faena con un posgrado en Sexología. Ha trabajado en suplementos de salud y medios especializados. Con la práctica ha acabado por darle un toque más sensual a sus letras. Y con ellas sueña en escribir, ahora, un libro.

Ilustracion
Venus O'Hara, Anne Cé y Silvia C. Carpallo, según 'Mi Petit Madrid'.

Nuevo libro

El orgasmo de mi vida. Si ya no sueñas con príncipes azules, locos por pedirte en matrimonio, ni esperas que aparezca un millonario atormentado pero diestro en amores, con una Visa en una mano y un látigo en la otra, este libro es para ti. Porque El orgasmo de mi vida habla de eso, de mujeres realistas, lúcidas, independientes y eróticamente vivas, capaces de combinar esa cotidianidad que todas conocemos, con sus pasiones más salvajes. Ellas son las protagonistas de los relatos, sin guionistas que les digan lo que tienen que hacer, pero sobre todo, son las compositoras, directoras e intérpretes de los orgasmos más armoniosos de sus vidas.

Lux eróticaLux erótica. "Escribir sobre sexo era la propuesta y me sentí estimulada. Después de tantos años como periodista cultural y con mucha vida hecha en torno a la información y a la actualidad, tenía ganas de ponerle carne a la crónica. Porque nuestra más genuina actualidad como personas pasa por el relato del erotismo. Porque de atracción y de relaciones hablamos todo el tiempo en este tiempo occidental con ciertas libertades individuales garantizadas y rebosante de espíritu lúdico pero también algo desafectado y con nuevos descompromisos adquiridos...". Anne Cé.

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